Por Redacción – Cosecha Roja

No hubo acuerdo en la Cumbre de las Américas para iniciar un análisis profundo sobre la despenalización de las drogas. La pronta negativa de Barack Obama a debatir  y avanzar en la problemática, provocó que la cuestión fuera quedando en el olvido a lo largo de todo el encuentro regional realizado en Cartagena de Indias, Colombia.

El sábado, en la primera Cumbre Empresarial de las Américas que contó con la participación de Obama, Juan Manuel Santos y Dilma Rousseff, el presidente estadounidense había sido muy claro sobre la despenalización: “Personalmente, mi posición y la de mi administración es que la legalización no es la respuesta. Habría un comercio masivo de drogas y si no existen límites las condiciones podrían ser más dañinas que las que existen en este momento”.

Como contrapartida, Santos, quien en varias ocasiones ya planteó la necesidad de dialogar sobre la problemática, explicó: “Creo que llegó el momento de analizar si lo que estamos haciendo es lo mejor que podemos hacer, o podemos encontrar otra vía más efectiva y menos costosa”.

La decisión final de la cumbre fue trasladar el debate a la Organización de Estados Americanos (OEA) y encomendarle un estudio que recomiende cuáles son los caminos a seguir. Si bien Santos recalcó, al finalizar el encuentro, que hubo una coincidencia general en la de analizar los resultados de la actual estrategia de combate contra las drogas y explorar nuevos enfoques, la sensación que quedó fue que se intentó evadir la cuestión para un futuro.

De esta manera, quedaban claras las dos posturas. Por un lado, la idea de avanzar hacia una política diferente para enfrentar el consumo de drogas por parte de la mayor parte de los países de América Latina. Por otro lado, la postura de Estados Unidos en contra de la legalización.

Las posiciones encontradas respecto de la participación de Cuba en las discusiones y la falta de consenso sobre el apoyo a la soberanía de las Malvinas, hizo que se pospusieran definiciones de suma relevancia y que no se llegara a ningún acuerdo para formular políticas regionales conjuntas, al punto de que no hubo una declaración final por parte de los 31 presidentes reunidos.

El presidente uruguayo José Mujica resumió lo sucedido y dio a entender que se avanzó muy poco en las cuestiones esenciales: “Los dos temas políticos más importantes de la cumbre son en realidad lo que no se declara”. En ese sentido, Pepe añadió que las coincidencias que hubo entre todos los jefes de estado fueron en puntos bastante obvios como la desigualdad, la pobreza y el desarrollo.

Ausencias

Tal vez no haya sido el encuentro regional esperado por todos los presidentes. La foto habitual de la cumbre contó con varias ausencias. Hugo Chávez, presidente de Venezuela, había cancelado a última hora aduciendo problemas de salud. Rafael Correa,  presidente de Ecuador y Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, no participaron para mostrar su repudio a la exclusión de Cuba. Tampoco estaban Michel Martelly de Haití y Ollanta Humala de Perú, que no se presentaron informando que tenían que atender otros asuntos en sus países.

Foto: vocero.com