Rosalía Alvarado pasó 23 años sin contarle a nadie que entre los 6 y los 12 había sido abusada por su tío, Daniel Pacce, en complicidad con su tía, Noemí Alvarado. Recién pudo hablar en el velorio de su padre, en 2013. Cuando sus tíos abusadores llegaron al lugar, Rosalía sintió que le explotaba el cuerpo. Los hizo echar y contó todo.
A sus 3 años, Belén Duet recién empezaba a hablar y encontró una manera de expresar lo que le estaba pasando. Su maestra del jardín la pudo interpretar, le contó a la madre de Belén y empezaron a indagar más. Ella había llegado a la casa de Pacce porque su madre trabajaba en el colegio en el que Alvarado era directora. La familia de Belén era muy pobre y el matrimonio se aprovechó de eso y simulaba protegerla.
Hoy Rosalía, de 46 años, y Belén, de 39, encabezan en Chaco la causa judicial más antigua que se registra por abuso sexual infantil en el país. Llevaron a juicio a Noemí Alvarado, de 82 años, acusada por abusos perpetrados entre 1979 y 1986 en conjunto con su esposo, el ya fallecido ex diputado nacional Pacce. Y este jueves hubo sentencia: fue condenada a 7 años por el delito de corrupción de menores y de haber sido partícipe necesaria de los abusos.
Ambas supieron que habían sido víctimas de las mismas personas por casualidad. En 2013, cuando la madre de Rosalía, María Delia, se enteró de todo, quiso denunciarlo y contarlo al mundo entero. En la fila de un banco de Resistencia, se encontró con una vieja conocida y le contó lo que le había pasado a su hija. Esa mujer era Lidia, la madre de Belén. Y le dijo que ese matrimonio le había hecho lo mismo a su hija.
Por esos años, a Lidia ya le habían cerrado todas las puertas en la Justicia. Es que Pacce era un hombre muy poderoso. En 1987, después de haber ocupado cargos en la gobernación provincial, fue electo diputado nacional por el Partido Justicialista chaqueño. Su período se extendió hasta 1991.
Pacce murió en 2018 sin ser juzgado.
La causa más antigua
Después de años de rechazos judiciales hacia su madre, a principios de la década de 2010, Belén cumplió 30 años y decidió enfrentar el camino judicial por su cuenta. Cuando se juntó con Rosalía también sufrieron el rechazo por el fantasma de la prescripción de sus causas.
Las cosas empezaron a cambiar cuando se toparon con el abogado Leandro Ramírez, el primero en tomar la causa. En 2015 les jugó a favor la ley: el Congreso Nacional aprobó la 27.206 de “Respeto a los Tiempos de las Víctimas”. Esa normativa amplió el período de prescripción del delito de abuso sexual en la infancia. Estableció que ese plazo empieza solo cuando la víctima, tras haber alcanzado la mayoría de edad, “formule por sí la denuncia o ratifique la formulada por sus representantes legales durante su minoría”.
Rosalía y Belén presentaron la denuncia formal en 2016. Pero dos años después, la fiscal del caso, Daniela Meiriño, archivó la causa porque entendió que la acción había prescripto. Es que, por principio general, la legislación argentina no tiene retroactividad en las leyes: los delitos cometidos antes de que entren en vigencia no son juzgados bajo la 27.206.
El caso fue tomado por Paulo Pereyra, abogado con experiencia en delitos de lesa humanidad y actual funcionario provincial. Además de recurrir a esa ley, Pereyra incorporó los tratados internacionales de derechos humanos y del niño con jerarquía constitucional en Argentina desde la reforma de 1994.
Otro caso les jugó a favor: en 2019, el Superior Tribunal de Justicia chaqueño falló a favor de la aplicación retroactiva de la 27.206 porque consideró que por las características de “los abusos sexuales infantiles y sus tiempos, los términos de la prescripción no pueden ser los generales previstos por el código de fondo”.
Finalmente la denuncia fue desarchivada por el Juzgado de Garantías Nº 2 de Resistencia. En diciembre de 2020 se fijó la fecha del juicio por el que pasarán 24 testigxs. Actualmente ambas están representadas por el abogado Kevin Nielsen y la abogada Nahir Badur.
En un comunicado, las denunciantes destacaron que no están solas, sino que las acompaña “todo un colectivo de organizaciones de mujeres, identidades diversas, de DDHH, sociales y políticas”.
Hace unos años, Rosalía y Belén crearon la organización “Al Fin Justicia”, que acompaña a sobrevivientes de abusos en la infancia y se encarga de visibilizar la normativa actual.