Por Beatriz Sanz
Cuando a fines de abril se descubrió embarazada, Jaqueline Basilio no podía abrazar a su esposo ni a su mamá.
La terapeuta ocupacional es una de los 85 trabajadores que estarán aislados durante 45 días en el Hospital Premier, en la Zona Sur de São Paulo. La medida debería durar hasta el 31 de mayo y se implementó para evitar que los pacientes, en general ancianos, se contagien de covid-19.
Para Basilio, la parte más difícil de estar aislada, además de extrañar a su familia es no poder comer la comida que quiere. Ella no ve a su esposo y a sus tres perros hace más de un mes. La expectativa es que se reunirá con ellos nuevamente en pocos días.
A pesar de las dificultades, aceptó la misión para ayudar a los 48 pacientes que reciben cuidados paliativos en la unidad.
“Los pacientes en nuestro hospital están en la parte superior del grupo de riesgo”, explica el director del hospital, Samir Salman.
El Premier Hospital se especializa en cuidados paliativos, es decir, pacientes con enfermedades potencialmente mortales o con secuelas y, en su mayor parte, ancianos.
Según Salman, el aislamiento tiene como objetivo prevenir la contaminación a través de casos asintomáticos, tanto por parte de los empleados como de los familiares que lo visitan.
El personal de todas las áreas hizo sacrificios personales para dedicarse al cuidado de estos pacientes y evitar que se contagiaran de covid-19. Este es el caso de Dora Cardoso, quien forma parte del equipo de limpieza del hospital. Ella dice que tan pronto como salga del hospital después de casi cincuenta días, lo primero que hará será abrazar a sus hijos.
Según Dora, los dos niños están orgullosos de la decisión de su madre de dedicarse a los demás. “Aquí estamos aprendiendo cuán importantes son las personas en nuestra vida, estamos aprendiendo a ser más humanos”, dice.
Los empleados entrevistados por Cosecha Roja declararon que, aunque están aislados, hacen el trabajo correctamente.
Para cubrir al resto del equipo que no quería ser parte de la medida, los empleados aislados pueden ofrecerse como voluntarios para ayudar a otros equipos.
Cada empleado puede tener hasta dos tareas voluntarias de dos horas. El resto del tiempo es gratuito y pueden realizar actividades personales como yoga o hablar con la família que está lejos del hospital.
Esta nota se produjo en el marco de la Beca Cosecha Roja y también fue publicada en UOL. Foto: Ruam Oliveira.-