Presos de 27 de las 64 cárceles y alcaidías y una comisaría de la provincia de Buenos Aires están en huelga de hambre desde hace una semana. “No tenemos hambre de comida, tenemos hambre de los derechos que nos sacaron. Somos los no escuchados, somos los invisibles, somos el último eslabón del pueblo argentino”, dijeron en un comunicado colectivo.
Acá te explicamos las cinco claves de un conflicto que estalló días antes de la asunción de Axel Kicillof en el gobierno bonaerense.
1.
El reclamo inicial
A principio de año la comida en las cárceles empezó a faltar: un día no hubo más viandas con carnes, otro día minimizaron los lácteos y así hasta convertir una dieta casi por completo a base de harinas. Dentro de las licitaciones contratadas hay faltantes que deberían ser provistos por contrato, pero las empresas empezaron incumplirlo por falta de pago de la Provincia. Los privados de la libertad que iniciaron la huelga de hambre dicen que la comida es poca o incomible.
La Comisión Provincial por la Memoria presentó un habeas corpus reuniendo declaraciones: “Hay faltante de carne desde hace 6 días, tampoco hay verdura o frutas, siendo los únicos alimentos en stock fideos para una única comida, polenta y arroz, aceite y salsa de tomate”. “Desde hace tres días sólo como dos panes por día”. La defensoría agrega que todas las personas entrevistadas dijeron tener hambre. En las inspecciones que hace la Comisión, encontraron que la poca carne que había estaba mal refrigerada, amarillenta y con olor a podrido.
2.
Los reclamos actuales y la respuesta de la Corte
En la larga lista de reclamos, los detenidos exigen: alternativas a la prisión preventiva, Ley de Emergencia Alimentaria, dejar sin efecto las leyes Blumberg y Pety, que restringen excarcelaciones y endurecen penas, que se vuelva a aprobar la ley del “2×1” que computa doble cada día que un detenido pasa con prisión preventiva, que el Congreso no apruebe el nuevo Código Penal impulsado por el ex presidente Mauricio Macri, que se trate el tema de la sobrepoblación en las cárceles y que se implemente una mesa de diálogo entre la Justicia, el Ejecutivo y sectores parlamentarios para canalizar estos pedidos.
Ante el reclamo de los detenidos la Corte Suprema de la Provincia de Buenos Aires sacó una resolución en la que ordena que se dé “prioridad” a la crisis en el sistema penitenciario y remarcó la importancia del “uso racional de la prisión preventiva”.
3.
Hacinamiento y aumento de tasa de encarcelamiento
La tasa de encarcelamiento en la provincia de Buenos Aires va en constante aumento. “En estos cuatro años creció de una manera generalizada, es el crecimiento de la tasa de encarcelamiento más alta de la historia: 16 mil personas se incorporaron al sistema penitenciario”, contó a Cosecha Roja Sandra Raggio, directora general de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM).
En 2019 la provincia alcanzó el récord histórico de 50.500 detenidos, con una superpoblación en cárceles de 119 por ciento.
4.
Detenciones en comisarías
En las comisarías la situación es mucho peor: donde entra una persona duermen tres. En muchos casos los detenidos se turnan para dormir, no tienen duchas ni agua caliente ni posibilidad de cocinarse.
El aumento de la tasa de encarcelamiento obedece al “endurecimiento de la política punitiva”, explicó Raggio. “La mayoría de la gente que llega al sistema penal es detenida por la Policía a través del despliegue territorial y la justicia convalida esas aprehensiones y detenciones”.
5.
Qué dijo el gobernador
En su discurso de asunción, Kicillof habló de una “sobrepoblación notoria” en las unidades penitenciarias. Las frases más destacadas fueron:
“Sabemos que en el último tiempo probablemente, porque no quiero atribuirlo a nada más que eso, por el ajuste, por la reducción de partidas, por problemas administrativos, la provisión de alimentos, sobre todo carne, pollo, carne de vaca, ha disminuido, tuvo problemas de abastecimiento, unidades que no recibieron suficiente comida, por falta de pago del gobierno nos hablan de una deuda de casi 400 millones de pesos con los proveedores”.
“Hay que asegurar que las cuestiones básicas estén cubiertas en las unidades penitenciarias de la Provincia de Buenos Aires y después hay que darse un trabajo que no se va a poder resolver para mejorar las cuestiones estructurales”.