Cosecha Roja.-
Para resolver los crímenes de la calle Morgue, el detective del cuento de Poe intenta lo posible y no descarta lo imposible: cómo hizo el asesino no sólo para salir sino para entrar a la casa de puertas y ventanas cerradas y matar a dos mujeres. Averiguar qué pasó en el departamento del fiscal Alberto Nisman entre la última vez que lo vieron con vida y la noche del domingo, cuando lo encontraron muerto, podría ser el guión de un policial negro: puertas cerradas, llamadas sin contestar, un arma prestada y un pasadizo con huellas y pisadas.
Nisman apareció muerto con un disparo en la sien el domingo a la noche en su departamento de Puerto Madero. Cuando la médica legista lo revisó, el cuerpo llevaba “entre 12 y 15 horas de fallecido”, dijo la fiscal Viviana Fein, a cargo de la causa caratulada como “muerte dudosa”.
Sara Garfunkel, la madre de Nisman, confirmó hoy que la puerta de servicio del departamento del Le Parc tenía dos cerraduras. La primera la abrió ella misma pero la segunda estaba trabada con la llave puesta del lado de adentro, declaró ante la fiscal. Ayer el cerrajero había dicho que la puerta estaba cerrada, con la llave puesta sin trabar: para abrirla tuvo que empujarla con un alambre, colocar la llave y girar el pestillo.
El departamento del piso 13 de la torre Le Parc tenía una entrada principal (aparentemente cerrada con un código), la puerta de servicio y una que conduce a un pasadizo donde se colocan los aires acondicionados. Allí, en donde caminan los técnicos que hacen mantenimiento y reparaciones, los investigadores encontraron una pisada y una huella dactilar en uno de los barrales de protección. Las puertas de aluminio de los extremos comunican los living del departamento de Nisman y de uno de sus vecinos. Los investigadores deben determinar si esas puertas pueden cerrarse desde adentro y a quién pertenecen las huellas.
Además de Garfunkel, la fiscal se reunía hoy con empleados de la fiscalía que investiga el atentado a la AMIA -que estaba a cargo de Nisman. En los próximos días citará también a los vecinos del edificio de Puerto Madero.
El último que lo vio con vida
Diego Lagomarsino trabaja en la fiscalía de Nisman y es la última persona que vio con vida a Nisman: el sábado a la noche le llevó a la casa el arma calibre .22 largo marca Bersa que los peritos encontraron debajo del cuerpo del fiscal. Declaró el lunes ante la fiscal y hoy el diario Página 12 publicó una entrevista con una jueza que lo conoce a Lagomarsino y que cuenta detalles de la relación que tenía con su jefe y el motivo por el que le prestó el arma. “Me dijo que era por seguridad. Que el día anterior lo había llamado Stiuso y le dijo que se cuidara de la custodia y que, además, tuviera precaución con la seguridad de sus hijas”.
Después de la visita del joven nadie más vio al fiscal. El domingo iba a reunirse con los custodios: los había citado para las 11.30. Pero no apareció y no atendió los llamados, según declararon dos policías federales que lo esperaban. Alrededor de las 14 contactaron primero a la secretaria y después a Garfunkel. La fueron a buscar a la casa en el barrio de Núñez porque ella tenía las llaves de la puerta de servicio.
Autopsia y barrido electrónico
La autopsia determinó que Nisman murió de un disparo en la cabeza. Los peritos aseguraron que no hubo intervención de terceras personas y que el plomo extraído de la cabeza de la víctima y la vaina hallada al costado corresponden en un 99 por ciento con el arma secuestrada en la escena. El disparo con la Bersa calibre .22 -registrada a nombre del colaborador de la fiscalía- fue en la sien, a dos centímetros de la oreja. Y la bala entró por el parietal derecho, desde abajo hacia arriba. El cuerpo estaba tirado en el piso del baño, trabando la puerta. Debajo de uno de los brazos estaba la pistola calibre .22 y en la bañadera había manchas de sangre.
Los resultados del barrido electrónico que realizaron los expertos de la Policía Científica de la Bonaerense determinaron que no hay restos de plomo en las manos de Nisman. Sin embargo, eso no descarta que haya sido él quien disparó. “El calibre del arma (que provocó la muerte del fiscal) es tan pequeño que no permite que el barrido de positivo”, dijo la fiscal Viviana Fein en declaraciones radiales. Según el perito criminalista Raúl Torre, “un arma de tipo pistola (recámara cerrada) y reducido calibre de fuego anular .22, puede dar negativo aún habiendo disparado”. Los peritos realizarán un nuevo disparo con el arma para ver si deja pólvora.
En una carta publicada en las redes sociales esta mañana, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se preguntó: “¿Por qué se iba a suicidar alguien que siendo fiscal gozaba, él y su familia, de una excelente calidad de vida? ¿Por qué iba a pedir prestada un arma para suicidarse cuando el Fiscal tiene registradas dos armas a su nombre en el RENAR?”.
Fotos: Télam
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