“Qué voy a hacer, si ni siquiera tengo los huesos”, dijo Alberto Perassi. Mientras él hablaba con los medios, un médico atendía a su esposa Alicia. Unos minutos antes habían escuchado la lectura del fallo que absolvió a los nueve acusados por la privación ilegítima de la libertad y el aborto no consentido seguido de muerte de su hija Paula.
Alberto y Alicia esperaron este momento durante 7 años y medio. Si no hubiera sido por su lucha la muerte y desaparición de su hija Paula Perassi nunca hubiera llegado a juicio. Este mediodía la jueza Griselda Strólogo leyó el fallo: el empresario Gabriel Strumia, su esposa, su exchofer, una partera y cinco policías fueron absueltos por falta de pruebas.
El Tribunal basó su fallo en la deficiente investigación que impidió obtener pruebas concretas sobre los autores de la desaparición de Paula. “Dicen que no hay prueba porque faltó investigación, pero justamente los investigadores eran los que estaban en el banquillo de los acusados”, explicó Adrián Ruiz, abogado de la familia Perassi a Radio 2.
Paula Perassi tenía 34 años. La vieron por última vez el 18 de septiembre de 2011. Era madre de dos hijos y estaba embarazada de seis semanas de su amante, el empresario Strumia. La sospecha de su familia y de los fiscales es que ella murió cuando él la obligó a abortar.
Ella no quería abortar. A un amigo de Buenos Aires le contó por chat el romance oculto con el empresario, su embarazo y el miedo a morirse durante la intervención. Según la investigación durante la etapa de instrucción, los acusados la secuestraron y la llevaron por la fuerza hasta la localidad de Timbúes, donde le la partera Mirta Rusñiky le habría practicado un aborto forzado. Paula habría muerto durante la intervención. Su cuerpo nunca apareció.
La familia cree que el empresario contó con apoyo policial para desaparecer el cuerpo. El empresario, su esposa Roxana Michi, el ex chofer Antonio Díaz y la partera Roxana Michi llegaron a juicio acusados por los delitos de privación ilegítima de la libertad, aborto no consentido seguido de muerte. La querella y los fiscales pidieron una pena de prisión perpetua.
Para el ex jefe de la agrupación cuerpos de la URXVII, Adolfo Daniel Puyol, responsable de la investigación por la desaparición de Paula, “la Fiscalía pidió 6 años de prisión y 10 de inhabilitación para ejercer cargos públicos por los delitos de encubrimiento, por favorecimiento personal y real, y por no denunciar la perpetración de un delito cuando está obligado a promover su persecución, agravado por su condición de funcionario público e incumplimiento de los deberes de funcionario público”, según informó el diario El Ciudadano.
Para el ex jefe de la Agrupación Unidades Especiales Jorge Krentz y los policías Aldo Gómez, Gabriel Godoy y María José Galtelli la fiscalía pidió penas de 16 años de cárcel por encubrimiento agravado, sustracción y destrucción de prueba y falsedad ideológica de instrumento público.
Agrupaciones feministas y organizaciones sociales y políticas acompañaron a la familia Perassi durante el juicio. Hoy, frente al Centro de Justicia Penal de Rosario, hicieron una vigilia para escuchar la lectura de la sentencia. Una vez más, la Justicia no estuvo a la altura. Sin perspectiva de género en el Poder Judicial las investigaciones sobre femicidios y otras violencias contra las mujeres quedan impunes.