El de Nahir Galarza fue un juicio sencillo. Siempre estuvo claro que ella había sido la responsable de la muerte de Fernando Pastorizzo, al que mató con el arma reglamentaria de su padre policía. La discusión jurídica se dio en torno al delito cometido: hoy la Cámara de Casación Penal de Concordia confirmó el fallo a prisión perpetua por “homicidio calificado por la relación de pareja”.
Nahir no es la primera mujer condenada a perpetua en Argentina pero sí las más joven. Tenía 19 años el día que el tribunal leyó el fallo. Fue condenada en base al artículo 80 inciso 1 del Código Penal que prevé la pena máxima cuando media una relación de pareja. Paradójicamente, este inciso fue incorporado en 2012 por la lucha del movimiento de mujeres para condenar los femicidios cuando el asesino era ex pareja o no existía convivencia.
Hoy los jueces Silvina Gallo, Darío Perraud y Adolfo Lafourcade rechazaron el pedido de los defensores de Nahir para que se revoque el fallo y se la condene por “homicidio culposo”. Es decir, que no tuvo intención de matar.
En la audiencia del 3 de julio los abogados José Ostolaza, Darío Germanier y Pablo Sotelo, que defienden a Nahir, habían planteado que los jueces de primera instancia no tuvieron “perspectiva de género” a la hora de juzgarla. También habían pedido que se declare la inconstitucionalidad del artículo 80 y que se considere nula la sentencia por afectación al derecho de defensa al no permitirles producir prueba.
El fiscal coordinador de Gualeguaychú, Lisandro Beherán, que había participado del juicio, y los abogados que representan a la familia de Pastorizzo habían pedido que se confirme la sentencia. Negaron que se hubiera violado el derecho a defensa y dijeron que Nahir “no era víctima de violencia de género”.
Muchas horas antes de que se conozca la confirmación del fallo el nombre de Nahir Galarza es tendencia en Twitter. Cada vez que la joven dice algo o hay una novedad en la causa la atención de los medios y los usuarios de las redes se centra en ella. ¿Por qué importa Nahir? Porque es una chica de clase media. Rubia, flaca, linda. Una descripción que el sentido común no asocia al rol de victimaria. Los medios construyeron en torno a su figura un personaje para ser consumido: ”podía ser un ángel, un demonio y para la mayoría sería atractiva”, publicó Clarín hace un tiempo.
Durante el juicio el fiscal anunció que había un vídeo de ella teniendo sexo con Pastorizzo que probaría el vínculo. El video no apareció pero la sola mención en el juicio hizo estallar el morbo. Otra vez su nombre se convirtió en tendencia en las redes, apareció en varias páginas porno y generó miles de búsquedas en Google.
El caso Nahir Galarza también se convirtió en una bandera de referentes machistas. “Si quieren igualdad de genero entonces miren a nahir galarza con los mismos ojos que miran a un femicida”, escribió un usuario. “Si liberan a Nahir Galarza voy a hacer una lista y voy a salir a matar gente, total me van a dar 5 años”, se quejó otro.
A Nahir no la liberaron. Deberá cumplir su condena.