Mariana Alejandra Fuentes tiene 23 años, es enfermera y vive con sus dos hijas en el barrio Libertad de Merlo. El viernes a la tarde estaba contenta. Esa noche empezaba a trabajar como acompañante terapeútica en el barrio porteño de Flores. A la tarde dejó a sus hijas de uno y tres años en casa de una tía en Temperley. Prometió pasar a buscarlas a la mañana siguiente pero nunca volvió. Estuvo desaparecido cuatro días. Hoy su familia confirmó que apareció con vida.
Sandra, la mamá de Mariana, pensó que quizás habría vuelto cansada después de trabajar toda la noche y que se había ido a descansar. Intentaron llamarla pero el celular estaba apagado. A la tarde Sandra recibió un mensaje desde el celular de su hija. Le decía que estaba volviendo.
A la noche la hermana y la madre fueron hasta la casa, en el barrio Libertad, y no la encontraron. Pensaron que podría haber vuelto a trabajar. El domingo a la mañana la volvieron a llamar. El lunes presentaron la denuncia en la comisaría 4ª de Libertad.
La familia no sabe nada del trabajo nuevo: ni dónde era ni cómo lo consiguió. “No es común que ella no volviera”, contó esta mañana a Cosecha Roja Gimena, la tía de Mariana. “Creemos que está secuestrada”, dijo.
Anoche un grupo de policías fue hasta la casa de Mariana. “Le dijeron a la familia que no hicieran marchas, que cuanto más se difundiera la foto más en peligro estaba”, contó una persona cercana a la familia.
La investigación quedó a cargo de la fiscal Claudia Victoria Fernández, titular de la Unidad Fiscal de Investigación 9 de Morón especializada en estupefacientes, trata y explotación de personas. Recién hoy, cuatro días después de la desaparición de Mariana, le tomó declaración a la familia y ordenó la búsqueda de la joven en la zona de Flores.
Mientras declaraban a los familiares, una tía recibió un llamado desde un número privado. La mujer reconoció la voz de Mariana.
A la tarde la familia confirmó que la joven de 23 años apareció con vida. “Estaba golpeada”, contaron.