Terminó el conteo de los votos de las PASO y la Junta Electoral bonaerense puso en escena su cara más sexista: emitió un dictamen que barre con el principio de paridad de género en las listas definitivas para las elecciones del 22 de octubre en el caso de los frentes que disputaron internas. El organismo, encabezado por Hilda Kogan, priorizó “la voluntad popular” por sobre “la alternancia y secuencialidad entre sexos” que garantiza la Ley de Paridad 14.848. La sanción en la Legislatura provincial en octubre del año pasado fue una conquista de las legisladoras que instalaron el tema y dieron el debate público. Ahora, toca volver a pelear los lugares: en el reacomodamiento las que pierden siempre son las mujeres.
De los 135 municipios de la provincia sólo cuatro están gobernados por mujeres. Las legislativas de este año son la primera oportunidad para equilibrar la balanza. Las PASO y las generales de octubre son el debut del cupo femenino del 50 por ciento y la alternancia entre mujeres y varones en los cargos electivos, tanto para la Legislatura como para los Concejos Deliberantes y Consejos Escolares municipales.
La controversia surgió luego de las primarias del 13 de agosto en los partidos o frentes que pasaron el piso de 1,5 por ciento de los votos para seguir en carrera y, además, disputaron internas. Dentro de estas fuerzas mayorías y minorías deben conformar las listas definitivas. El problema es cómo sostener la paridad y la alternancia.
La justicia resolvió darle más peso al orden original de las listas que al derecho garantizado por la Ley de Paridad: la igualdad de representación implica que detrás de cada mujer aparezca un varón, y viceversa. Con este fallo a las candidatas les toca esperar y el argumento es que el Gobierno de María Eugenia Vidal, quien no tiene otras mujeres en su gabinete, nunca reglamentó la ley.
“La Junta Electoral no está para legislar: si el Gobierno provincial no hizo la reglamentación necesaria, debería haber ajustado el criterio acorde a la garantía de representación. Esta no es sólo una interpretación regresiva, sino que va en contra del espíritu de la ley. Parece que las mujeres siempre tenemos un techo”, dijo a Cosecha Roja la senadora bonaerense por el Frente Renovador Micaela Ferraro, una de las impulsoras de la paridad.
La Junta eligió que se respete el orden predeterminado en las listas que se presentaron en las PASO y que las fórmulas perdedoras empiecen a colar a sus candidatos a partir del cuarto lugar sin respetar la alternancia de género. Una opción hubiese sido optar por otra forma de integrar las minorías a las listas definitivas: si el último lugar de la mayoría vencedora en las PASO corresponde a un varón, lo ideal sería acordar que el primero que entre en la lista de la minoría sea del sexo opuesto, alternando varones y mujeres por binomio.
“La interpretación de la ley va en contra de los derechos de las mujeres, que hemos sido relegadas históricamente de los lugares de poder. La explicación es simple: el machismo atraviesa a todas las instituciones y en esta Junta, conformada por cuatro varones y tres mujeres, primó esa mirada”, dijo Ferraro.
Es que si bien las mujeres son más del 50 por ciento de la población argentina, el 60 por ciento de las estudiantes y graduadas universitarias y la mitad de la fuerza de trabajo, en los lugares de toma de decisión están subrepresentadas: son el 36 por ciento en la Cámara de Diputados y el 42 en el Senado de la Nación; el 14 en la dirección de los ministerios del Poder Ejecutivo y apenas el 24 en los tribunales superiores y cortes del Poder Judicial.
En el Gabinete de Mauricio Macri sólo hay tres mujeres con cargos jerárquicos, la vicepresidenta Gabriela Michetti y las ministras de Seguridad y Desarrollo Social, Patricia Bullrich y Carolina Stanley. Cuando la canciller Susana Malcorra renunció este año, su lugar pasó a ser ocupado por un varón, Jorge Faurie. Y a pesar de la campaña #UNAyUNO que las legisladoras de todos los bloques impulsaron desde el año pasado en el Congreso de la Nación y del debate de varios proyectos de paridad en las Cámaras, ninguno llegó a aprobarse para estas elecciones.
Ferraro consideró que en el fallo de la Junta “no hubo perspectiva de género y no se hizo el análisis de que esto iba en contra de nuestros derechos porque la distribución del poder siempre cierra para el lado de los varones”. Esta mañana, su bloque presentó un recurso de reconsideración ante la Junta para que evalúe su dictamen y se rectifique. Otros bloques también están pensando en medidas contrarreloj: el plazo para presentar las listas definitivas vence el sábado 2 de septiembre.
“No vamos a frenar en esta lucha porque nos importa que esto quede establecido no sólo para esta elección, sino para todas las que vienen: no podemos permitir que se siente este precedente”, cerró Ferraro.