Cristian Medina tenía 17 años y era gay. Vivía con su mamá y su hermano en el barrio San José, en el límite que divide los partidos de Lomas de Zamora y Almirante Brown, a la vuelta de la comisaría tercera de Brown. Estudiaba en la escuela número 77 de Lomas.
El 9 de marzo, quince días después de que muriera su papá, Cristian le dijo a su mamá que se iba a tomar unos mates a la casa de una amiga. Salió sin SUBE y sin plata. Nunca volvió.
Pasadas unas horas, la madre de Cristian intentó hacer la denuncia en la comisaría tercera de su barrio pero le dijeron que no era ahí donde correspondía hacerla. Recién tres días más tarde se la tomaron en la comisaría sexta de Lomas de Zamora.
El martes de esa semana le avisaron a la familia que vecinos de villa La Cañada, Quilmes, encontraron un cuerpo que coincidía con la descripción de Cristian. Estaba en un descampado cerca del arroyo San Francisco. Degollado y con signos de abuso sexual. Su hermano y su madre tuvieron que ir a reconocerlo a la morgue. Y lo confirmaron: era Cristian.
“Cristian era un nene pobre, de un barrio pobre. Estaba en una situación de extrema vulnerabilidad. La escuela viene ayudando a la familia económicamente desde hace un año”, contó a Cosecha Roja un referente de la escuela N°77 y agregó: “Era un nene súper tímido y no salía mucho. Le costó mucho aceptar su sexualidad y la escuela intervino para contarle a los padres”.
La mamá de Cristian hace un mes que no sabe nada del estado de la causa del crimen de su hijo. “Hace un mes que la fiscal a cargo, Ximena Santoro, no atiende los llamados de la madre de Cristian. El comisario Fabián Alarcón, Jefe de la Departamental de Seguridad Quilmes, fue apartado del caso por parte de la Fiscalía N°7 por estar acusado de desviar la investigación con pruebas falsas”, contó el mismo referente.
La familia teme que la causa sea cajoneada y por eso convocó mañana a las 10 a una marcha frente a la Fiscalía N°7 de Quilmes. El centro de estudiantes de la escuela a la que concurría Cristian, sus compañeros y vecinos asistirán para reclamar justicia.