Zulema Soto es una vecina y reconocida militante territorial de la localidad de Francisco Álvarez, en el partido de Moreno. El 16 de noviembre de 2017 cuatro hombres vestidos de policías entraron en su casa. La mujer estaba sola.
—Dónde está la plata. Te vamos a matar —le gritaban.
La violaron y la torturaron: la hicieron caminar sobre vidrios de botellas rotas, le ataron una soga al cuello y le pegaron en todo el cuerpo hasta dejarla inconsciente. Se fueron porque creyeron que estaba muerta.
Los hombres se movían como policías. Tenían pistolas 9mm y tonfas. Buscaban un dinero que no había en la casa. Dos días antes, el hijo de Zulema había sido víctima de una salidera bancaria cuando retiró del banco parte de la indemnización por un accidente laboral ocurrido hace algunos años. Después del robo, el joven y su madre fueron a la comisaría primera de Moreno para hacer la denuncia.
La hipótesis inicial de la fiscal Luisa Pontecorvo es que habían sido ladrones disfrazados. Zulema está segura que eran policías: solo los agentes de la comisaría de Moreno donde la mujer había denunciado junto a su hijo la salidera bancaria tenían información sobre el monto que al joven le quedaba en el banco. En una rueda fotográfica entre más de cuarenta agentes de la comisaria realizada a pedido de la querella, Zulema reconoció a dos de los atacantes: los policías Daniel Riquelme y Leonardo Torazzi.
La fiscal pidió que se tomaran huellas dactilares y muestras de sangre, pero no pidió la detención de los efectivos, que continúan prestando servicio en la policía Bonaerense. “Como familia tenemos miedo. Nos fuimos de nuestras casas. Mi hermano recibió amenazas y a mí me sacaron fotografías”, contó Rulo, el hijo de Zulema a la revista Cítrica.
El movimiento de mujeres realizó tres marchas en Moreno para visibilizar el caso. Recorrieron las sedes de las instituciones a las que responsabilizan por la impunidad del caso: municipio, comisaria, banco y fiscalía. Hoy a las 18hs, al cumplirse dos meses del ataque, se realizará una nueva convoctaria en el Espacio Político Cultural El Churqui, en la calle Joly 2637, en Moreno.
“Lo que sucedió aquí no fue más que un hecho planificado y llevado adelante con alevosía, amparándose en la supuesta impunidad otorgada por el sistema patriarcal y la chapa estatal visible en varias de sus aristas (represiva, financiera, judicial y política)”, sostuvieron desde el colectivo Familiares y Amigxs de Zulema Soto, quienes exigen que la Policía Bonaerense sea apartada de la investigación y se ordene la detención de los efectivos sospechados.
Y agregaron: “En épocas de movilización popular contra la violencia machista, misoginia y los femicidios, hacer real la reivindicación por el Ni una Menos en nuestros territorios es una necesidad y lograr que se cumplan las leyes de protección y de prevención de las violencias hacías las mujeres y feminidades, una urgencia. Cueste lo que cueste y caiga quien caiga. Incluso aquellos sujetos que son los responsables (por ser funcionarios del Estado) de velar por nuestras vidas y nuestros derechos”,