Navratilova dice que las tenistas trans somos tramposas

La deportista reconocida a nivel mundial publicó una nota donde opina que “tener un pene y competir como mujer” es hacer trampa. Mia Fedra, número tres de la categoría Senior en Argentina, le contesta que no es tan simple.

Navratilova dice que las tenistas trans somos tramposas

06/08/2020

Por Mía Fedra

No es la primera vez que la tenista Martina Navratilova se tira en contra de las personas trans. La historia viene de cuando empezó a criticar la transición de Reneé Ritchards, una de las primeras trans profesionales en el mundo del tenis. Ahora el periódico The Times publicó una de sus nuevas opiniones odiantes titulada “Las reglas para los atletas trans recompensan a los tramposos y castigan a los inocentes”, haciendo referencia a que ser trans es ser una trampa.

“No puedes designarte mujer y competir contra las mujeres, debe haber algunos estándares, y tener un pene y competir como mujer no encajaría en ese estándar”, sentenció Navratilova en clave biologicista.

Empecemos por lo primero: si unís las palabras biología y deporte enseguida aparece una controversia. Yo lo estoy pagando un montón. Si a mí me ponés en la cancha contra chicas de 19 o 20 años, pueden superarme en potencia por mis tratamientos hormonales. No estoy hablando de lo psicológico, sino de lo físico. Tomar hormonas puede afectar lo óseo, disminuir la masa muscular e impactar en la destreza. En la cancha yo no soy un hombre jugando. Y juego bien: soy la 3ra nacional en la categoría Senior (en el ranking de mi edad, 35 años) y también juego en categoría Profesionales.

mia fedra tenis

Existe una diferencia técnica entre los niveles de alta competencia profesionales. Y es así: los primeros 100 jugadores masculinos no pueden comparar su nivel con las 100 primeras jugadoras femeninas (es posible que el número 400 del mundo le gane a la 100). Pero en esos casos se trata de físicos intactos que son diferentes a los cuerpos trans: porque si vos le empezas a meter hormonas, a hacer todo un tratamiento para feminizarlo o masculinizarlo, es posible que ese cuerpo pueda tener una destreza alterada.

Navratilova también se confunde porque en tenis no es solo cuestión de fuerza. Serena Williams es un ejemplo: ella tiene fuerza, me doblega en masa muscular y es una mujer biológica, pero para ganar no basta con pegarle fuerte, también hay que tener, por ejemplo, soltura de brazo.


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En su nota Navratilova es antigua porque piensa que un hombre que no triunfa en el circuito masculino se puede hacer mujer para ganarle. Aunque sea una de las mejores jugadoras de su tiempo, su discurso es casi Neanderthal: para ella si una persona no se opera el pene es un hombre con peluca, disfrazado, y punto.

Tampoco considera las experiencias reales de las personas trans en el deporte, ni el proceso de transición. Ponele que un chico quiere ser trans y tiene 16: a esa edad ya tenés que ser jugador de circuito, y hacer transición te lleva un montón de tiempo. Las probabilidades de que llegue a jugar en los primeros puestos es escasa, así que desde el vamos lo veo difícil. Yo estuve diez años haciendo mi transición y sé que quizá podría estar en un nivel más fuerte del que estoy jugando. No sé en otros deportes, quizá una deportista trans mujer como yo quizá tenga sus ventajas, pero solo estoy hablando desde el tenis.

Si me preguntaran de una liga trans, yo diría que no estaría mal. Por ejemplo hay un Torneo Argentino por la Diversidad, donde no se separa por géneros, y yo lo jugué y lo gané.

Para respetar los derechos de las personas trans no creo que haya que abolir el género ni masculino ni femenino: por algo hay tantas siglas cuando decimos LGBTIQ+. Que todos estemos unidos está bueno, pero hay diferencias que permiten visibilizar, organizar las cosas y que nos divirtamos todos.