El veto de Vidal contra las cooperativas de trabajo

Miguel Lazzarina tiene 71 años. Está jubilado pero no le importa. Todos los días viaja desde Morón a Don Torcuato. Trabaja don Miguel. Pero ya no es empleado sino socio en la Cooperativa de Cerraduras de Precisión. Su función es muy específica: es mecánico relojero y se ocupa de armar los relojes que van dentro de las cerraduras. Cada una lleva entre dos y tres relojes y él solo los arma. “Es una cosa increíble, un fenómeno. Cuando hubo que hacer guardias, estuvo. Cuando hubo que visitar a los diputados y senadores para pedir la expropiación, estuvo. Fue a La Plata con nosotros todas las veces”, cuenta a Cosecha Roja su compañero Alejandro Asuaro. Hasta a las movilizaciones fue Miguel. Sus compañeros siempre lo protegen. “No vaya a ser que se nos lastime”.

La Cooperativa Cerraduras de Precisión Limitada CDP, ex Rench, es una fábrica recuperada con sede en el partido de Tigre, cuya expropiación -votada por unanimidad en ambas cámaras de la Legislatura bonaerense- fue vetada por la gobernadora María Eugenia Vidal el 23 de enero. El mismo veto fue aplicado a las metalúrgica Cooperativa Presidente Néstor Kirchner, ex Raimat, y a Acoplados del Oeste, ex Petinari. También a la Asociación Civil Pantalón Cortito. En los cuatro casos, la Legislatura había votado la expropiación y las cooperativas, en plena producción, se organizaron para pagarla, se sentaron con los acreedores, con los bancos y las financieras.

“Estábamos muy bien antes del veto”, dice Alejandro Asuaro, trabajador de la CDP, ex Rench. “Hasta conseguimos una carta firmada por el Intendente de Tigre, Julio Zamora, que era lo que nos pedían los legisladores antes de votar. Por eso no entendemos la actitud de la gobernadora. Parece que fábrica recuperada o cooperativa fueran malas palabras. Creo que tienen que caminar un poquito más por la periferia en lugar de quedarse en San Isidro”.

La cooperativa se dedica a la fabricación de cerraduras de precisión utilizadas por las entidades bancarias y financieras. Es la única en Sudamérica que fabrica ese tipo de cerraduras. La ex Rench se declaró en quiebra en 2013 pero sus trabajadores decidieron seguir adelante.

La senadora por el Frente Renovador Micaela Ferraro sigue de cerca el caso de Cerraduras. “Entre pagar la expropiación -como se comprometieron los cooperativistas- y el veto hay matices. Hay otras opciones para que la fábrica siga produciendo como incorporar más trabajadores o más clientes (tienen al Banco Nación pero no el Banco Provincia, por ejemplo)”, explicó a Cosecha Roja.

“La expropiación fue votada por unanimidad. Por diputados y senadores. No se entiende por qué la vetaron”, contó a Cosecha Roja Adrián Granada, presidente de la Cooperativa de Trabajo Presidente Néstor Kirchner. “Hay por lo menos cuatro recuperadas cuyas expropiaciones fueron votadas por la Legislatura. Si te fijás en el Boletín Oficial, el argumento del veto es casi idéntico. Hasta parecen fotocopias”.

Conocida como ex Raimat, la Néstor Kirchner es una fábrica metalúrgica ubicada en Bernal. En 2002, los dueños abandonaron la empresa y nunca más pagaron los sueldos de los trabajadores. Hoy la cooperativa tiene 70 miembros y se dedica a fabricar tapas metálicas para envases de todo tipo. Sin embargo, hoy no todos ocupan su puesto en la fábrica. “La crisis económica es fuerte así es que aquellos compañeros que pudieron encontrar otra cosa, pidieron licencia. De esa manera no se carga tanto la cooperativa. Cuando la cosa mejore, los volvemos a convocar”, explica Granada.

La misma situación la sufren los trabajadores de Acoplados del Oeste, ex Petinari. El proyecto de ley fue votado por unanimidad por Diputados y Senadores a mediados de 2016 pero a última hora la gobernadora Vidal vetó la expropiación. “Nuestro veto salió al mismo tiempo que el del Hospital de Lavallol”, dice a Cosecha Roja Jorge Gutiérrez, delegado de ADO. De un día para el otro, los dueños de la empresa, Pedro Petinari e hijos, despidieron a 60 de los 180 trabajadores luego de un conflicto por la falta de pago de aguinaldos y vacaciones. A las 24 horas redoblaron y despidieron a 90 más. “Los que quedamos tomamos la empresa y después de un tiempo armamos la cooperativa. Hoy somos 110 compañeros los que trabajamos acá”.

Las tres cooperativas hoy están produciendo luego de renegociar las deudas con los acreedores y de asegurar la materia prima que necesitan para seguir. “Nosotros nos dedicamos a todos los accesorios de los camiones. Hoy tenemos trabajo por suerte, la mayoría son reparaciones. El punto es que no tenemos habilitación y entonces no podemos hacer trabajos para los municipios”, dijo Gutiérrez. “A nosotros se nos hace cuesta arriba -contó Asuaro-. Entran productos muy baratos desde los Estados Unidos y no podemos competir con eso”. Hoy las instalaciones de esa fábrica están hipotecadas pero los cooperativistas ya se sentaron a hablar con los dueños. “Hasta nos hicieron un plan de pagos a tres y a ocho años”.

Es distinto el caso de ADO. Sus trabajadores la llevaron a concurso y hoy están esperando la quiebra. “Sabemos que los Petinari se sentaron a hablar con Vidal y aunque tenemos una mínima esperanza, en estos días ya empezaremos a viajar a La Plata para hablar con los legisladores”, dijo Gutiérrez.

“La expropiación fue impulsada por la legisladora del FpV-PJ Evangelina Ramírez y desde entonces estuvimos creciendo. Sólo esperábamos que se transfirieran el predio y las máquinas pero no fue así. Ahora vence el plazo de 90 días para el desalojo y no sabemos qué va a pasar”, explicó Granada. Ni él ni el resto de los trabajadores saben quiénes son los verdaderos dueños. “Si lo supiéramos sería otro el panorama”, agregó. “Sabemos que el presidente de la empresa vivía en Misiones en el medio de la nada y que la manejaba con testaferros. A nosotros nos dejaron colgados con una deuda de ocho meses de sueldo, aguinaldos, vacaciones. Es a todas luces un fraude laboral”.

Para la senadora Ferraro, “el veto se da en un contexto social y económico de achicamientos, de no crecimiento del empleo, de trabajadores despedidos. Eso define la política pública del veto”. Ahora las cooperativas están con dificultades para planificar a mediano plazo la compra de material. Es una situación de incertidumbre pero están organizados: “saben que no pueden abandonar la lucha y que no están solos”.

El próximo paso es esperar que comience el período legislativo la primera semana de marzo y volver a comenzar el camino: hablar uno por uno con los diputados y senadores y llegar a la votación con un compromiso de acuerdo.

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Con las asociaciones también. En la casa de la Asociación Pantalón Cortito viven 70 chicos. Allí también muchos jóvenes y adultos aprenden algún oficio y forman pequeñas cooperativas que les permiten subsistir. Algunos plantan y cosechan tomates. Otros se dedican a las flores. “Detrás de cada niño hay una familia por eso nuestro trabajo se fue ampliando. Empezamos con los chicos para después capacitar a los adultos”, contó a Cosecha Roja Marcelo Ballesteros, abogado de la asociación.

Ballesteros está sorprendido. El veto de la gobernadora Vidal también llegó a las organizaciones de base. “Venimos trabajando desde los ’90 con los chicos y en un momento nos pusimos a buscar un espacio. Encontramos una sociedad anónima que se había disuelto en los ’60 en Abasto, entre la Ruta 2 y la 36. Y nos instalamos”, explicó el abogado. “La idea de titularizar la posesión de la tierra estuvo siempre. Pero por acá hay muchos especuladores inmobiliarios. Entendemos que eso es lo que empuja al veto de la gobernadora. Gente que paga a personas para que se instalen en la tierra, la tomen. Luego le pagan dos monedas y ellos las venden a cifras astronómicas. Vidal se asusta y veta”. El abogado cree que es posible que en los próximos días tengan novedades. “Vemos con mucha preocupación la actitud de la gobernadora. Nosotros tenemos muchos años de trabajo muy sólido y además hay mucho dinero de la provincia invertido aquí. La verdad es que no entendemos”.

Fotos: gentileza de las cooperativas ADO y Presidente Néstor Kirchner.