Ernesto Guerrero y Tito Virú – La República

Tenía antecedentes por violencia familiar y sin embargo lo dejaron actuar a su antojo. Un abogado mató a su hijo de dos años y causó graves lesiones  a su esposa y su suegro. Los acribilló a tiros en su casa de la provincia limeña de Huaura, apenas una hora después de ser liberado por policías que desestimaron una denuncia presentada por las víctimas.

“Lo soltamos porque solo había tenido una riña con su pareja…”, señaló después el suboficial técnico de 2ª Alexis Pineda Porras. “Sí, sí. Era un lío entre dos…”, argumentó su compañero, suboficial José Ochoa Nicolás.

Ambos acudieron en el patrullero PL-7187 a la vivienda de la calle Las Flores B-7, cerro El Carmen, alertados por los vecinos, quienes reportaron los maltratos que el abogado Gustavo Castillo Monroy (37) venía propinando a sus familiares.

En la sala del predio lloraba desconsolado el pequeño Junior (2), hijo de Castillo Monroy. También estaba su esposa, la profesora María Esther León Bartolo (31), y su suegro, el también docente Félix León Gavino, de 63 años.

“Don Gustavo había golpeado a Esther. Ella misma les pidió a los policías que se lo llevaran. No me explico cómo pudieron soltarlo tan rápido”, contó doña Vicenta Enriqueta Melquiades, amiga y confidente de la profesora baleada.

En efecto, a las 8.40 de la noche del martes último, unos 60 minutos después de la intervención inicial, el abogado retornó a su casa. Esta vez portaba una pistola automática y apenas ingresó abrió fuego.

Los ocupantes fueron tomados por sorpresa, no pudieron guarecerse. El niño falleció al instante tras recibir un balazo en la cabeza y otro en el tórax. Su joven madre trató en vano de protegerlo.

Esther León fue alcanzada por tres proyectiles en la cavidad abdominal y las extremidades inferiores. El abuelo del pequeño sufrió lesiones perforantes en el pecho. Creyéndolos muertos el agresor salió a la calle y siguió disparando. Lo hizo 14 veces hasta agotar la munición de su arma.

Recién entonces los vecinos intervinieron e intentaron cobrar justicia con mano propia. Justo en ese momento aparecieron en escena los mismos policías que acababan de liberar al abogado y lo alejaron del peligro.

Los dos heridos fueron internados en el hospital de Essalud de Huacho, mientras que el criminal permanecía resguardado en la comisaría de Huaura. La vigilancia tuvo que ser redoblada para evitar un posible linchamiento.

INVESTIGADOS

La PNP informó que los dos suboficiales que liberaron al criminal serán separados de sus cargos y sometidos a investigación.

En lo que va del año se han reportado 24 mil 875 casos de violencia familiar, así como 63 feminicidios, según el Ministerio de la Mujer.