Por Doris Eunice Rosales Arévalo
Informe: Emiliana Cortona, Leticia Castro, Tania Contreras, Angela Valdivia, Alex Arévalo y Alexandra León.
Fotografía: Ernesto Ryan y Kaloian
El 10 de septiembre de 2020, en el negocio de café de la emprendedora salvadoreña Mariella Mencia solo se vendieron $19.25. Para entonces, el aislamiento obligatorio en El Salvador había terminado. Pero los pequeños negocios estaban lejos de comenzar a reponerse. “Acabo de llegar a la casa con la sonrisa más fingida y lo único que quiero es tirarme a la cama a llorar”, tuiteó la ingeniera en agronegocios. Y acompañó la frase con la imagen de un ticket con el registro contable de ese día. Mencia estaba triste, jamás había tenido un día así: “tan bajo”. Así, como el suyo, millones de pequeños negocios se vieron impactados brutalmente por la pandemia.
A un año de la llegada del virus, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) dijo que la Covid-19 provocó un aumento en los niveles de pobreza “sin precedentes en las últimas décadas” que impactó “fuertemente en la desigualdad y el empleo”. El Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) preveen, para finales de este año, que 860 millones de personas vivirán en situación de pobreza extrema —es decir, con menos de $1.90 diarios—. Y eso, apuntó Oxfam, una organización mundial que lucha contra la injusticia de la pobreza, “se reflejaría en los niveles de hambre a nivel mundial: el número de personas con desnutrición podría alcanzar los 827 millones”.
En países como El Salvador y Perú algunas personas extendieron banderas blancas como símbolo del hambre que estaban sufriendo. Al costado de las carreteras había personas ondeando camisas, sábanas o trapos como banderas. Eran llamados a la solidaridad en tiempos en los que se perdieron 26 millones de empleos en la región (según datos de la Organización Mundial del Trabajo (OIT)) mientras millones de personas fueron empujadas a la pobreza extrema.
En otros países, como Uruguay y Argentina, se instalaron o se hicieron más populares las ollas comunes. La gente compartía lo poco que tenía, en su mayoría comida donada, para no pasar hambre. Otros apenas lograron pasar los tiempos amargos con bonos o canastas básicas que repartieron los gobiernos, no siempre en las mejores condiciones. En El Salvador, por ejemplo, en medio de la crisis sanitaria, el gobierno entregó alimentos —a la población— con bajo valor nutricional.
Y así, mientras todo se venía abajo para los grupos más vulnerables, las grandes cadenas de supermercados —no sin algunos golpes— se beneficiaban. “En marcado contraste con la creciente miseria humana provocada por la pandemia, el sector de los supermercados ha sido en gran medida el ganador destacado de la crisis”. señaló Oxfam en su informe Not in This Together: How supermarkets became pandemic winners while women workers are losing out (No estamos juntos en esto: Cómo los supermercados se convirtieron en ganadores de la pandemia mientras que las trabajadoras salen perdiendo).
En muchos países, la gente corrió a los supermercados a abastecerse a medida que se extendía el anuncio de la llegada de la Covid-19 a sus territorios. Las largas filas se convirtieron en noticia y los estantes de algunas sucursales quedaron vacíos. Mientras tanto, muchos pequeños comercios, los más locales, se vieron en la necesidad —y a veces en la obligación— de cerrar.
Carmen Sánchez Silva, redactora del suplemento Negocios de El País de Madrid, llamó a los supermercados los “ganadores de 2020”. En España “se llegó a vender en una semana lo que en todo un mes”, explicó para ese artículo el director general de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas), Ignacio García Magarzo.
La pandemia modificó muchas cosas, incluidas las formas de consumo. “Los patrones de compra han cambiado de forma radical, pues visitamos menos los supermercados, pero cuando lo hacemos gastamos más, concretamente un 37%”, explicó la consultora británica Kantar en 2020. Las personas, además, destinaron dinero que antes de la pandemia correspondía a ocio y restauración de sus hogares a los gastos de alimentación, farmacia e higiene, según Kantar.
Al examinar los documentos financieros de las grandes cadenas de supermercados que tienen presencia en América Latina y El Caribe, y que suelen aparecer en los rankings, se puede encontrar evidencia del crecimiento que tuvo este rubro durante la pandemia.
En su informe, Oxfam señaló que los accionistas y propietarios de las cadenas de supermercados más importantes fueron algunos de los grandes ganadores de la pandemia. Esto, mientras las poblaciones vulnerables vinculadas a estos comercios se veían cada vez más desfavorecidas. “Desde Oxfam advertimos que durante la pandemia los supermercados que cotizan en bolsa distribuyeron el 98% de las ganancias netas a sus accionistas a través de dividendos y recompras de acciones. Mientras tanto, los trabajadores y productores, especialmente las mujeres, de todo el mundo, las personas que llamamos trabajadores «esenciales» o «de primera línea», han visto cómo sus ingresos se estancaron o incluso disminuyeron”, planteó la organización.
Los vencedores
Pricesmart (cuyos inicios se remontan a 1994) es, según su descripción de Linkedin, el operador más grande de clubes de depósito de membresía en Centroamérica, Colombia y el Caribe. Con sede en San Diego, California, tiene presencia en 13 países y cuenta con 49 almacenes, en los que se puede comprar desde alimentos para armar los tres tiempos de comida y snacks hasta implementos de ferretería y muebles para el hogar. Esta gran cadena cuenta con más de tres millones de tarjetahabientes. Sobre esta compañía, el editor de Forbes, José Caparroso, dijo que “entrar a un club de PriceSmart es como un viaje exprés a los Estados Unidos”. Ahí, solo pueden comprar personas que tengan la tarjeta azul, quienes pagan suscripción.
En 2020 Pricesmart percibió un aumento del 3.17% en sus ingresos brutos con respecto al 2019, es decir que sus ingresos aumentaron en 99.902 millones de dólares. Y en 2021, tuvo también un aumento del 8.48% con respecto al 2020, lo que representa un aumento por 275.989 millones de dólares. Lo que quiere decir que en dos años de pandemia, esta compañía aumentó sus ingresos en un 11.91%, que se traduce en 375.891 millones de dólares.
Cencosud es un consorcio chileno que abrió su primer supermercado en 1960. Sesenta y dos años después es uno de los conglomerados de retail más grandes de la región, con operaciones en Argentina, Brasil, Chile, Perú y Colombia. Una de sus líneas de negocio son los supermercados, aunque también cuenta con mejoramiento del hogar, tiendas por departamento, centros comerciales y servicios financieros —para esta nota solo se toma en cuenta la información económica de los supermercados—. Y por eso es, según su sitio web, es “la compañía de capitales latinoamericanos más diversificada del Cono Sur y con la mayor oferta de metros cuadrados”. Para 2021, contaba con más de 900 sucursales.
En 2020, Cencosud experimentó un aumento del 17.23% en sus ingresos brutos con respecto al 2019. Es decir que aumentaron en 1,571 millones de dólares (734,260 millones de pesos chilenos). En 2021, la devaluación del peso chileno hizo que sus ingresos brutos en dólares disminuyeran por 1,058 millones, un 9.90% menos con respecto a 2020. En pesos chilenos, sin embargo, sí se percibió un aumento del 8.04% para el mismo año. Es decir, 609,968 millones de pesos más. Entonces, en dos años de pandemia esta compañía aumentó sus ingresos en un 5.62%, que se traduce en 513 millones de dólares.
Cuando se buscan en internet los nombres de las cadenas de supermercados más importantes de la región, Walmart va a la cabeza. En México, en 2021, fue una de las tres empresas —luego de Grupo Bimbo y Grupo Modelo— con la mejor reputación, según el análisis Merco Empresas y Líderes México. En Costa Rica, en el mismo año, se destacó como la empresa con la mejor respuesta ante la pandemia, de acuerdo con el Monitor Empresarial de Reputación Corporativa (Merco). “El ranking muestra la percepción de la población respecto a la acción de las empresas, con especial atención a la relación y el trato con sus colaboradores”, aclaró Luis Álvarez, director general de Merco Costa Rica. “Los grandes de la distribución en el mundo: la pandemia consolida el poder de Amazon y Walmart”, escribió El País en uno de sus titulares de este año.
En 2020 la compañía Walmart México y Centroamérica experimentó un aumento del 3.29% en sus ventas netas con respecto al 2019, por lo que sus ingresos aumentaron en 1,114 millones de dólares (54,886 millones de pesos mexicanos). Y en 2021, tuvo también un aumento del 1.76% con respecto al 2020, lo que representa un aumento por 617 millones de dólares (33,641 millones de pesos mexicanos). En los primeros dos años de pandemia, por tanto, Walmart (MX y C.A.) aumentó sus ingresos en un 5.11%. Es decir, en 1,731 millones de dólares.
Walmart abrió su primera tienda en Arkansas, en 1962. Ahora, solo en México y Centroamérica, esta multinacional cuenta con 861 sucursales, según su sitio oficial, divididas en cuatro formatos: Descuentos (Despensa Familiar y Palí), Bodegas (Maxi Despensa y Maxi Palí), Supermercados (Paiz, La Despensa de Don Juan, La Unión y Masxmenos) y Supercenter (Walmart).
Walmart encabeza la lista de las principales empresas de retailers a nivel mundial.
Carrefour es una cadena de supermercados de origen francés que se dedica, sobre todo, a la distribución minorista de productos alimenticios. Según el sitio financiero Investing, esta empresa “opera una red de hipermercados, supermercados, tiendas de superdescuentos, tiendas multiservicio, terminales de autoservicio y ofrece servicios de e-commerce”. Carrefour se convirtió, además, en la compañía que introdujo la idea de hipermercado en Europa, cuando en 1963 abrió el primero en Sainte-Geneviève-des-Bois.
En Latinoamérica, Carrefour percibió una disminución de 263 millones de dólares (1,420 millones de euros) en sus ingresos por ventas con respecto a 2019: una disminución del 1.60%. En 2021, a pesar de percibir un aumento de 650 millones de euros por ingresos en ventas, debido a la devaluación del euro experimentó una disminución de 380 millones de dólares con respecto a 2020. Entonces, durante los dos años revisados, Carrefour disminuyó sus ingresos en un 3.92%, que se traduce en 644 millones de dólares.
Los que ganan y no reparten
Tomando como una muestra del rubro de supermercados a estas cuatro grandes compañías, en tres de ellas se evidencia crecimiento en la región.
En 2020, la utilidad neta (que revela cómo la empresa y su ingreso fueron impactados por los desafíos del mercado) de Pricesmart (México y C.A.) aumentó en 10.898 millones de dólares, lo que representa un crecimiento del 6.95% con respecto a 2019; mientras que en 2021, su utilidad neta aumentó en 38.433 millones de dólares. Es decir que experimentó un crecimiento del 22.90% con respecto a 2020. En total, en dos años de pandemia, Pricesmart percibió un aumento de 31.44% en sus utilidades, lo que se traduce en 49.331 millones de dólares.
En cuanto a la utilidad neta de los supermercados de Cencosud, en 2020 aumentó en 428 millones de dólares (277,831 millones de pesos chilenos), lo que representa un crecimiento del 68.98% con respecto a 2019; mientras que en 2021, su utilidad neta aumentó en 47 millones de dólares (188,207 millones de pesos chilenos). Es decir que experimentó un crecimiento del 4.49% con respecto a 2020. Esto, entonces, representa un aumento de 76.55% en sus utilidades en dos años de pandemia: 475 millones de dólares.
Por su parte, en 2020 la compañía Walmart México y Centroamérica aumentó en 35 millones de dólares (3,444 millones de pesos mexicanos): experimentó un crecimiento del 1.22% con respecto a 2019. En cuanto a 2021, su utilidad neta aumentó en 182 millones de dólares (5,461 millones de pesos mexicanos). Tuvo, entonces, un crecimiento del 6.30% con respecto a 2020. Así, esta gran cadena de supermercados percibió, durante esos dos años, un aumento de 7.60% en sus utilidades. Esto se traduce en 217 millones de dólares.
En cuanto a la utilidad neta de la compañía Carrefour en Latinoamérica, en 2020 aumentó en 26 millones de dólares, el 2.8% con respecto a 2019, debido a las fluctuaciones del valor de la moneda. Ya que si se comparan los valores en euros, se muestra una disminución por 47 millones. Para 2021, su utilidad neta disminuyó en 87 millones de dólares (o 18 millones de euros, si se comparan los valores en esta moneda). Experimentó un decrecimiento del 9.05% con respecto a 2020. Por lo tanto, en dos años de pandemia, esta compañía ha percibido una disminución del 6.50% en sus utilidades, es decir, 61 millones de dólares.
En su investigación, Oxfam señala que los grandes supermercados, así como los gobiernos, se encuentran en un momento clave para actuar. Pues deben elegir entre construir un “mejor modelo minorista global que se centre en los intereses de las mujeres, los trabajadores y sus comunidades”, o seguir ignorando las crecientes desigualdades. Walmart, por ejemplo, reveló a esta organización que, para 2021, todavía no había realizado ningún ajuste en su política de dividendos. En febrero de 2021, explica también la organización, esta gran cadena de supermercados anunció que había aumentado el dividendo de la compañía por 48 años consecutivos
“El progreso es posible, si estamos dispuestos a reformar el comercio minorista mundial injusto y desigual de hoy para mejorarlo”, señaló la directora ejecutiva de Oxfam Internacional, Gabriela Bucher.
Este artículo es parte de Los insaciables, un especial transnacional del Laboratorio de Periodismo Situado de Cronos Lab.