Como parte de una campaña para “visibilizar la diversidad sexual”, la secretaría de Derechos Humanos de la Nación difundió una de sus piezas creativas. “Visibilicemos la heterosexualidad. Cualquiera sea tu orientación, todxs somos parte de la diversidad sexual”, dice.
🏳️🌈 Cualquiera sea tu orientación, todxs somos parte de la diversidad sexual. #Visibilizar pic.twitter.com/Kwx5TzePA7
— Secretaría DDHH (@SDHArgentina) 26 de marzo de 2018
En Cosecha Roja nos preguntamos por qué no es necesario visibilizar la heterosexualidad y además de la obviedad de que los heterosexuales ya son bien visibles, nos respondimos con esta lista muy acotada de situaciones que no te pasan ni te pasarán si sos hetereosexual:
1 – Nunca te van a cancelar la compra de un ramos de rosas para tu pareja. Como a K.
Los primeros días de diciembre de 2017, K buscó una florería en Mercado Libre. El 14 era su aniversario con C y ella iba a estar de viaje por trabajo. Cumplían un año y quería regalarle 14 rosas. Después le pareció mejor lo tradicional, una docena. Y rojas, todas rojas. Encontró un negocio con buen puntaje que hacía repartos sin cargo por la zona. Les escribió y obtuvo una respuesta rápida. K pagó con débito y, al acreditarse el pago, le pidieron los datos, una dedicatoria y de quién para quién. El mensaje era bastante lineal: “Te amo. Feliz aniversario”. De K para C. Dos nombres de mujer. La respuesta de la florería llegó diez minutos después: “Nos acaban de avisar del área de producción que no contaremos al final con envío para esta semana, le pedimos mil disculpas. ¿Puede cancelar la compra?”. K comprobó después que sí había stock. Cancelaron la compra porque eran dos mujeres.
2 – Nunca te perseguirá un ejército de fachos para ridiculizarte. Como a F.
F. tiene 16 años y es trans. Se sacó una foto con un cartel que dice “Aborto legal para los chicxs trans”. Estaba escrito a mano. En letras verdes. Como persona gestante reclama su derecho en un país donde se realizan 370.000 y 522.000 abortos clandestinos al año. La mayoría mujeres, pero también hay otras identidades y están invisibilizadas. F. subió la foto a redes sociales. El tuitero de derecha Agustín Laje se apropió de la imagen y la compartió en su cuenta de Instagram para denigrarlo. Un ejército de fascistas lo acosó durante días.
3- Nunca te van a llevar presx por besar a tu pareja en la calle. Como a Rocío y Mariana
Mariana estuvo siete horas detenida por besar a su esposa Rocío en una estación de subte en Constitución. La excusa de la policía para golpearla y detenerla fue que estaba fumando en una zona no permitida. Ella lo apagó e igual la siguieron hostigando por ser lesbiana. “Pibe, vas a ser detenido”, le dijo un oficial antes de tirarla al piso. La justicia después repitió el disciplinamiento: la procesó y elevó a juicio su caso por “resistencia a la autoridad, en concurso con lesiones graves”. Nunca la citaron a declarar. El que sí declaró fue el oficial Jonatan Maximiliano Rojo, quien aseguró que Mariana lo agredió “con sus pechos”.
4 – Nunca te van a pegar una piña en la cara para “corregirte”. Como a una integrante del colectivo La Tribu.
“Ya sabemos, lesbiana de mierda”. Esas fueron las palabras de los dos hombres que atacaron en 2017 a una integrante del Colectivo La Tribu. “La abordaron por la espalda a dos cuadras de la radio y le pegaron una piña en la cara. Cuando ella cayó al piso, volvieron a golpearla tanto en el rostro como en las piernas y salieron corriendo. Esa no fue la primera vez que ella los veía.
5- Nunca te van a desfigurar en un Mc Donalds. Como a Jonathan.
Jonathan Castellari esperaba junto a un amigo un pedido en el Mc Donalds de Avenida Córdoba al 3200. Entró un grupo de ocho varones que empezaron a burlarse de ambos. Para evitarlos, Jonathan salió al estacionamiento a fumar un cigarrillo. Ellos lo siguieron y al grito de “puto” empezaron a golpearlo. Jonathan quedó en el piso bañado en sangre y debió ser internado. Él pertenece al Club de Rubgy Siervos Pampas, el primer equipo de América Latina que promueve la diversidad sexual. Así lo contaban en un comunicado.
6- Nunca te van a intentar violar para “corregirte”. Como a Higui.
El 16 de octubre de 2016, Eva Analía de Jesús, Higui, fue atacada por una patota liderada por Cristian Rubén Espósito. “Te voy a hacer sentir mujer, forra lesbiana”, le dijo él. Después la tiraron al piso. Higui sintió que eran varios hombres los que la atacaban: muchos pies los que le daban duro contra el piso. Le desgarraron el pantalón y el boxer. En el medio de los golpes, con una mano intentó cubrirse la cara y con la otra buscó desesperada la navaja que llevaba entre las tetas. Levantó el brazo para defenderse, segura de que la iban a violar. Un rato después una linterna le iluminó la cara, deformada por los golpes. Estaba semi inconsciente. Las luces azules del patrullero titilaban a unos metros. Ya no estaba en el pasillo, alguien –supuso- la movió. Unos metros más adelante, estaba el cadáver de Espósito con una puñalada en el pecho. Alguien lo levantó en la caja de una camioneta para trasladarlo al hospital. A ella se la llevaron detenida. Estuvo presa 6 meses.
7- Nunca vas a ser víctima de un crimen de odio. Como Diana.
En la madrugada del 11 de octubre de 2015, en su casa del barrio de Flores de la Ciudad de Buenos Aires, la referente social y política Diana Sacayán fue asesinada. El imputado es Gabriel David Marino, de 24 años, quien podría afrontar una pena de cadena perpetua. El cuerpo fue encontrado dos días después. Estaba atada de pies y manos. Tenía 14 puñaladas en el cuerpo y golpes y cortes en los brazos, por lo que se supone que se defendió antes de que la mataran. Para los fiscales, Marino la asesinó “por su condición de mujer trans y por su calidad de miembro del equipo del Programa de Diversidad Sexual de INADI, impulsora de la lucha por los derechos de las personas trans, líder de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays y Bisexuales (ILGA) y dirigente del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL)”.
Y la lista sigue.
BONUS TRACK – María Riot, Ismael Eme y Lucas Gutierrez -Fauno- tiran la posta
María Riot es trabajadora sexual y militante de AMMAr. Para ella pedir la visibilización de la heterosexualidad es un error porque es la más visible. “Las demás orientaciones e identidades son las que no son visibilizadas. En lo cultural, la televisión, la literatura o cualquier tipo de entretenimiento mainstream lo que prima son relaciones, formas de vida y familias heterosexuales”, dijo a Cosecha Roja. “Quienes formamos parte del colectivo LGBT+ en algún momento de nuestras vidas tuvimos que salir del closet y eso habla desde ya de la diferencia que hay con las personas heterosexuales: en ningún momento tuvieron que sentarse con su familia o amigos para contarlo o vivir con miedo de que sepan, nosotros sí”, dijo.
“La heterosexualidad es la norma preestablecida. No estamos hablando de una sexualidad que necesita ser visibilizada porque es justamente lo normal o lo entendido como normal. La heteronorma que impone a la heterosexualidad como regla y es un privilegio porque cuando vivís bajo lo esperado”, dijo Ismael Eme, persona trans no binaria, docente en Diseño y Estudios de género. “Las relaciones heterosexuales idealizadas se institucionalizan y se equipara con lo que significa ser humano. En el momento en que no sos heterosexual, en cierta manera, dejas de ser entendido como humano”, agregó.
Para Lucas Gutierrez, periodista y performer, pedir que se visibilice la heterosexualidad opera como una necesidad de ningunear los reclamos desde la no heteresexualidad. “Es ningunear por salirnos de la heteronorma: de todas estas normatividades que impone el pensamiento heterocentrado que ataca y daña a todas nuestras conductas. ¿Incluso a la heterosexualidad? Y sí, pero nunca vi a un compañero en el colegio para cargarlo le digas hetero. Entonces que se visibilice una heterosexualidad es inventarle situaciones o problemas al lado privilegiado de la historia”.
¿Por qué hablar de disidencias en vez de diversidad sexual?
María: “La heterosexualidad es parte de la diversidad sexual que es un término que se utiliza para hacer referencia a toda la variedad que existe de orientaciones sexuales e identidades de género. La disidencia sexual la formamos quienes con nuestras identidades, orientaciones sexuales, prácticas y pensamientos políticos no estamos alineados con la norma social y culturalmente impuesta de la heterosexualidad y que además la cuestionamos”.
Isma: “Para mi la disidencia tiene un tinte más combativo. La diversidad tiene un tono conciliador. Para mi la diversidad es esa comunidad que buscan ganar derechos dentro del mismo sistema y la disidencia vienen a ser las personas que están por afuera de todo eso”.
Lucas: “Porque no queremos ser más esa imagen rococo o esa imagen de tira de franja de horario central en los medios hegemónicos. No queremos ser esa diversidad sexual que les viene a decorar las casas y a alegrar la fiesta. Seremos la disidencia: lo que no quieren oír. Seremos lo abyecto. Y es un orgullo para nosotros. Porque para nosotros el orgullo no es ser el lugar que nos han asignado sino ir a por todo. Por nuestros derechos, por levantar nuestra voz y porque se reconozca situaciones como ahora el asesinato de Diana Sacayán fue un travesticidio. Cuando decimos disidencia, decimos que no somos esa imagen que ellos quieren sino una voz muy potente que tiene mucho para decir, le pese a quien le pese”.