Miles de familias han sido víctimas de la guerra contra las drogas. ‘Anyone’s Child Mexico’, es un nuevo documental interactivo, que expone la necesidad urgente de reformas en política de drogas.
Por Mary Ryder para Open Democracy*
Desde que México intensificó su guerra contra las drogas en 2006, más de 28.000 personas han desaparecido y más de 150.000 han sido asesinadas. Salieron de casa un día, para nunca volver. A menudo, nadie sabe el paradero del desaparecido, si está vivo o está muerto. Y para cada desaparecido, hay alguien que le está buscando.
“La guerra actual no es una guerra contra el tráfico de drogas, ni contra las drogas en sí mismas,” afirma María Herrera, con tristeza, “Es una guerra contra las familias. Es una guerra contra la sociedad. Es una guerra que nos afecta a todos nosotros.” María vive en Michoacán, México – la vanguardia de la guerra global contra las drogas, una guerra ineficaz y contraproducente, la causa por la que María ha perdido a sus cuatro hijos. Ahora ella forma parte de Anyone’s Child Families for Safer Drug Control, un grupo emergente en todo el mundo, que está haciendo campaña a favor de la regulación legal de las drogas.
Para algunos, puede parecer razonable prohibir las drogas, e imponer penas criminales a su producción, suministro y uso, con el fin de proteger a los más jóvenes y a los más vulnerables. Sin embargo, gente del Reino Unido, México, Kenya, Estados Unidos, Canadá y Afganistán, cuyos seres queridos han muerto, o han desaparecido, o han sido encarcelados debido a la guerra contra las drogas, han visto cómo la actual política de drogas está causando aún más daños que las drogas por sí mismas. Anyone’s Child trata de exponer el sufrimiento humano provocado por la guerra contra las drogas, y demostrar que alejarse de la prohibición y de la criminalización protegerá mejor a comunidades por todo el mundo.
María es sólo un ejemplo de las familias que han contado su historia como parte de Anyone’s Child México. El poder del mercado ilegal de las drogas no sólo ha destruido las vidas de estas familias, sino que también corrompe las mismas instituciones que deberían proteger a esta gente. Abandonadas a su suerte, las familias reciben muy poca ayuda o apoyo de las autoridades. Hace falta coraje para alzar la voz. Este documental interactivo es una oportunidad única para escuchar las historias de la violencia devastadora y de la tremenda corrupción con que se han topado en México las víctimas de la guerra contra las drogas.
En agosto del 2008, dos de los hijos de María, Jesús Salvador y Raúl, desaparecieron. Eran joyeros, trabajan el oro. No estaban conectados al tráfico de drogas de ninguna manera. Cuando desaparecieron, viajaban por Guerrero, un estado controlado por violentos cárteles de drogas, fortalecidos por el dinero que ganan vendiendo drogas. Los cárteles luchan por el control del territorio, matando a las familias de los unos y los otros. “Según las autoridades, mis hijos estaban simplemente en el lugar equivocado, en el momento equivocado,” dice María. “Es como si se les hubiese tragado la tierra”.
Las drogas significan dinero, y cuando hay tanto dinero involucrado en un mercado ilegal, hay corrupción. En 2010, sólo dos años después de la desaparición de los hijos de María, otros dos de sus hijos – Gustavo y Luis Armando – fueron capturados. Habiendo dedicado los dos años anteriores a investigar la desaparición de sus hermanos, se habían ido a otro estado buscando ganar algo de dinero, que les hacía mucha falta. Pero la policía los interceptó, y los entregó al cártel de los Zeta, lo que les convirtió en otros dos de los más de 28.000 desaparecidos a causa de la violencia vinculada a la guerra contra las drogas en México.
Estas historias ponen en evidencia el insoportable daño que la guerra contra las drogas causa a comunidades mexicanas todos los días. Bajo la prohibición, el mercado ilegal y no regulado de las drogas pasa a ser controlado por violentas organizaciones criminales, en lugar de por el gobierno. Por eso, la única manera de resolver las disputas entre bandas rivales pasa por el uso de la fuerza y la violencia, y las familias normales y corrientes, como la de María, se ven atrapadas en el fuego cruzado.
El documental interactivo
Aunque historias como la de María podrían parecer muy lejanas y difíciles de comprender, la desaparición y el asesinato son una realidad cotidiana para las comunidades en México, que se están llevando la peor parte de las fracasadas políticas de drogas, que se siguen llevando a cabo en la mayor parte del mundo occidental. Este documental nos permite oír sus voces y ver sus realidades, a través de la autenticidad y el poder de la narración de estos individuos. También comunica la angustia y el miedo que abruman a estas familias, además de su coraje y determinación de seguir luchando por una solución a esta guerra.
A través de una línea telefónica gratuita (en México) conectada al documental, familias cuyas vidas han sido destruidas por la guerra contra las drogas pueden contar sus historias a la gente de todo el mundo. Todas las familias involucradas han dejado su testimonio de desesperación por cambiar las leyes globales de drogas, y por prevenir que otras personas sufran lo que ellas mismas han sufrido.
Una vez grabados, los testimonios se editan para proteger la identidad de la persona que cuenta su historia, se transcriben, se traducen al español y al inglés, y se suben a un archivo internet.
Además, las familias pueden utilizar la línea para escuchar otros testimonios, creando una infraestructura de solidaridad entre familias y activistas por todo México.
¿Qué queremos?
Desafortunadamente, María no está sola en padecer los efectos del caos y la tragedia cada vez más generalizados a causa de la guerra contra las drogas.
Una política de drogas eficaz debe proteger a la gente joven, mejorar la salud pública y reducir el crimen. La alternativa, que proponen organizaciones como Transform Drug Policy Foundation, es legalizar las drogas y ponerlas bajo el control de los gobiernos. Eso eliminaría los beneficios de los criminales y minaría su influencia en México. La guerra contra las drogas se terminaría, y con ello se reducirían la violencia y el derramamiento de sangre. Poner fin a la guerra contra las drogas dará a las familias mexicanas la posibilidad de reconstruir sus comunidades, e implementar medidas para reducir mejor el daño que causan las drogas.
Anyone’s Child exige la regulación legal del uso, suministro y producción del mercado de drogas. Queremos promover la salud, reducir la violencia, y proteger a los niños y a las comunidades. Nuestra visión es la de un mundo en el que el control de las drogas sea la responsabilidad de médicos, farmacéuticos y expendedores autorizados.
Denunciar los horrores de la guerra contra las drogas ha exigido un coraje enorme por parte de estas familias. Quieren que se compartan sus historias tan extensamente como sea posible, para iluminar la situación en México y ayudarles a poner fin a la violencia. Mire y comparta Anyone’s Child Mexico, y únase hoy a estas familias en la campaña por la regulación legal y control de las drogas. Queremos leyes de drogas que protejan verdaderamente a las familias y que mantengan mejor cuidados a los niños en México, y en todo el mundo.
* Reproducimos esta nota como parte de nuestra alianza con Open Democracy
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