Cosecha Roja.-
– ¡Me voy a morir, me voy a morir!- gritó Verónica.
Tenía la cara llena de sangre, cuchilladas en el cuello y en el abdomen. La adolescente de 17 años acababa de escapar de lo de su novio Matías Castillo, que la había apuñalado. Ella se quería separar y él la atacó. “Ayudame, por favor”, le dijo a un vecino que pasaba y después se desvaneció. Detrás suyo salió Castillo cortándose los brazos con un cuchillo.
La mamá del joven llamó a la policía: había escuchado discutir a la pareja desde el primer piso de la casa de Juárez y Bonifacini, en el partido de San Martín. Eran más de las seis de la tarde cuando llegaron dos patrulleros del Comando de Prevención Comunitaria y se acercaron a Verónica para asistirla.
– ¿Qué estás haciendo?- le dijo un oficial a Castillo.
El adolescente de 19 estaba sentado en el cordón de la vereda en estado de shock. Se había hecho cortes con un cuchillo. El policía lo vendó y, como la ambulancia tardaba, los oficiales decidieron llevar a la pareja al hospital en el patrullero. En el camino ella alcanzó a contar que Castillo la había atacado a cuchillazos.
Los médicos dijeron que ella tenía heridas en la cabeza, cuello, tórax, abdomen, brazos y piernas. Perdió tanta sangre que no pudieron salvarla. A él lo curaron, se recuperó y quedó detenido. La policía secuestró el arma.
Esta tarde Castillo se negó a declarar ante el fiscal Fabio Cardigonde de la Unidad Funcional de Instrucción 7 de San Martín, que esperaba el informe de los peritos médicos. Busca determinar si algunos de los cortes del adolescente se los hizo Verónica. La causa que investiga la justicia quedó caratulada como “homicidio agravado por el vínculo”.
***
Chiara Páez cumplió 14 años tres días antes de desaparecer. Vivía en Rufino, Santa Fe. El sábado 9 de mayo a la noche se hizo una escapada para ver a su novio M, de 17. Nunca volvió: la encontraron enterrada en un pozo de 80 centímetros de profundidad en el fondo de la casa del adolescente. Él se entregó.
El femicidio de Chiara provocó que se retomara la consigna #NiUnaMenos. “Ahora fue Chiara. Antes fueron Ángeles, Lola, Melina, Wanda y tantas otras”, escribieron en las redes las organizadoras. Mañana se cumple un mes de la masiva movilización que desbordó Plaza Congreso.
De los 277 femicidios de 2014, 23 víctimas y 11 victimarios eran adolescentes, según la Asociación Civil La Casa del Encuentro. Otras 82 mujeres tenían entre 19 y 30 años, como Gabriela Romina Zurtita. Tenía 21 y vivía con sus hijos de 5 y 4 años y 6 meses en Merardo Cuellar al 2500, en Salta. La encontró la policía tirada en el piso. Le habían dado un golpe con un bloque de cemento. Según los médicos tenía un “traumatismo con aplastamiento de cráneo en estado grave”. Los investigadores buscan a su pareja, que está prófugo.
Fotos: Facundo Nívolo
[Nota publicada el 1/7/2015]
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