Jonathan Castellari es integrante del Ciervos Pampa, el primer equipo de rugby de América Latina que promueve la diversidad sexual. Hace un mes staba fumando en el estacionamiento de un McDonalds cuando ocho jóvenes lo atacaron. “Puto”, le gritaban mientras le pegaban. Terminó en el piso bañado de sangre. A partir del análisis de las cámaras de seguridad del local de comidas, la fiscal Paula Asaro logró identificar a seis de los agresores: cinco de ellos fueron detenidos ayer acusados de “tentativa de homicidio”.
Los detenidos son los hermanos Alejandro y Gastón Trotta, Juan Ignacio Olivieri, Facundo Curto y Jonatan Antony Romero Escobar. Los investigadores lograron identificar a un sexto integrante del grupo y están intentando hacer lo mismo con los dos restantes.
“Este sería uno de los primeros casos donde se tiene en cuenta la condición sexual como agravante, que se incorporó en 2012 al delito de homicidio y lesiones”, contó el abogado Gastón Llorent a Perfil.com.
La madrugada del 1 de diciembre los cinco detenidos y otros tres amigos comenzaron a insultar a Jonathan, de 25 años, y a un amigo mientras esperaban el pedido en un Mc Donalds del barrio porteño de Palermo. Cuando Jonathan salió a fumar al estacionamiento uno se acercó, lo abrazó por el cuello y lo alejó del lugar. Ahí aparecieron los otros siete y le pegaron piñas y patadas mientras lo insultaban.
“Me vi en el piso bañado de sangre, completamente indefenso. Me pegaban piñas y patadas, mientras me decían ‘comé por puto’, ‘tomá, puto de mierda’. Hay un grito que nunca voy a olvidar: ‘Hay que matarlo por puto’. “Pensé que no iba a contar lo que pasó”, escribió Jonathan en su Facebook después del ataque.
Una enfermera que estaba en el local le dio los primeros auxilios y junto al amigo lo llevaron al sanatorio Güemes, donde estuvo cinco días internado. Sufrió un fractura en el pómulo derecho y casi pierde un ojo.
Días después del ataque, cientos de personas se reunieron frente al Mc Donalds como muestra de solidaridad y para exigir políticas públicas contra la homofobia. “No te calles, no seas cómplice”, escribió Jonathan en su muro de Facebook. “La homosexualidad no es una enfermedad y la homofobia es una forma de odio que se inculca mediante la discriminación. Ser gay es algo innato en nuestras vidas: queremos vivir sin tener miedo de salir a la calle”.