Una mujer de 21 años se descompuso en su casa de Río Cuarto y fue trasladada al Nuevo Hospital San Antonio de Padua. Los médicos descubrieron que la infección había sido provocada por un aborto clandestino. Apenas habían pasado ocho días desde el rechazo en el Senado al proyecto de aborto legal, seguro y gratuito. Una vez recuperada, la chica denunció al médico peruano Mariano Roldán Tafur. El médico y la joven fueron imputados. “Hoy por hoy el aborto es delito, eso dice el Código Penal, más allá de todas las posturas”, dijo el fiscal Fernando Moine.
“Yo no hago abortos, trabajo sobre lo que está mal hecho”, dijo el médico en una entrevista con un noticiero local. Roldán Tafur contó que la primera vez que atendió a la chica ella estaba embarazada y le pidió pastillas para abortar. Después la volvió a atender unos días después: “Se ha puesto una pastilla que le ha provocado un poquito de hemorragia. Se le hizo un legrado”, explicó.
El fiscal pidió el allanamiento del consultorio, donde secuestraron instrumental y una computadora. Después de tomarle declaración indagatoria a la chica decidió imputarla a ella y al médico. “La maniobra abortiva fue practicada en Caseros al 200 y evidentemente habría sido mal practicada porque la mujer sufrió una infección y por eso pidió auxilio y fue derivada al Hospital”, explicó el fiscal, según publicó el diario La Voz del Interior.
Unos meses antes el médico había sido señalado por los medios por practicar abortos clandestinos.
Un policía que supuestamente se negaba a que su pareja interrumpiera su embarazo la atacó frente a la clínica y el médico llamó a la policía. Aunque no hubo ninguna denuncia penal en su contra en algunos medios locales lo acusaron de practicar abortos clandestinos.