Por Javier Cantarini. La mañana Neuquén.

Por primera vez en la provincia, la Justicia Federal elevó a juicio oral dos causas por el delito de trata de personas: una con fines de explotación sexual y la restante laboral. Las víctimas fueron una mujer de 36 años de República Dominicana y una adolescente de 18 años que fue traída desde Perú.

Por el delito de trata con fines de explotación sexual hay dos mujeres y un hombre imputados, todos de República Dominicana. Mientras que en la otra causa se encuentra imputada una mujer de nacionalidad peruana. En este hecho también se configuró el delito de reducción a la servidumbre y el de propiciar la permanencia irregular de extranjeros (delito migratorio), por el cual está imputada la mujer peruana como también su hija e hijo.

La información fue confirmada a este diario por María Cristina Beute (foto), titular de la Fiscalía Federal Uno, dependencia que llevó adelante las investigaciones.

Explotación sexual

La víctima de República Dominicana fue captada en 2010 en su país de origen para ser trasladada a Mar del Plata. En la ciudad costera la recibió otra mujer del mismo país, que la llevó a un prostíbulo para ser acogida por su “pareja” que trabajaba en el lugar como guardia de seguridad.
“Una de las mujeres la engañó al decirle que iba a viajar para trabajar en una fábrica o restaurante, pero la llevaron a un prostíbulo”, contó la fiscal Beute.
Según la investigación, la víctima tuvo una crisis emocional tan profunda que sus captores prefirieron no explotarla y la expulsaron a la calle para no levantar sospechas ante los clientes. “Aunque la explotación no se haya realizado, el delito de trata de personas se configura igual dado que se cumplieron con los pasos de captación, traslado y acogimiento”, aclaró la fiscal.
Una vez en la calle, se encontró sin trabajo ni dinero y entró en una red de prostitución para poder sobrevivir. La mujer, casada y con cuatro hijos, nunca había ejercido la prostitución. Pasaron unos días y una de las captoras la encontró y la llevó a un prostíbulo de Añelo.
En la localidad petrolera pudo pedir ayuda en una iglesia y luego se contactó, a través de una carta, con la Colectiva Feminista La Revuelta, organización que contuvo y ayudó a la víctima a realizar la denuncia en la Fiscalía. Así se pudo iniciar con las investigaciones que comprobaron el delito de trata.
“Tanto La Revuelta como autoridades nacionales hicieron contacto con organismos que se dedican a la protección de mujeres que ayudan a la reinserción de la víctima”, subrayó Beute.
En cuanto al prostíbulo de Añelo, confirmaron que fue allanado por la Justicia aunque no se les imputó el delito de trata porque la persona llegó por sus propios medios. En tanto, la Justicia provincial continúa con la causa para ver si el lugar sigue funcionando.

Estado de esclavitud
En el caso de la chica de Perú, fue traída engañada con un ofrecimiento de trabajo que le iba a permitir progresar en la vida y poder estudiar, pero “cuando llegó a Neuquén la tenían prácticamente en un estado de esclavitud”, señaló Beute.
La mujer imputada la hizo trabajar primero en Añelo y luego la trasladó a Plottier. De acuerdo a la investigación, la adolescente trabajaba y dormía en el lugar, no tenía baño ni agua corriente (sacaba de la canilla de la vereda), no le daban comida ni ninguna otra comodidad y dormía en el piso sobre un colchón. Tampoco le pagaban porque le decían que era un ahorro para cuando vuelva a Perú.
“No tenía plata para comprar comida y la tenía que sacar del negocio. La mujer le recriminaba que gastaba mucho, que comía mucho, y que tenía que comer cosas más baratas”, contó la fiscal.
Cuando la trasladaron a Plottier regresaba siempre a la capital porque dormía en la casa de la empleadora. Pero un día, por miedo a que le peguen (era habitual la violencia física ejercida contra la joven) decidió bajarse del colectivo y pedir ayuda a una iglesia. “Se fue a ver a la gente de una iglesia que ya la habían ayudado y que le leían la Biblia. Esa gente se puso en contacto con el Centro de Atención a la Víctima y así el caso llegó a la Justicia”, concluyó Beute.

Escenario

“Que me ayuden para regresar”

Por RUTH ZURBRIGGEN (*)

“Mi situación aquí en Argentina: he venido a trabajar pero he sido engañada al llegar al lugar. Me habían dicho que trabajaría en una fábrica, pero resulta que era en un boliche, para prostitución. Yo no deseo realizar este trabajo, quiero realizar otro tipo de trabajo para regresar a mi país. Quiero contarles que tengo mi grupo familiar que consta de cuatro hijos y mi esposo. Deseo por favor que me ayuden para regresar, he pasado muy tristes momentos al ser engañada”.
El testimonio es de una joven dominicana a la que llamamos Simona, quien a través de una carta nos pedía auxilio. Nos llegó vía una trabajadora de salud.
Era la primera vez que recibíamos una carta de este tenor, y nos provocó sacudones intensos. Nos puso ante la responsabilidad de estar enredadas en la posibilidad de la libertad de una mujer víctima de trata.
En febrero de 2010 inició su viaje desde República Dominicana; la travesía le llevó ocho días. Un vuelo hasta Perú, y desde allí por vía terrestre. Numerosas e inimaginables fronteras atravesó Simona en pocos meses. Destino final: la zona petrolera. La ruta del petróleo es también la ruta de la trata.
Simona nos obligó a afinar nuestro hacer feminista. Proyectamos y pusimos en marcha una ingeniería de cuidados, que implicó mucho más que la denuncia en la Fiscalía Federal. Durante un mes estuvimos abocadas en su acompañamiento diario y en gestionar ante los organismos gubernamentales provinciales y nacionales la restitución a su país.
En ese proceso hubo un Estado ausente. Huir de la trata resulta un tránsito por políticas fangosas. Y en ese entonces, los derechos contemplados en leyes vigentes brillaron por su ausencia.
Simona movilizó la solidaridad de feministas latinoamericanas. Mientras activábamos por su regreso, tendimos una red de apoyo para que compañeras de la tierra de las hermanas Mirabal recibieran a Simona.
Reclamar y cuidar, de eso se trató nuestro acompañamiento.

(*) Titular de Colectiva Feminista La Revuelta.

Visibilizar el delito

Neuquén > La fiscal federal María Cristina Beute consideró que es importante el avance en la investigación por causa de trata de personas. “Son los primeros casos en la historia que son elevados a juicio. Es importante porque es una ocasión para trabajar problemáticas nuevas y de la víctima en particular, porque son los testigos calificados porque viven los hechos. Es una oportunidad para ventilar temas sociales importantes”, manifestó.
Dijo que el caso de la víctima de República Dominicana fue la primera experiencia y la calificó como “conmovedora” por ver “a una víctima tan afectada”. A su vez, agregó que hay que instalar en distintos niveles de la sociedad, como el Estado o sociedades intermedias, que hay hechos que son delictivos y que no deben ser naturalizados.
Por su parte, la cordobesa Silvia Peressutti, escritora y fundadora de la ONG Vínculos en Red, sostuvo que es saludable que las causas lleguen a juicio e indicó que de a paco la trata sale a la luz porque ya no diferencia entre pobres y ricos.
“Estamos en etapa de visibilización del tema. Significa que la trata y los tratantes existen. Cuando la mafia se llevaba a los más pobres, a la sociedad no le importaba. Ahora se llevan a todos, por eso se empezó a conocer. A las mafias las vamos a combatir logrando un cambio cultural y de paradigma”, señaló Peressutti.
La trata de personas se configuró como delito en 2008 bajo la Ley 26.364 de prevención y sanción de la trata de personas y asistencia a sus victimas. En Neuquén, la Justicia Federal investiga siete causas con fines de explotación sexual y al menos tres por trata laboral.