Foto: Enfoque Rojo
El comisario Julio Franco Micucci fue el último que cayó. La Bonaerense lo detuvo anoche mientras caminaba por San Miguel del Monte. Unas horas antes habían sido detenidos el secretario de seguridad municipal, Claudio Martínez, y otros tres agentes que se suman a los ocho efectivos capturados la semana pasada.
El teniente 1ro. Hector Enrique Ángel, alias Pipi, y el oficial Inspector José Manuel Durán no estarían vinculados directamente a la muerte de los chicos sino a un episodio anterior relacionado con la venta de drogas en el pueblo. Según el abogado Lucas Richmond, que acompaña a algunos de los familiares de las víctimas, la principal pista es que los chicos vieron una escena relacionada al tráfico de drogas y eso motivó la persecución. “Todo apunta a esa hipótesis. Es totalmente desproporcionado que la policía actúe de esa manera por una infracción de tránsito o para cobrar una coima”, explicó a Cosecha Roja Richmond.
En la investigación todavía hay puntos oscuros. De los ocho policías detenidos la semana pasada solo una declaró ante el fiscal de Cañuelas Lisandro Demonte: la oficial Subayudante, Melina Noelia Bianco, acusada de encubrimiento. Ella iba en una de las patrullas que participó de la persecución y delante suyo los policías fraguaron las actas para hacer pasar la muerte de los chicos como un accidente de tránsito.
“Primero los policías dijeron que la persecución había sido solamente de 10 cuadras. En la causa se incorporaron los videos de cuatro cámaras de comercios y una casa particular en la que se ve que la persecución es de al menos tres kilómetros”, explicó Richmond. Este aspecto representa una de las claves de la investigación: ¿en qué momento se cruzaron el Fiat 147 blanco y el patrullero?
En el pueblo, los vecinos cuentan que la persecución empezó atrás de la laguna, cerca de un punto de venta de drogas. Primero fue una camioneta policial. En el último tramo se sumó otra. Después del choque apareció un tercer patrullero.
El capitán Rubén Alberto García, el oficial Subayudante Mariano Ibáñez y los oficiales de policía Manuel Monreal y Leonardo Daniel Ecilape fueron imputados por la jueza Marcela Garmendia por el delito de cuádruple “homicidio doblemente agravado por abuso de función como miembros de las fuerzas policiales y por el empleo de armas de fuego” y tentativa de homicidio por el caso de Rocío Guagliarello.
Rocío lleva una semana internada en la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica de el hospital El Cruce de Florencio Varela. Según el nuevo parte médico “experimentó mejoría en los parámetros cardiopulmonares”. Su pronóstico sigue siendo reservado.