Por Mariel Caylá
Libertad Aranguez quiso postularse para concursar en la nueva edición del Salón Regional Vendimia, en Mendoza, pero el sistema no la dejó concretar la inscripción: el número de su CUIL no coincidía con su identidad de género. Libertad tuvo que exponerse para reclamar su derecho y denunciar una injusticia más hacia la comunidad trans.
El sistema que proponía el salón para la carga de datos fue el sistema Tickets, donde la persona que se postula debe completar con su DNI, CUIL, nombre y datos técnicos de la obra. Cuando Libertad, artista visual mendocina, completó los requerimientos, el sistema le mostró un cartel con la leyenda “ERROR: CUIL no corresponde con el DNI”. Libertad intentó nuevamente registrarse marcando la opción de género “otrx” y “masculino”, pero tuvo el mismo inconveniente.
Ante esta situación, la artista recurrió al envío de un documento PDF con los requisitos de postulación y advirtió sobre el problema con el formulario de inscripción. Estaba en tiempo límite de la convocatoria. La respuesta que recibió fue casi con la misma automatización que el sistema tickets: “Hola. Lamentablemente la inscripción es a través del formulario. La publicación del Salón está desde el 28 de octubre, seguramente si tuviéramos más tiempo lo arreglamos, pero el salón ya cerró. Te esperamos a que te presentes en los proyectos expositivos para el ECA, están por salir las bases del mismo. Saludos”
En su denuncia por redes sociales, Libertad dice que “concursar es un derecho, no un privilegio. Todxs lxs participantes contaban con el mismo plazo y probablemente un gran número presentó su propuesta artística al mismo tiempo o incluso después que yo y fue perfectamente admitida, pues por no tratarse de personas trans, no tuvieron que superar un escollo adicional ni luchar contra un sistema informático discriminatorio y vetusto. Además, la lógica de exigirme una mayor previsión y una antelación especial en la presentación de mi propuesta solo por el hecho de ser trans, constituye no solo una palmaria e indignante discriminación, sino que funciona de manera exactamente opuesta a como exige la ley que obliga a la administración a adaptar y flexibilizar sus procesos y a tomar medidas de acción positiva frente a estos casos. No me gusta pensar que soy la primera. Me gusta pensar que soy la última que tiene que atravesar por una desigualdad y una injusticia.”
¿Por qué es una situación de desigualdad?
Además de artista visual, Libertad estudia abogacía. Es muy consciente sobre los derechos humanos que se violan sistemáticamente y pasan inadvertidos muchas veces.
Estuvo por presentar un recurso de revocatoria del acto tácito de rechazo, referido al mail, por ser violatorio de las normas administrativas y los derechos a la libre concurrencia, legalidad, igualdad de oportunidades, razonabilidad y de la obligación de adaptar y flexibilizar los procesos administrativos y a tomar medidas de acción positiva frente a la Ley 26.746 de Identidad de Género.
El Ministerio de Trabajo, en su resolución 286/2021, dispuso que la Clave Única de Identificación Laboral (CUIL) ya no identificarán género en su codificación y exigió a la ANSES y a AFIP adecuar sus sistemas informáticos en concordancia el nuevo carácter genérico y no binario en términos de sexo/género.
Libertad decidió no presentar esa denuncia ya que el 28 de diciembre, dos días después del cierre de la convocatoria, le enviaron un segundo mail donde le pedían disculpas por no atender su reclamo a tiempo y le informaron que le reconocían su participación en el Salón. Ella aceptó las disculpas y el reconocimiento a su derecho de participar en el concurso. El desgaste emocional, físico y mental de enfrentar todos los días este tipo de estigmatizaciones y violencias no se lo restituye nadie.
Transformar el arte, transformar todo
“El arte ha sido un lugar seguro para expresarme y entiendo a la expresión como un derecho humano básico”, expresa al principio de su relato en redes sociales. Libertad sabe que nadie ni nada le puede arrebatar eso. “Estoy contenta de participar, pero lo que deseo realmente es ser la última en vivir esta injusticia. Y por eso quiero agradecer a todes y les convoco a hacer arte, cualquier tipo y a no callarse ante desigualdades que no son personales sino colectivas”, dice en otro post de su Instagram.
Desde el vamos, las condiciones y posibilidades que tiene una persona trans están en desventaja. Después de la discriminación, la obra que Libertad eligió para postular en el Salón Vendimia mutó “Es mi primer autorretrato, el primer encuentro conmigo misma. Y ahí, más que un texto poético como suelo hacer, viajada en académica o tomando autores, lo que hice fue relatar lo que estaba viviendo en ese momento de angustia, de caos, de improvisación. Y ser sincera y transparente en cuanto a por qué me quería visibilizar, por qué es importante visibilizarnos. Cuántas de nuestras voces, por lo menos las trans, han sido ocultadas en la historia”, concluye la artista.
Una trayectoria con orgullo
Libertad Aranguez es mendocina y orgullosa trans. Su obra se inspira en la poética del material, su transformación, cotidianidad, fragilidad y finitud.
En 2021 expuso su obra en el Centro Cultural Néstor Kirchner, de Buenos Aires, luego de haber sido seleccionada en la primera edición del Premio 8M, del ministerio de Cultura de la Nación, junto con el ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad y el Palais de Glace.
Participó en muestras individuales y colectivas en diversos espacios en Mendoza, Buenos Aires y Córdoba.
Recientemente recibió una Mención de Honor en la categoría textil en el 110° Salón Nacional de las Artes Visuales y fue convocada por el Palais de Glace para participar en el ciclo Bitácora Travesti Trans Latinoamericana, un proyecto ideado y dirigido por Marlene Wayar.
