El día más importante de su carrera el comisario José Potocar se vistió con traje gris, camisa blanca y corbata roja. Ese 29 de diciembre del 2016, el jefe de Gobierno porteño lo presentó públicamente como el primer jefe de la flamante Policía de la Ciudad, una fuerza integrada por 25 mil agentes. Duró apenas 140 días en el cargo: en abril del 2017 fue detenido acusado de liderar una organización que cobraba coimas a trapitos y comerciantes en los barrios porteños de Núñez y Saavedra. Ahora el fiscal que lo investigó, José María Campagnoli, pide que sea llevado a juicio.
“Es un día histórico y trascendente porque estamos cumpliendo algo que prometió toda la política en los últimos 30 años, y hoy lo estamos concretando”, dijo Rodríguez Larreta durante la presentación de Potocar. Cuando le tocó hablar, el comisario graduado en la Academia del FBI que hizo carrera en la Policía Federal en Seguridad Metropolitana, Drogas Peligrosas, Asuntos Internos y como director de Comisarías de la Ciudad prometió “trabajar muchísimo” para que los vecinos estén seguros.
En esa época ya estaba en la mira de la Justicia. Cuatro meses antes el juez Ricardo Farías había ordenado allanar la comisaría 35 del barrio Núñez. Quería verificar, junto al fiscal Campagnoli, si ese era el escenario de un video en el que se veía a un grupo de policías que explicaban cómo repartir los “trapitos” en los alrededores de la cancha de River. En uno de los cajones del comisario Norberto Villarreal encontraron la prueba clave: un cuaderno espiralado marca América. Ahí el policía tenía anotadas detalladamente las coimas que pagaban los comerciantes de la zona para recibir una seguridad preferencial. Anotadas a mano estaban las siglas de la Superintendencia de Seguridad Metropolitana (SSM) y la Dirección General de Comisarías (DGC) que comandó Potocar hasta que asumió al frente de la Policía de la Ciudad.
En el expediente también hay recibos, listas con los montos entregados por los locales del barrio, cuadernos con los repartos y testimonios de policías que detallan los procedimientos de recaudación e incriminan a varios comisarios. El fiscal armó una lista de los comercios y pudo identificar que pagaban entre 700 y hasta 900 pesos semanales. Ahí aparecen todos los hoteles alojamientos de la zona, un Carrefour Express, Tienda de Café, Boutique de Pizzas, un gimnasio Megatlón, la heladería Chungo y el Club Náutico Buchardo (frente a la ex Esma), entre decenas de comercios.
En el local de Chungo, a cinco cuadras de Puente Saavedra, los empleados llevaban una contabilidad interna con los pagos a proveedores. Uno de los rubros decía: “Policía Federal Argentina”. Hasta marzo de 2016 entregaban 2.300 pesos. Después pasaron a pagar 3.000. La cuota más alta la pagaba el outlet de ropa de Salomon y Wilson: 25.000 pesos.
Los policías hacían la recorrida en el patrullero, recibían el pago y entregaban un recibo categoría “C” a nombre de la “Asociación de Amigos de la Comisaría 35 de la PFA”. Los comisarios y subcomisarios también recibían vouchers o tarjetas para consumir en los locales.
Potocar quedó detenido esta mañana cuando se presentó en los Tribunales, ocho meses después del allanamiento. El fiscal Campagnoli sospecha que es el líder de una asociación que exigía dinero a los comerciantes y “trapitos” de Núñez y Saavedra a cambio de protección y de seguridad. El ahora suspendido jefe de la flamante Policía de la Ciudad tiene 58 años. Lo presentó a fines de diciembre el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta. Con una trayectoria de 35 años y con vínculos cercanos a las comisarías, era la apuesta del oficialismo en el lanzamiento de la nueva fuerza.
El 25 de abril, cuando ya había salido a la luz la investigación, Potocar se presentó en Tribunales de forma espontánea. El juez Ricardo Farías entendió que podría llegar a entorpecer la investigación y ordenó su detención después de tomarle declaración. El ex policía estuvo preso 100 días en un edificio de Gendarmería. Lo liberaron en agosto tras pagar una fianza de 100 mil pesos.
Campagnoli dio por concluida la etapa de investigación y pidió que la causa sea elevada a juicio. Los acusados: Potocar, la comisaria inspectora Susana Amalia Aveni, el subcomisario Marcelo Fabián Stefanetti y el subcomisario Alberto José Codaro.
Potocar, el hombre de traje gris y corbata roja que se graduó en el FBI, ya no es policía. En los próximos meses la Justicia definirá si continúa libre.