Cosecha Roja.-
Miguel Ángel “Mameluco” Villalba lavaba autos en su local “Estilo”, de Caseros y Eva Perón, aunque lloviera. Cuando terminaba el día estaba todo limpio: los autos y sus ingresos por narcotráfico. Pagaba impuestos como un ciudadano ejemplar. Mientras tanto compraba droga al mejor postor, la fraccionaba y la distribuía dentro de la Villa 18 de septiembre con su agencia de remises “Maipú”. Estaba obsesionado con ser intendente de San Martín: todavía nadie lo había aceptado en la lista pero ya tenía un acuerdo para participar en la campaña de Rodríguez Saá de 2011. Hoy el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 3 de San Martín lo condenó a 23 años de prisión por liderar una banda que traficaba estupefacientes.
Sus hombres de confianza viajaban a Paraguay o a Bolivia a buscar la droga. Si eso fallaba, se abastecía de avionetas que tiraban las cargas en campos del interior en Bragado, Baradero o San Bernardo. La red de tráfico abarcaba a su vez a otras provincias como Córdoba y Mendoza. Sólo quedaba entrarla al corazón de la villa y dársela a Mameluco: eso aseguraba la distribución sin mayores contratiempos. “Todo el mundo sabía que era un narcotraficante pero él tenía el negocio bastante bien orquestado”, dijo a Cosecha Roja el juez Juan Manuel Yajl, a cargo de la etapa de instrucción de la causa. Un sistema de soldaditos dentro de la villa lo contenían, protegían, y disparaban desde los techos si intentaba entrar la policía.
Mameluco vivía como un hombre de clase media acomodada: llegó a tener nueve autos (entre ellos un Fox y un Volkswagen Passat), dos casas en la villa y una quinta con pileta en Carlos Spegazzini, partido de Ezeiza. Solía empezar el día de trabajo a las 11 de la mañana y se movía con compañía: al lado de él estacionaba un micro escolar viejo con gente armada y varias motos patrullaban a su alrededor. “Salí de acá”, amenazaban cuando descubrían un policía de civil merodeando. Estuvo preso entre 2001 y 2009 en el penal de Ezeiza, desde donde seguía manejando el negocio. Salió en libertad condicional y volvió de lleno al negocio hasta 2011, cuando el grupo GEOF volvió a detenerlo. A él y a sus custodios.
La investigación venía de mucho antes. “Había gente que hablaba de más en las conversaciones telefónicas: nosotros los escuchamos, unimos los teléfonos y conectamos las zonas donde estaban”, contó Yalj. En una de las escuchas, en abril de 2011, los investigadores descubrieron que escaseaba la droga en Buenos Aires: los empleados de Mameluco negociaban por teléfono para conseguir provisiones para el fin de semana. “Te la cobro más porque no hay en la calle”, le dijo a Jorge Rodríguez, “gerente” de la red de Villalba, un hombre que vendía marihuana en la villa 21. “Tengo la plata, voy para allá”, respondió un rato después, cuando ya había consultado con el líder en persona: Mameluco no hablaba por teléfono.
Rodríguez salió a buscar 33 kilos de marihuana y el jefe se fue a jugar a la pelota con el hijo. Estaba por llover y la Policía Federal lo esperaba cerca de la cancha para detenerlo. Jugaron un rato hasta que uno de sus hombres pateó la pelota afuera a propósito. Mameluco la agarró para tirar un lateral. El hombre se le paró enfrente y le avisó: “Hay un auto de gente que no es de acá dando vueltas y Jorge no aparece”. Se escapó y estuvo prófugo hasta el 10 agosto, cuando agentes de la Policía Federal y de la Secretaría de Inteligencia y la División Drogas Peligrosas de la Federal lo encontraron: estaba en una reunión de comité de campaña, atrapado por la idea fija de ser intendente.
El hijo -Iván Villalba- siguió escondido y trayendo marihuana de Paraguay por Corrientes o Entre Ríos. Lo detuvieron el 11 de octubre del mismo año en un operativo de rutina de Gendarmería en el límite entre las provincias. La justicia local lo procesó por tráfico de drogas: ese día secuestraron 80 kilos de marihuana que estaban escondidos en un auto y detuvieron a tres personas más, que oficiaban de custodios. Iván viajaba con documento falso y a la justicia le tomó casi un mes determinar su identidad. Recién entonces pudieron unirlo con el pedido de captura de la Justicia de San Isidro y uno internacional de Interpol. Quedó detenido en el complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza, donde también está Mameluco.
El juicio oral empezó el 17 de diciembre de 2013. Mameluco está acusado de liderar una banda que trafica marihuana junto con Luis Alberto Villalba, Jorge Alberto Rodríguez, Rafael Antonio Solalinde Arrua e Iván. Ese día en la puerta del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 3 de San Martín 50 personas lo esperaban y alentaban. Algunos tenían remeras de Chacarita. Otros se identificaban como miembros de la Agrupación Conciencia.
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