El viernes pasado, trabajadores de la construcción del Centro de Integración Comunitaria que funcionará en el Hospital Posadas encontraron restos óseos en el terreno que limita con la calle Cacique Catriel. Las autoridades del centro médico hicieron la denuncia y los antropólogos forenses rastrearán la zona para investigar si los restos encontrados pertenecen a las víctimas de tortura y homicidio del antiguo centro de detención “El Chalet” que según la CONADEP funcionó allí durante la última dictadura militar.
El director del hospital Pablo Bertoldi confirmó el hallazgo de “elementos de probable origen óseo” y dijo que “se encuentran informadas las autoridades: Gustavo Peters Castro, presidente del Archivo Nacional de la Memoria y Santiago Cantón, secretario de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires”.
“Todavía no sabemos si son de desaparecidos. Hay que esperar lo que digan los antropólogos. De ser de algún desaparecido que pasó por ese centro clandestino, tiene relación con Muiña”, dijo a Cosecha Roja Zulema Chester, hija de Jacobo Chester, secuestrado en el Posadas el 27 de noviembre de 1976.
El equipo jurídico del hospital hizo la denuncia en la Policía Federal y en el juzgado de turno de Morón, quienes cercaron la zona. La instrucción del caso es parte de la causa del Primer Cuerpo de Ejército y que involucra al centro clandestino “El Chalet”. Está a cargo del juez Daniel Rafecas.
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La madrugada del 28 de marzo de 1976 un operativo militar comandado por Reynaldo Bignone con tanques y helicópteros ocupó el Hospital Posadas de Haedo. Ocho meses después, el Coronel Médico Julio Esteves como director militar del Posadas creó un grupo de choque llamado “SWAT”como seguridad interna del hospital. El militar contrató a Argentino Ríos y Luis Muiña para organizar el grupo parapolicial integrado por diez personas. Detuvieron a los trabajadores, los privaron de su libertad y los torturaron en el centro clandestino de detención “El Chalet” que funcionó en el mismo centro de salud.
En 2011 el juez Rafecas los procesó por los homicidios de Jacobo Chester y Jorge Mario Roitman, empleados del Hospital Posadas, secuestrados y torturados en “El Chalet”.
Luis Muiña fue condenado en 2013 a la pena de trece años de prisión como coautor del delito de privación ilegal de la libertad cometido por funcionario público con abuso de sus funciones o sin las formalidades prescriptas por la ley, agravado por el uso de violencia o amenazas, en concurso ideal con el delito de imposición de tormentos en relación con las condiciones de cautiverio impuestas, en concurso real con el delito de imposición de tormentos por un funcionario público al preso que guarde, reiterado en cinco oportunidades en perjuicio de Gladys Evarista Cuervo, Jacobo Chester, Jorge Mario Roitman, Jacqueline Romano y Marta Elena Graiff.
El caso de Muiña fue elegido por la corte Suprema para aplicar la derogada ley del 2×1 para un delito de lesa humanidad, según el criterio de los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Elena Highton de Nolasco.
La norma beneficia a los represores que llevan al menos dos años de detención, y establece que cada día que pasen sin sentencia firme se computará doble. El fallo de la Corte aún no fue revisado tras la modificación de la ley de 2×1 hecha por el Congreso.
La defensa de Muiña consiguió el sobreseimiento en 2016 cuando la justicia consideró válido el argumento de que el represor estaba siendo juzgado dos veces por los mismos hechos, en contra de las garantías constitucionales. Este año la Sala IV de la Cámara de Casación revocó la decisión y señaló que los homicidios fueron hechos independientes del secuestro y las torturas. El represor fue detenido el Junio pasado e irá a juicio oral por los asesinatos de Chester y Roitman el 13 de marzo de 2018.