En lo que va del año se registraron al menos 59 feminicidios en Perú. Miles de personas recorrieron las calles de Lima hasta el Palacio de Justicia para protestar contra la violencia machista. También marcharon en otras ciudades.
El jueves 3 de agosto, una niña fue asesinada de un balazo en la cabeza por un chico cuatros años mayor, a quien conoció por Facebook. El cuerpo fue hallado por el trabajador de un hotel del distrito limeño de El Agustino, adonde había ingresado sin que nadie le preguntara la edad. La niña, dos noches antes, le había dicho a su madre que iba a visitar a su abuela. Y así salió de la casa y no volvió más. Tenía 11 años.
Siete días después, a más de 20 horas de Lima, otra niña fue víctima de la violencia machista que sufren cientos de peruanas. En la provincia serrana de Juliaca, Puno, al menos cinco jóvenes transmitieron en vivo por Facebook la violación que cometían en contra de ella. De fondo se veían las bebidas alcohólicas, y se oían amenazas y frases obscenas. El vídeo termina con la imagen de la muchacha en medio del llanto.
En lo que va de 2017, la justicia ha investigado 48 casos de feminicidio en Perú, según datos del Observatorio de Criminalidad del Ministerio Público. También se han registrado 123 intentos de feminicidio, de acuerdo al Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables. Las cifras han aumentado en relación a las del año pasado.
Para gritar Ni Una Menos, y por segundo año consecutivo, las mujeres peruanas marcharon el sábado en dirección al Palacio de Justicia, ubicado en el Centro Histórico de Lima.
Eva Machado, una de las voceras del Movimiento Ni Una Menos, explicó que la situación de la violencia contra la mujer no ha disminuido tras la primera marcha: “Si bien se logró visibilizar esta problemática, todos los días amanecemos con noticias terribles de feminicidios, violaciones sexuales, mujeres quemadas vivas por sus parejas porque no aceptaban terminar una relación”.
Desde que asumió el nuevo gobierno de Pedro Pablo Kuczynski se han tomado acciones como la apertura de más Centros de Emergencia Mujer, pero son aún insuficientes. “El trabajo del Ministerio de la Mujer es como el de un bombero solo frente a un incendio”, dijo Machado en una entrevista. Según ella, este es un problema cultural que no tiene prioridad: “Somos una sociedad machista”.
Otro problema, explican la Defensoría del Pueblo, el Ministerio de la Mujer y abogados consultados, es que las autoridades no atienden las acusaciones de las mujeres. Usan preguntas sexistas y revictimizan a las mujeres afectadas. Y en los casos narrados al inicio, tanto el de la niña asesinada como el de la joven violada, los agresores continúan prófugos.
*Fotos por Hernán Hernández.
** Este artículo se realizó en el marco de la Beca Cosecha Roja.