Encuentro antipatriarcal de varones feministas.
Mientras las mujeres organizaban su primer paro nacional en octubre de 2016 –motivadas por la furia del femicidio de Lucía Pérez en Mar del Plata y la inacción del Estado en decenas de otros casos-, algunos varones se sintieron interpelados sobre cuál debía ser su rol ese día: ¿Cuidar a los niñxs mientras las mujeres se manifestaran?, ¿hacer doble jornada laboral?, ¿manifestarse junto a las mujeres?, ¿no hacer nada?, ¿desacreditar el paro por ser de mujeres y pedir por “ni uno menos”? Así, con el objetivo de construir estrategias que pudiesen aportar al movimiento feminista, tomó forma la Asamblea Abierta de Varones en Reflexión, un espacio de autocrítica sobre los roles que ocupan los varones en la sociedad. Este sábado la Asamblea se reunirá en Buenos Aires para organizarse de cara al segundo Encuentro de Varones Anti Patriarcales de América Latina, que tendrá lugar en Santiago de Chile el 7, 8 y 9 de octubre.
Según los organizadores, lo primero es deconstruir la idea de que existe un solo tipo de varón y diferenciar las performances sociales de los varones cis heterosexuales, los no heteronormados, los trans, bi y homosexuales. “La manera de habitar las luchas contra el patriarcado es diferente, en el caso de las marikas la lucha les es propia, es por la propia libertad y el derecho a vivir, ser, sentir, vivir su cuerpo como se nos da la gana. Es necesario empoderar a las identidades de varones construidas desde la disidencia, tener orgullo de la traición de género que se hacen, que nos posiciona como enemigxs del opresor patriarcal. Porque la preferencia sexual y la gesta de la propia identidad es también un posicionamiento político. Ponemos el cuerpo en esa lucha”, dijo a Cosecha Roja Juan Pablo Cuciniello, coordinador de la Asamblea y militante de Mala Junta – Patria Grande.
Matar al macho, abrazar al feminismo
En el caso de los varones heterosexuales la base para acompañar la lucha feminista parte desde otras preguntas. Un primer paso sería asumir los privilegios: saber que no existe paridad laboral, que las feminidades fueron históricamente violentadas por su condición, que en materia de derechos civiles hace apenas unas décadas que pueden votar, que las tareas domésticas no suelen ser reconocidas como un trabajo. La lista es enorme.
“Llamamos a que logren traicionar la complicidad machista que es código en cada espacio del terreno masculino, es decir prácticamente todos los espacios que existen. Llamamos como tarea de primer orden, antes de pensar en cómo hacerse un lugar en el feminismo, a transformar en feministas los lugares que ya habitan, sean clubes, grupos de amigos, laburos, espacios de militancia”, explicó Cuciniello.
El lema del encuentro de este año es “Despatriarcalizarnos para construir organización” y se hará en el Centro Educativo Integral Autogestionario (CEIA) del Movimiento de Ocupantes e Inquilinos (MOI-CTA), -Solís 1973, ciudad de Buenos Aires-. Sumarse requiere de una breve inscripción previa.
Ser antipatriarcal: construir libertades
Un objetivo de la Asamblea es entender que lo antipatriarcal significa construir otra manera de habitar los cuerpos, las sensaciones, sentimientos, deseos, roles, lugares en el mundo. “Está relacionado con poder visualizar todo lo que el sistema social nos demanda que hagamos, que seamos, y desmontar ese entramado con una perspectiva feminista. Es una posición política y también una pulsión vital, un deseo de libertad que atraviesa todas nuestras acciones, en las calles, en la política, en las relaciones personales, en la casa, en el trabajo. Es luchar porque todxs seamos libres, y construir una propia libertad”, dijo Cuciniello.