Por Bianca Muniz, Bruno Fonseca, Larissa Fernandes, Rute Pina
Fuente: Agência Pública
En Brasil, hay más personas blancas que negras vacunadas contra el coronavirus. Este ha sido el resultado de un estudio exclusivo de Agência Pública basado en datos de 8,5 millones de personas que recibieron la primera dosis de vacunas aprobadas y aplicadas en el país contra el COVID-19.
Aunque la vacunación en Brasil comenzó con una enfermera negra hace casi dos meses, actualmente hay alrededor de dos personas blancas por cada persona negra vacunada. La desigualdad se mantiene si consideramos la división de la población brasileña: hay menos negros vacunados en relación con el número de brasileños que se identifican como negros en comparación con la población blanca que ha sido vacunada.
La diferencia en los datos de vacunación entre blancos y negros es aún más grave debido a la desigualdad en la mortalidad por COVID-19 en Brasil: entre las personas que han tenido la enfermedad en el país, hay proporcionalmente más muertes entre las personas negras que entre los blancos. Además, los negros son la mayoría absoluta entre los casos registrados de COVID-19 en Brasil, así como en los casos de muertes.
La fila de vacunas se mueve más rápido para los blancos que para los negros
Recibir la primera dosis de una vacuna contra el COVID-19 aún es poco común en Brasil: hasta el 3 de abril, el país había vacunado solamente alrededor del 9,20% de la población con la primera dosis. Además, aunque el Plan Nacional de Inmunización del Ministerio de Salud incluye poblaciones negras entre los grupos prioritarios (las comunidades quilombolas tradicionales se encuentran entre las primeras en recibir la vacuna), hay menos personas negras vacunadas que blancas.
Con base en los datos disponibles hasta el 14 de marzo, Pública encontró que en Brasil había 3,2 millones de personas que se identificaban como blancas y habían recibido la primera dosis de una vacuna contra el COVID-19. Entre los negros, este número se reduce a poco más de 1,7 millones.
Pública preguntó al Ministerio de Salud sobre la diferencia en la cifra de vacunación entre negros y blancos y si existe alguna política para reducir las desigualdades raciales en relación con la vacunación o la mortalidad del COVID-19 entre la población negra. El ministerio aún no ha dado una respuesta.
Cómo Brasil vacuna a los blancos
En Brasil, 3,2 millones de personas de 18 y más años que se identificaron como blancas recibieron la primera dosis de vacunas contra el coronavirus
A cada 2 personas blancas vacunadas, sólo 1 persona negra recibió la vacuna
El país cuenta con 88,7 millones de personas blancas, según los últimos datos del IBGE de 2019
Más de 3 de cada 100 personas blancas recibieron la 1ª dosis de la vacuna
Cómo Brasil vacuna a los negros
En Brasil, 1,7 millones de personas mayores de 18 años que se identificaron como negras recibieron la primera dosis de vacunas contra el coronavirus
A cada persona negra vacunada, casi 2 blancas recibieron la vacuna
El país tiene 119,2 millones de personas negras, según los últimos datos del IBGE de 2019
Menos de 2 de cada 100 personas negras recibieron la 1ª dosis de la vacuna
La doctora Rita Borret, coordinadora del Grupo de Trabajo (GT) de Salud de la Población Negra de la Sociedad Brasileña de Medicina Familiar y Comunitaria, atribuye la desigualdad en la vacunación a la diferencia en la esperanza de vida de las poblaciones negras y blancas.
“La población negra que llega a más de 90 años es menor que la población blanca (en el mismo grupo de edad) porque la esperanza de vida de la población negra es menor, tanto por la muerte de jóvenes negros debido a causas externas, como por todas las demás aflicciones causadas por el racismo, como la forma en que accedemos a la salud”, comenta.
A nivel comparativo, la población negra es más joven que la blanca. Aunque Brasil tiene más negros que blancos, los negros son minoría en todos los grupos de edad a partir de los 40 años. Para tener una idea, hubo cerca de un 30 % más de blancos que negros mayores de 60 años en el último censo del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) de 2010.
Según Borret, cuando conocemos cuáles son los grupos prioritarios, se entiende otro factor que explica las razones por las que el país ha vacunado menos a los negros. Según la doctora, grupos como los trabajadores hospitalarios subcontratados, el sector de limpieza y seguridad, por ejemplo, no fueron considerados en la primera etapa de vacunación en algunas regiones del país.
“Mientras en algunos municipios se vacunaron a médicos y enfermeras, en otros municipios se atendieron a todos los que estaban en primera línea, desde técnicos de enfermería hasta profesionales de limpieza que trabajan en las unidades de salud, asegurando la reducción de la propagación”, señala.
La división entre profesiones es llamativa: entre los vacunados, los negros son la mayoría de las personas que viven en situación de calle; los blancos son la mayoría de los vacunados en diversas profesiones, como bomberos, médicos y enfermeras.
“Si echamos un vistazo a los técnicos de enfermería, la mayoría son personas negras que están expuestas. La mayoría de los profesionales de limpieza también son negros, pero no siempre se consideraron como profesionales de la salud. Hasta un estudiante de medicina que no estaba en primera línea terminó pasando antes de los profesionales de limpieza, lo cual es absurdo si analizamos estratégicamente a quién se debe vacunar primero, quiénes son las personas que necesitan seguir trabajando para que el servicio de salud siga ofreciendo atención médica”, comenta Borret.
Cómo Brasil vacuna a los blancos
Cómo Brasil vacuna a los negros
El profesor de la Universidad Federal de Pará (UFPA) Hilton Silva, miembro del GT de Racismo y Salud de la Asociación Brasileña de Salud Colectiva (ABRASCO), agrega que uno de los factores agravantes de la desigualdad en la inmunización es la dificultad para acceder a los puntos de vacunación.
“Muchas veces es un asunto de poder transportarse. Por ejemplo, existe la población blanca que tiene la posibilidad de tomar su auto e ir a un autoservicio de vacunación para vacunarse, mientras que una persona mayor que vive en la periferia, que vive en el quilombo o en una zona más remota no tiene esa posibilidad porque no cuenta con dicho transporte”, dice el profesor.
Para Silva, los datos sugieren que la estrategia de vacunación en el país, además de estratificar por edad y profesión, también debería tomar en cuenta otros criterios, como la región y la tasa de mortalidad. “Incluso entre los grupos prioritarios, sería necesario establecer la prioridad entre las prioridades, porque el anciano blanco es diferente al anciano negro, y esto se refleja en las tasas de mortalidad”, señala.
Según la encuesta de Pública, en todos los grupos de edad hay menos negros vacunados que blancos; entre las personas mayores de 60 años que han sido vacunadas, hay el doble de blancos que de negros.
La diferencia es tan grande que se refleja incluso cuando se divide la población brasileña entre blancos y negros por edad: hay más ancianos blancos que negros vacunados, a pesar de que la población negra es mayoritaria en el país.
El número de mujeres vacunadas es aproximadamente el doble que el de hombres, tanto en la población negra como en la blanca.
La encuesta tomó en cuenta solo a personas mayores de 18 años que recibieron la primera dosis de una de las dos vacunas aprobadas por Anvisa y ya distribuidas por el Gobierno Federal: CoronaVac/Sinovac, producida por el Instituto Butantan, y AstraZeneca/Oxford, fabricada por la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz). Los datos incluyen vacunas administradas hasta el 14 de marzo.
Con menos vacunas, la mortalidad es mayor en la población negra
En Brasil, la pandemia afectó a blancos y negros de manera desigual, no solo en la vacunación. Según Pública, los datos de mortalidad por COVID-19 son bastante diferentes entre los dos grupos. Incluso en los períodos con más casos y muertes fueron diferentes.
La mayoría de los casos y muertes por COVID-19 ocurrieron en negros, considerando los números absolutos. Más de 89 mil personas negras han muerto en Brasil a causa de la enfermedad desde el inicio de la pandemia de un total de 260 mil casos confirmados. El número de muertes entre los negros es aproximadamente un 10 % más que entre los blancos.
Los datos también señalan que la mortalidad, es decir, el número de personas que mueren en relación con quienes tienen la enfermedad, fue mayor entre los negros que entre los blancos: 92 muertes por cada 100 mil habitantes en negros en comparación con 88 en blancos. El informe contabilizó las muertes causadas por problemas respiratorios graves (SARS) provocados por el coronavirus y registrados por el Ministerio de Salud hasta el 22 de febrero.
Sin embargo, la investigadora Emanuelle Góes considera que la producción de datos raciales sobre inmunización es aún incipiente y precaria. En el 27,5 % de los formularios completados durante la primera dosis de vacunación contra COVID-19, se ignoró el elemento de raza/color. Para Góes, esto dificulta ver el escenario con claridad.
“La información sobre raza en los datos de vacunación es deficiente y está mal completada. No hay una preocupación porque exista una igualdad calificada”, dice. “Necesitamos los datos, pero no de cualquier manera arbitraria. Necesitamos datos bien calificados y completados para hacer un análisis de buena calidad”, comenta la investigadora.