A Melitona Enrique la salvó el silencio.
Tenía 23 años cuando, por orden del entonces gobernador Fernando Centeno, policías y gendarmes asesinaron a más de 400 qom y moqoit en la Reducción de Napalpí. Fue el 19 de julio de 1924.
Melitona era una mujer qom que había nacido el 16 de enero de 1901 en el paraje chaqueño El Aguará.
Sobrevivió a la Masacre de Napalpí, corriendo entre los cadáveres de hombres, niños y mujeres asesinadxs por los hombres blancos que llegaron con sus caballos y también disparaban desde el cielo.
Sobrevivió porque cuando se cayó varixs la arrastraron por el monte para salvarla.
Sobrevivió escondida con su madre en algún lugar, confundiéndose con los árboles y los colores del monte.
Sobrevivió a la deshidratación y al hambre.
Su madre no aguantó y murió desangrada. Ella sobrevivió. Pasó días caminando por el bosque con el consejo que le había dado su tío en la cabeza: “El silencio es tan importante como esconderse”.
No sólo sobrevivió a una de las masacres más trágicas y silenciadas de nuestra historia, sino que después del escape, los asesinatos y el silencio, vivió 84 años más.
Tuvo doce hijxs. Vivió en la ciudad chaqueña de Machagai. Recién en 2008, el Estado chaqueño reconoció su responsabilidad en la Masacre de Napalpí, le pidió perdón a Melitona y le regaló una casa, a la que ella se mudó con uno de sus hijxs.
Diez meses después, murió por un paro cardiorrespiratorio. Tenía 107 años. Y hasta el momento de su muerte, era la única sobreviviente viva de Napalpí.
La Masacre fue un intento de acallar los reclamos de los indígenas que trabajaban en condiciones inhumanas de explotación en la Reducción de Napalpí.
Durante varias décadas, la Masacre fue silenciada y ocultada. El trabajo de la Fundación Napalpí fue fundamental para que aparezcan los primeros textos, para que se conociera a lxs sobrevivientes -entre ellxs, Melitona- y para este proceso fundamental de esclarecimiento de la verdad.
De aquella masacre a Melitona la salvó el silencio. Pero ahora su palabra, que guardó durante décadas, será fundamental en el Juicio por la Verdad de la Masacre de Napalpí, que comenzó esta semana. Es que unos años antes de morir, dejó su testimonio grabado en un video donde habló en su lengua originaria, la qom.
Ese testimonio fue incorporado en 2014 al expediente de la causa que lleva el fiscal Diego Vigay. Y el martes 26 de abril será proyectado en la segunda audiencia.
“Los cuervos estuvieron una semana sin volar porque seguían comiendo los cadáveres”, contó Melitonda, en lo que podría ser el verso de un poema qom.
El juicio se transmite en vivo por You Tube