Romina Malaspina se puso una blusa que le marcaba las curvas para presentar noticias en Canal 26. Habló de la cotización del dólar y el merval, entre otros temas, pero el trending topic que se generó fue por su aspecto. Se puso esa ropa porque quiso, porque pudo, porque le gustaba o porque sintió que le iba a traer suerte. ¿Está bien? ¿Está mal? ¿Hay que opinar siempre del cuerpo de las mujeres?
“Por qué hace tanto ruido si no es la primera vez que vemos cuerpos femeninos cosificados en la tele”, opinó Julieta Greco, antropóloga feminista y conductora del podcast El deseo de Pandora, de revista Anfibia. “Me pregunto si lo que incomoda no es la fuga de que haya un cuerpo femenino erotizado en un noticiero, un lugar incorrecto”.
Ahí aparece una lógica sexista, porque “un pezón en VideoMatch no hace ruido pero en un noticiero sí. El problema no es qué se muestra si no dónde se muestra. Ahí lo que aparece es el lugar correcto que se le supone al cuerpo femenino y el lugar incorrecto”, dijo la antropóloga.
“Jamás tengo una mirada juzgadora ni moralista hacia las mujeres, pero más allá de que se vea un pezón o no, sí hay modos de producción en la TV y modos en los que las periodistas están adentro o afuera”, dijo a Cosecha Roja la periodista Luciana Peker.
El primer trabajo de Peker fue en Canal 26. “Recuerdo que quería ser cronista de calle y no me dejaban por mi aspecto. Tenía 22 años y el director del canal me miraba y decía “tenés pancita”. Por eso solo pude hacer algunos especiales en cárceles”.
En CN23 se replicó esa lógica: “Creo que me despidieron por mi peso”, dice Peker y opina que hay que pedirle a la TV mayor diversidad: “Creo que hoy no solo que no avanzó sino que retrocedió. Estamos ante la revancha machista en todo pero sobre todo en la televisión, estamos ante una embestida contra mujeres periodistas”.
Para Greco el sexismo hacia los pezones queda expuesto si los estereotipos se trasladan a los cuerpos de varones en los mismos noticieros: “¿Qué pasa con los cuerpos de los varones en esos contextos? ¿también aparecen así de sexuados? ¿se les exige ser hiper hegemónicos ultrabellos o los varones ponen a jugar otras aptitudes para estar en la tele?”.
Malaspina tuiteó: “Mientras sigan viendo tetas como algo “anormal” vamos a seguir para atrás. Evolucionen”.
https://twitter.com/romimalaspina7/status/1273403531169579009
Además del análisis de género, hay una trama de precarización laboral. “Canal 26 no tiene vestuarista y los maquilladores son contratados por hora solo al comienzo de los programas”, dijo una ex productora, que se fue del canal en 2016 cuando empezó el vaciamiento y ofrecieron retiros voluntarios.
A falta de vestuarista, Malaspina canjeó con una marca que le ofreció la blusa, subió el chivo a sus redes y después salió al aire. Usó su capital erótico. Y para que no se vieran los pezones -que mayor escándalo hubieran provocado- los tapó con unas pezoneras que ella misma consiguió.
En 2014 los pezones de la cantante Rihanna dieron la vuelta al mundo. Posó con los pechos al desnudo, le cerraron temporalmente el Instagram porque “no respetaba las reglas de uso” y se armó un escándalo. Ese fue el germen del movimiento “free the nipple” (libera el pezón), que disputa la censura en los pezones femeninos y se replica en todo el mundo.
“A las mujeres siempre se nos cuestiona, entre otras cosas, por la apariencia. Una mujer siempre está bajo la mirada inquisidora de una sociedad patriarcal que se cree con el derecho de dar su opinión sobre el físico y las elecciones estéticas que esa mujer posea. ¿Por qué no nos dejan en paz? Tenemos los ovarios al plato”, dijo a Cosecha Roja la humorista Flora Alkorta, integrante junto a María O’ Donnell del programa De Acá En Más de radio Metro.
Ayer Lanata se subió a la ola y usó su programa de radio para salpicar más misoginia. “Pensaba en Tetaz (panelista de Lanata sin filtro) cuando vi un tape de la nueva columnista económica de Canal 26, la señorita Romina BuenaGoma”, dijo el conductor. Parece una película de Olmedo y Porcel. Pero es la Argentina del siglo XXI.