La Reina del Sur, un colombiano acusado de comprar aviones para Pablo Escobar, el dueño de Grupo Higa -involucrado en el escándalo de la millonaria casa blanca del presidente de México, un capo narco prófugo y dos empresarios argentinos investigados en el FIFA Gate. No sólo el presidente Mauricio Macri, sus familiares y varios funcionarios del gobierno están en los Panamá Papers. En el listado también hay banqueros, testaferros y narcos acusados de lavar dinero. En esta nota te contamos quiénes son.
La publicación de los Panamá Papers fue una revolución: más de 300 periodistas de todo el mundo procesaron 11,4 millones de datos sobre cuentas offshore a través del estudio panameño Mossack Fonseca. Según la investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ por las siglas en inglés), hay 33 firmas o empresarios del “listado negro” que elabora el gobierno estadounidense. Se trata de firmas ligadas al tráfico de drogas, personas y armas.
Mallory Chacón nació en Aldea El Cerinal, al sur de Guatemala, en 1972. Trabajaba como comerciante y empezó a lavar dinero proveniente del narcotráfico a fines de los noventa. En el 2006, compró la agencia de lotería Bingotón Millonario en sociedad con un capo guatemalteco. En cinco años realizaron transacciones millonarias a través de la compra de acciones en empresas de energía, agencias inmobiliarias y préstamos directos a comerciantes locales. Se hizo conocida con el apodo de “la reina del sur”.
El gobierno de Estados Unidos la identificó como la “lavadora más activa” de Guatemala: trabajó para alguno de los señores del narco en Centroamérica como los guatemaltecos Jorge Mario “el gordo” Paredes y Mario Ponce Rodríguez y el mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán, líder del cartel de Sinaloa. En los Panamá Papers, su nombre está ligado a la compañía Broadway Commerce Inc. formada en 2008, con la asesoría de Mossack Fonseca. Al año siguiente fue vendida.
En 2014 se entregó a la justicia de Estados Unidos. Según publicaron los medios en mayo del año pasado, la sentencia fue mantenida en secreto por el juez porque la reina colaboraba con la DEA desde 2012. Tampoco se sabe la fecha en que será excarcelada por medidas de seguridad.
También está implicado Leo Eisenband, un empresario de Barranquilla, Colombia, que a fines de los ochenta participó de la compra de aviones para el capo más citado en la tele y el cine, Pablo Escobar. Eisenband creó y dirigió desde 1979 FEDCO, una empresa que comercializa productos de belleza y perfumes. Reconocido en el mundo de los negocios colombianos, en 1994 una fiscalía federal de Estados Unidos lo imputó por enviar más de un millón de dólares para la compra de aviones, en sociedad con un vendedor estadounidense y un piloto que trabajaba para Escobar. La Justicia ordenó su captura internacional: ese mismo año solicitó la creación de una compañía offshore a través de Mossack Fonseca.
En México hay 65 empresas con 47 beneficiarios relacionados a los documentos filtrados. Entre ellos, Rafael Caro Quintero, uno de los narcotraficantes mexicanos más conocidos fuera y dentro de su país. En 1985, fue detenido en Costa Rica por secuestrar, torturar y asesinar a un agente de la Administración para el Control de Drogas norteamericana (DEA por sus siglas en inglés).
Sobre Caro Quintero circularon infinidad de historias, por ejemplo se dijo que iba a cancelar la deuda extranjera de México (en ese momento, más de 90.000 millones de dólares) a cambio de su libertad. Después de haber pasado 28 años en prisión, el pronóstico se cumplió a medias: lo liberaron por decisión de un juzgado del Estado de Jalisco aunque Caro Quintero no puso un peso en la Hacienda mexicana. Dos años después lo volvieron a condenar pero él ya estaba prófugo. En 2008, la Justicia costarricense solicitó a la firma legal panameña los títulos de propiedad de una finca que había pertenecido al capo narco.
Otro mexicano involucrado es Juan Armando Hinojosa Cantú. El dueño del Grupo Higa es investigado por el caso “Casa Blanca”, la mansión de siete millones de dólares que se mandó a hacer el presidente Enrique Peña Nieto. La investigación por el desvío de 100 millones la hizo el equipo de la periodista Carmen Aristegui, a quien le levantaron el programa de televisión después de la publicación.
Según AFP, el presidente de Chile Transparente, Gonzalo Delaveau, está involucrado en el escándalo de los Panamá Papers. Después de conocerse que su nombre integra la lista de las empresas fantasmas creadas por Mossack Fonseca, renunció al cargo. También está en los papeles Hernán Buchi, el dueño de El Mercurio y ex ministro de Hacienda del dictador Augusto Pinochet.
En Argentina, Hugo y Mariano Jinkins están mencionados en un contrato con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino. Padre e hijo están acusados en la causa que investiga los sobornos en la federación de fútbol. Entre los correos electrónicos, cuentas bancarias y datos de compañías fantasmas de la firma panameña, hay un contrato del 13 de septiembre. Allí, acuerdan la venta de los derechos para la retransmisión en Ecuador de los campeonatos de fútbol de la Unión Europea entre 2006 y 2008. El monto era de 111 mil dólares pero pocos meses después los Jinkis revendieron los derechos por el triple.
Foto de Caro Quintero: Cuartoscuro
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