Después de que Carla Soggiu, la chica de 28 años que estaba desaparecida luego de accionar dos veces un botón antipánico en Pompeya, apareciera ahogada en el Riachuelo, Marina Benítez Demtschenko, abogada y presidenta de la fundación Activismo Feminista Digital, difundió en sus redes los límites del botón antipánico.
Marina es víctima de violencia por parte de su ex pareja, Sebastián Horacio Masi, quien durante un año y medio se hizo pasar por ella en redes sociales, viralizó fotos íntimas y la acosó innumerables veces. Masi tiene nueve causas penales iniciadas, pero sigue libre y trabajando en el ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires.
Acá la cara de mi agresor. Ni está detenido, ni nunca lo estuvo.
A pesar de ya transitar casi 5 años de desgaste ante la Justicia de La Plata (Fiscal: Alvaro Garganta – Ufi 11) Estoy esperando que eleven de una vez por todas, la causa a juicio oral https://t.co/IVLRwtu9FQ— Marina Benítez Demtschenko (@marbendem) 20 de enero de 2019
En este hilo de Twitter, que transcribimos acá, ella contó su experiencia con el botón antipánico:
“No saben lo desesperante que es reaccionar a tiempo para usar el botón antipánico. No todos tienen geolocalización. Algunos, como el que me dieron a mi, te piden enviar texto con la dirección exacta donde estás y la razón del auxilio pedido. Para ese entonces, ya no sirve…
Yo tuve suerte en las 4 veces que lo activé, contra mi agresor con 9 causas por violencia de género (Sebastián Horacio Masi), porque lo vi venir de frente y en tres ocasiones yo estaba adentro de mi auto, el que conoce perfectamente y venía siguiendo.
En las 4 ocasiones, tuve tiempo de llamar al 911 también. Lo hice para asegurarme de que viniera la policía porque los botones antipánico en Provincia de Buenos Aires no te confirman que hayan efectivamente recibido el pedido de auxilio.
Tenés una opción para activarlo mediante llamada por teléfono (No texto como el que viene por defecto). Pero nadie te atiende, sólo les salta el aviso para ir a tu domicilio, el que vos denuncias cuando el juez ordena que te den el botón por seguridad.
Por ende si vos en la desesperación, llamas por teléfono en vez de mandar un texto, el móvil policial va a ir a tu domicilio. Si estás en la calle no sirve de nada. Tampoco se puede contar con este sistema si estas sin señal, o sin crédito.
Las mujeres que vivimos amenazadas de vida por un agresor, a veces contamos sólo con segundos para pedir auxilio. Tienen que mejorar este sistema. No sirve. Y con el presupuesto pobrísimo para políticas públicas contra la violencia hacia las mujeres que este país destina, no hay forma de que se implementen tecnologías de avanzada ni todo lo que la mayoría propone.
El botón antipánico sólo sirve eventualmente, para acreditar el momento límite con riesgo de vida que enfrentamos cuando lo activamos. Lo que termina siendo más usual que lo que se cree.
Nunca me voy a olvidar la pantalla de esa computadora cuando fui a tramitar el mío. Un empleado visualizando cada alerta por activación de botón. No se pueden imaginar lo que era eso en tiempo real. Y solo en La Plata, Berisso y Ensenada. “No damos a basto”, me dijo.
Además, las que tenemos botón antipánico, cada 6 meses tenemos que ir a renovarlo. “Algunas no vienen más, y nos preguntamos… estarán vivas?” Eso me contaba. Le agradecí el dato y me quedé con esta frase… porque es cierto: quizás muchas mujeres ya no estén.
Hay dos empleados en la oficina. Que se alternan para atender a las que vamos a tramitar el botón antipánico. Dos varones. Son cordiales y respetuosos. Los dos te enseñan cómo usarlo. Cuando me dijeron que era por texto, mi reacción fue inmediata y concluyeron: “es lo que hay”.
Yo acá estoy contando mi experiencia en el uso de botón antipánico. Que sólo motivó 4 expedientes por desobediencia judicial (que es delito) de Masi, mi agresor. Ninguno de esos expedientes tuvo sentencia contra él.
Masi sigue transitando libre en La Plata y yo, con el teléfono siempre en mano. Esperando tener una reacción lúcida, clara, firme y determinada para mandar el texto de auxilio si llego a verlo nuevamente viniendo hacia mi.
Muchas son las que no llegaron a activarlo. O las que lo activaron y esperaron un auxilio que nunca llegó. O que llegó tarde. El botón antipánico tiene que tener una tecnología en que a las víctimas no se nos pidan artimañas que en segundos, no podemos lograr.
Este “marcado rápido”que te sugieren es (ver anterior tuit) para mandarte patrullero a tu domicilio. Yo estaba en la zona de mi trabajo. Este mensaje fue mi anteúltimo uso del botón antipánico. Así tenemos que hacer, mientras las manos te tiemblan y se entrecorta la respiración.
Este “marcado rápido”que te sugieren es (ver anterior tuit) para mandarte patrullero a tu domicilio. Yo estaba en la zona de mi trabajo.
Este mensaje fue mi anteúltimo uso del botón antipánico. Así tenemos que hacer, mientras las manos te tiemblan y se entrecorta la respiración pic.twitter.com/jRqVS9Bbbc— Marina Benítez Demtschenko (@marbendem) 19 de enero de 2019
La única política pública eficiente contra la violencia hacia las mujeres, es la detención inmediata del agresor, el brevísimo proceso judicial y la cárcel efectiva. Cualquier otra cosa que se quiera implementar, es estirar el tiempo y favorecerlo al violento. Punto final”.
Acá, el hilo completo:
No saben lo DESESPERANTE que es reaccionar a tiempo para usar el botón antipánico.
No todos tienen geolocalización. Algunos, como el que me dieron a mi, te piden enviar texto con la dirección exacta donde estás y la razón del auxilio pedido.
Para ese entonces, ya no sirve…— Marina Benítez Demtschenko (@marbendem) 19 de enero de 2019