Cosecha Roja.-
Eran las siete y veinte de la mañana. Un niño de nueve años, parado sobre la calle Amenabar al 1800, pedía ayuda y alertaba: “¡Mi papá está atacando a mi mamá con un cuchillo!”. Los policías que pasaban en el patrullero haciendo la ronda lo vieron y frenaron. En el hall de entrada del departamento, encontraron tirado el cuerpo de Elke Yvars Beck, la mamá del nene. Acababa de ser acuchillada. Cuando Claudio López Rossi -ex pareja de la mujer alemana- intentaba escapar, lo detuvieron con el cuchillo en la mano y lo acusaron de femicidio.
La causa quedó en manos del juzgado de instrucción porteño 34, subrogado por el juez Diego Slupski. López Rossi, abogado y profesor, se negó a declarar. Su abogado, Marcelo Clavel, dijo que el hombre está “muy shockeado”. La causa está caratulada como “homicidio agravado por violencia de género”.
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Elke tenían 50 años y él 53. Hace pocas semanas salió la sentencia de divorcio. Juntos tenían un hijo de 9. Fue el que pidió ayuda. Los vecinos contaron a los medios que dijo que no quería ver nunca más a su papá. “¿Y ahora con quién me voy a quedar?”, preguntaba. Actualmente, la responsabilidad parental no se pierde de manera automática. Según Alejandra Lauría, una de las coordinadoras de La Casa del Encuentro, para que el papá femicida deje de tener derechos, “hay que hacer un expendiente y demostrar que el progenitor puede causar daño en la salud física o psíquica”. Como si ese daño no quedara demostrado después de haber asesinado a la mamá.
Hay dos mecanismos previstos, uno en el código penal -cuando existe una pena mayor a tres años de prisión- y otro en el civil -si se demuestra el daño potencial-. “En la práctica no ocurre y hasta hay jueces que obligan a visitar a sus papás a la cárcel”, dijo Lauria. Los hijos de Rosana Galliano viven con el papá y la abuela, los asesinos de la mamá. En el caso de Adriana Marisel Zambrano, la hija en común tenía 9 meses al momento del femicidio. Hoy, 8 años después, la nena tiene que ver a su papá dos veces por semana por decisión judicial.
El proyecto de pérdida automática de responsabilidad parental, elaborado por La Casa del Encuentro, se presentó en la Comisión de Familia de la Cámara de Diputados en diciembre. Se espera que sea tratado en marco. “Tiene como finalidad que, a partir de la condena firme por femicidio de un hombre, se proceda a la pérdida automática de la responsabilidad parental respecto de los hijos en común que tenga con la mujer víctima”, explicó Lauría. También establece que se suspenden los derechos cuando se dicta el procesamiento. Pero la obligación de los deberes alimentarios continúa en todos los casos, tal como dice el Artículo 704 del Código Civil.
También abarca la suspensión automática de responsabilidad parental cuando se dicta el procesamiento. El artículo 704 del nuevo código civil ya sostiene que los deberes alimentarios se mantienen, por más que se prive de la responsabilidad parental. Por otro lado, el anteproyecto de la Ley Brisa, propone que niños y niñas cuyas madres fueron víctimas de femicidio accedan a una reparación económica por parte del Estado y cobertura de salud.
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Ni bien encontraron el cuerpo, los oficiales salieron a buscar a Claudio López Rossi por las inmediaciones del barrio porteño de Belgrano. Lo encontraron corriendo entre los autos del garage del edificio, con un cuchillo ensangrentado en la mano: intentaba escapar. Los médicos del SAME constataron la muerte de Elke y la Unidad Criminalística Móvil de la Policìa Federal hizo las pericias. Fuentes judiciales confirmaron a Cosecha Roja que en la escena secuestraron el tramontina con manchas de sangre en la zona metálica.
Mientras el hombre esperaba ser trasladado a la Comisaría 33, gritaba “quiero ver a mi hijo”. Tenía orden de restricción de acercamiento al hogar desde agosto: la mujer lo había denunciado por violencia familiar, cinco meses atrás. Aunque ya no vivía ahí ni tenía las llaves del departamento, conservaba el control remoto del garage y así logró entrar al edificio. Fue temprano para encontrarla antes de que llevara al niño a la escuela. Los vecinos contaron que López tenía puestos guantes de jardinero.
El barrio a esa hora se empieza a mover. Al lado del edificio hay un colegio inglés y Amenábar es una calle muy transitada por ser una vía alternativa a la Avenida Cabildo. El edificio, de diez pisos, queda a mitad de cuadra. Ellos vivían en el sexto.
Durante los primeros diez meses del año, 233 mujeres fueron asesinadas por la violencia machista: las balearon, las apuñalaron, las golpearon y las quemaron. Según el informe de Investigación de Femicidios en Argentina que elabora La Casa del Encuentro. En la ciudad de Buenos Aires, fueron 13.
Si necesitás ayuda, podés llamar al 144 o al 0-800-66-mujer [ambas funcionan todos los días, las 24 horas]. También podés comunicarte con la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia de la Nación al 011 4123-4510 o al 137 si estás en Buenos Aires, Posadas, El Dorado o Resistencia. Si es una emergencia, llamá al 911.
Nota publicada el 15/12/2015 y actualizada el 16/12/2015
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