Cosecha Roja.-
Para hacer una operación de prensa hacen falta dos elementos: una mentira que parezca verdad y testimonios que la avalen. “Esto es francamente un disparate. No hay ni un solo elemento en todo el expediente del triple crimen de General Rodríguez que lo vincule Aníbal Fernández, la historia es inverosímil y las palabras de Martín Lanatta y José Luis Salerno valen menos que la moneda griega”, dijo a Cosecha Roja el periodista Ricardo Ragendorfer.
La operación de la que habla la anunció el propio Jefe de Gabinete y precandidato a Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Aníbal Fernández, horas antes de la emisión de PPT por Canal 13. Durante el programa, el conductor Jorge Lanata entrevistó a Martín Lanatta, uno de los cuatro condenados a perpetua como autor material del asesinato de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina el 7 de agosto de 2008.
Según la investigación judicial, las víctimas querían entrar en el negocio del tráfico de la efedrina y esto ponía en riesgo el negocio de Ibar Esteban Pérez Corradi, considerado el autor intelectual del crimen. Hasta entonces la droga se importaba desde China e India sin restricciones. Se conseguía el kilo de efedrina a 10 dólares y se vendía a México por 10 mil dólares. “Era un negocio redondo”, dijo Ragendorfer. Después del triple asesinato Aníbal Fernández -entonces Ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos- reguló la importación del precursor. “Convirtió a la importación de ese producto en algo tan restrictivo que dejó de ser rentable. Es estúpido decir que su intención era quedarse con el suculento negocio de la efedrina cuando él fue quien lo rompió”, dijo el periodista.
El otro Lanatta acusó a Fernández no sólo de recibir dinero del tráfico sino de ser el “autor intelectual” del múltiple homicidio. “Es tan burdo que hasta el propio abogado de la estrella de esta operación salió a desmentirlo”, dijo Ragendorfer. “Le hicieron decir algo que no es cierto. Estuve mucho tiempo con él, nunca lo conoció”, dijo Roberto Cazorla Yalet. También lo negaron los jueces de la causa y el fiscal Juan Bidone: “Está condenado y puede tener segundas intenciones al salir con esta denuncia”.
La entrevista de Lanata a Lanatta la grabaron en la cárcel. La de Salerno, en cambio, la filmaron en la casa de la precandidata presidencial Elisa Carrió. El ex policía está en libertad: fue sospechoso por el triple crimen pero estuvo preso por la causa de la efedrina. “Salerno puede decir lo que quiera pero obviamente es parte de la operación”, dijo Ragendorfer.
En el video, el conductor de canal 13 le pregunta a Lanatta sobre su relación con el ministro.
– ¿Cuántas veces te encontraste con Aníbal Fernández?
– Tres o cuatro veces.
– ¿Dónde?
– En el RENAR, en el coso y una vez en la puerta de la casa de él.
Cuando dice el “coso” se refiere a al supuesto pago de un dinero destinado a Fernández a través de un contacto de Inteligencia. “Vos me contabas que el pago de Forza a Aníbal se hace circunstancialmente en el departamento de Policía medio al pasar, en medio de una visita oficial de Aníbal al Departamento”, dice el conductor. El entrevistado asiente.
– ¿Por qué hablás ahora?
– Yo voy a pedir el resguardo que tengo que pedir, sé que con quién me enfrento – dijo Lanatta. Y no respondió la pregunta.
“¿Cuál será el motivo para una operación política hoy sobre un tema que tiene 7 años? ¿Que estamos a 7 días de las PASO? ¿Que soy el candidato que encabeza las encuestas?”, escribió Fernández en su blog.
Ragendorfer conoce la causa como pocos. Para él la operación no tiene sustento jurídico pero sí impacto mediático. “Vivimos en un país en donde gran parte de la gente cree que Alfredo Yabrán está vivo, escondido en una playa del lejano oriente”, dijo.
La extorsión
Para denunciar la operación, el jefe de Gabinete tuiteó fotografías de pantalla: una era una conversación de Whatsapp en la que el periodista Nicolás Wiñazki le contaba que saldría el informe sobre Efedrina que lo involucraba y le pedía una entrevista y otra era de un e-mail con un remitente fantasma (‘Capitan Nemo’) en el que le ofrecían “quitar algunas partes” del informe si él colaboraba. El 29 de junio, Fernández radicó una denuncia por extorsión. Ayer denunció penal y civilmente a Canal 13, Lanata, Salerno y Lanatta.
Triple crimen: los personajes de la caja de Pandora
El 7 de agosto de 2008, a Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina los convocaron por una reunión de negocios en el Walmart de Sarandí. Los esperaban Cristian y Martín Lanatta y Víctor y Marcelo Schillaci. De ahí, los tres empresarios fueron trasladados a la casa de Cristian en Quilmes y asesinados a balazos por la espalda. Los cuerpos quedaron guardados en un freezer y aparecieron seis días después en un descampado de la localidad de General Rodríguez.
El autor intelectual fue Pérez Corradi, un hombre que había hecho “muchísimo dinero en poco tiempo” y que conoció a Forza cuando la víctima estaba quebrada económicamente. “Eran dos personalidades algo psicopáticas”, contó Ragendorfer. Pérez Corradi le empezó a hacer préstamos que el empresario nunca pagó y con los que compraba remedios defectuosos y los metía en el mercado.
A Forza se le prendió la lamparita y empezó a conspirar para apartarlo a Pérez Corradi y quedarse con el tráfico de efedrina. En marzo hubo una reunión en una confitería de Pilar junto a Luis Tarzia -el contacto con los compradores mexicanos-. Tuvieron una conversación sobre la venta de 125 kilos de efedrina. Cuando el juicio llegó al final, Ragendorfer escribió en Tiempo Argentino: “A los pocos minutos, Forza llamó a Leopoldo y Damián para transmitirle la buena nueva. Todo indica que, en ese preciso momento, los tres amigos iniciaron su larga marcha hacia un zanjón de General Rodríguez”.
Foto: Leo Vaca / Infojus Noticias
[Nota publicada el 4/8/2015]
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