Cosecha Roja.-
En 17 de agosto de 2006 se escuchó un balazo en el Mc Donald´s de Campana. Fue en un auto estacionado en el que estaban Mariana Sánchez y el policía Gabriel Omar García. Eran amantes. La bala le dio a ella y murió un rato después, en el hospital. Él dice que Mariana se suicidó, pero cuando lo relata se contradice varias veces. Hoy empieza el juicio en el que lo acusan de “homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego”. Cada año, un 5 por ciento de los femicidios los comete un oficial de las fuerzas de seguridad.
Mariana es una de las casi 300 mujeres que mueren por año víctimas de violencia de género en Argentina. Según datos de La Casa del Encuentro, el año pasado los casos se incrementaron un 15%: pasaron de 255 en 2012 a 295. Entre 2008 y 2013, la cifra de agresores que pertenecen a fuerzas de seguridad tiene pequeñas variaciones pero se mantiene entre 12 y 17 por año.
Sánchez tenía 22 años y pesaba 55 kilos. García tenía 37 y 98 kilos. Por eso es sospechoso cuando el policía cuenta que se quiso separar y que Mariana le pegó hasta dejarlo casi inconsciente. Las amigas de Sánchez dicen que quien se quería separar era ella porque él estaba casado, prometía separarse, pero acababa de tener un hijo. La causa está en el el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 2 del Departamento Judicial Zárate-Campana y se espera declaren 15 testigos.
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