Minuto a minuto, así fue la noche que mataron a Fernando

La fiscal Verónica Zamboni reconstruyó cómo fue el ataque de los rugbiers y qué hicieron hasta que la policía los detuvo.

Minuto a minuto, así fue la noche que mataron a Fernando

Por Cosecha Roja
10/02/2020

Durante veinte días de investigación, el expediente acumuló decenas de declaraciones de testigos, videos de cámaras de seguridad y de celulares, mensajes de whatsapp, informes de autopsia, peritajes de la ropa y los teléfonos de los acusados y actas de las ruedas de reconocimiento. La fiscal Verónica Zamboni analizó el material. En el pedido de prisión preventiva de ocho acusados reconstruyó minuto a minuto cómo fue el ataque del grupo de los rugbiers contra Fernando Báez Sosa y qué hicieron hasta que la policía los detuvo.

Fernando y 14 amigos habían llegado a Gesell el jueves 16 de enero y se alojaron en el Hostel Hola Ola. Tenían planeado quedarse una semana. El viernes a la noche fueron a bailar a Le Brique, donde tocaba el trapero NeoPistea.

Alrededor de la 1.45 de la mañana siete de ellos lograron entrar al VIP. Fernando y otros amigos salieron para ir al baño. Cuando volvían se cruzaron con los rugbiers en la pista. Todo pasó en pocos segundos: algunos escucharon una discusión, otros dicen que le volcaron un trago. Uno de los testigos contó que al darse vuelta vio a uno agarrando del cuello a un amigo; más atrás, otro rugbier le pegaba una piña a uno de sus compañeros.

A las 4.40 los patovicas sacaron del boliche a Fernando y un grupo de rugbiers.

En el grupo de Whatsapp de los amigos de Fernando empezaron a circular mensajes contando lo que había pasado. El chico y dos amigos se sentaron en la heladería de enfrente de Le Brique a esperar al resto.

A las 4.44 aparecieron los rugbiers y les empezaron a pegar.

—Ahora qué pasa que estamos afuera —les decía uno.

—Adentro pegaban de atrás, ahora afuera a ver quién gana.

Los testigos contaron que vieron a Ciro Pertossi -con remera blanca- pegándole varias trompadas a Fernando hasta que cayó al piso. Cuando estaba tirado él y Máximo Thompsen -de camisa negra- le pegaron patadas: en la cabeza, en el cuello, en los riñones, en la panza, en el pecho.

—Dale, cagón, levantate —le gritaban.

Mientras dos lo mataban a Fernando en el piso, los demás rugbiers le pegaban a los amigos.

La pelea duró alrededor de cinco minutos. “Los sujetos se dieron a la fuga del lugar para lograr su impunidad”, dijo la fiscal.

Las cámaras de seguridad de la zona registraron la huida. A cincuenta metros del boliche se cruzaron con la policía. Se lo ve a Ciro chupándose la sangre de las manos y limpiándose en el pantalón para que los efectivos -que estaban de espaldas- no lo descubran.

Las personas que habían visto la paliza estaban atendiendo a Fernando: estaba acostado en posición fetal sobre la vereda, sin remera ni zapatillas y con la cabeza llena de sangre. Casi no tenía pulso. Un policía, una mujer y un chico que atendía el kiosco de enfrente le hicieron RCP para intentar reanimarlo. Estaba muerto, pero recién lo confirmarían media hora más tarde en el hospital local.

En ese momento nadie lo reconoció: Lucas Pertossi vio la escena y mandó un audio de WhatsApp a sus amigos:

—Estoy acá cerca donde esta el pibe y están todos ahí a los gritos, está la policía, llamaron a la ambulancia… caducó.

Eran las 4.55.

—Ahí estamos yendo, ahora vamos a la casa, estamos acá a la vuelta… ahora vamos —respondió su primo Ciro Pertossi.

A las 5.00 una mujer que trabaja en un hotel lo vio pasar a Thompsen y a los demás corriendo detrás. Pensó que lo perseguían y avisó a la policía. Después se dio cuenta de que eran amigos y los vio entrar a una casa vecina. Gracias a ese testimonio la policía los encontraría unas horas después.

Algunos de los rugbiers entraron a la casa, se cambiaron y salieron. A las 5.48 Lucas mandó una foto al grupo: estaban comiendo en un McDonalds.

El último audio lo mandó Ciro Pertossi a las 06.06 y es -para la fiscal- otra prueba clave del plan asesino de los rugbiers.

—Chicos no se cuenta nada de esto a nadie.