Nabila Rifo sobrevivió a un intento de femicidio. El ex, Mauricio Ortega, le pegó cuatro veces con una piedra en la cabeza y le arrancó los ojos. Cuando los médicos la atendieron estaba inconsciente y con hipotermia por su cuerpo semidesnudo ante los nueve grados de aquella madrugada. Pasó días internada en una clínica de Santiago de Chile. Cuando regresó a su Coyhaique natal, tomó una decisión: no podía retractarse -como hace el 50 por ciento de las chilenas-, tenía que denunciarlo. Desde entonces, la acompañó el movimiento de mujeres que reinvindicó su imagen difamada por los medios, llenó las plazas y gritó #NabilaTeCreemos. Hoy, llegó el día que todas esperaban: los jueces condenaron a Ortega por el femicidio frustrado.
Una y otra vez Nabila contó en las entrevistas que dio ante la televisión chilena que cuando fue consciente del daño que le produjeron al dejarla ciega y del daño a sus propios hijos, decidió decir la verdad. Y a pesar del fallo dividido, los jueces creyeron en el relato de Nabila y no en las estrategias conspirativas y las maniobras difamatorias de la defensa. Según el tribunal, ella salió de la casa aquella madrugada del 14 de mayo de 2016 y le dijo “te juro que mañana me voy, no vivo más contigo”. Cuando se dio vuelta, sintió que Mauricio le pegaba con una piedra en la cabeza y la tiraba al pasto. Luego, le pegó tres veces más: ella “se hizo la muerta” para que frenar el ataque y quedó inconsciente. Lo que siguió se reconstruyó con los informes de la policía, los peritos y los médicos que la rescataron de la muerte pero no pudieron salvarle la vista.
La sentencia del tribunal condenó a Ortega por femicidio en grado frustrado y por ser autor de lesiones graves gravísimas y violación de morada violenta. “Nos quedamos tranquilas pero no contentas, principalmente porque la huella y secuela de Nabila, la mutilación, no fue de peso fuerte para la condena. Pesó el criterio del juez Del Río, que es un histórico torturador de las mujeres”, dijo a Cosecha Roja Norma Carcamo Levicoy del Colectivo Mujeres Desnudando.
El caso ya es una bandera del movimiento de mujeres chilenas. Los medios estigmatizaron a Nabila y la revictimizaron. Hablaron de su vida sexual, de los hombres con los que salía, cuestionaron si fue víctima de explotación sexual y asumieron que merecía lo que pasó. “Coyhaique está entre la felicidad de los que le creían a Nabila y el desconcierto de los que juraban que Ortega era inocente. Durante meses, y en las cinco semanas que duró el juicio, los Coyhaiquinos debatieron en el centro de los hogares, atravesados por los prejuicios y las descripciones morbosas de la televisión”, contó a Cosecha Roja el periodista Cristian Alarcón, quien cubrió el caso.
El fallo de esta tarde termina con una “costumbre nacional: la descalificación del relato de las mujeres víctimas de violencia. Lo más importante de lo que leyó el juez es el crédito que le dan a las palabras de la víctima y el descrédito en la declaración del victimario”, dijo Alarcón.
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, escibió en su cuenta de Twitter: “Violencia sufrida por Nabila Rifo es expresión del país que no queremos. Que su sufrimiento nunca deje de conmovernos y llamarnos a cambiar”.
A la salida de la audiencia final, el fiscal Luis González Aracena dijo: “Es un caso complejo que logró convicción en el tribunal por los delitos de contenido en la acusación, femicidio frustrado y lesiones graves gravísimas. Claramente el tribunal se hace cargo de lo que es un relato en un contexto de agresión de género con todo lo que ello conlleva. Muchas veces se dudó y se cuestionó. Hoy el tribunal ha dictado un veredicto que determina cómo ocurrieron los hechos, que Nabila dijo la verdad”.
La sentencia será leída el 2 de mayo y entonces se sabrá el monto de la pena. Después, la defensa tiene diez días corridos para presentar la anulacion ante la Cámara de Apelaciones o la Corte Suprema de Chile, según sean cuestionamientos de forma o de fondo. Los jueces tendrán luego entre 20 y 30 días para responder. Ortega continúa preso desde el 17 de mayo del año pasado.
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Nabila Rifo tiene 29 años, es mamá de cuatro hijos y vive en Coyhaique. La madrugada del 14 de mayo de 2016 la atacó su pareja de entonces, Mauricio Ortega: le arrancó los ojos y la dejó tirada en la calle. “A Nabila le mutilaron los ojos, le desfiguraron el rostro. Y desde que ella sufrió esa agresión el Movimiento de Mujeres Feministas ha estado con ella. Le creemos y salimos a la calle en su defensa”, dijo a Cosecha Roja Maritza Romero Jaramillo, miembro del Colectivo de Mujeres “Desnudando” y coordinadora de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres.
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