“El ambiente estaba caldeado desde temprano”, contó un feriante. La policía había llegado a San Telmo la noche anterior. Los cuatriciclos, las traffic y los colectivos de traslado quedaron estacionados sobre Independencia. Los policías se alinearon sobre Defensa, en las cuadras donde hasta hace dos meses los artesanos armaban sus puestos. Un grupo de funcionarios de Espacio Urbano discutió con los trabajadores que reclaman la regularización de la feria. Llegó la policía. Hubo empujones y se desató la cacería. Más de cien policías apalearon y lanzaron gases a feriantes, vecinos y turistas y detuvieron a 18 personas.
Los detenidos pasaron la noche a la Alcaidía 4 bis de Barracas, Alcaidía 8 de Lugano y a la Alcaidía 10 de Floresta. Esta mañana fueron trasladados a la Fiscalía 35, donde deberán declarar ante la fiscal Celsa Ramírez. Están imputados por los delitos de atentado a la autoridad, resistencia y lesiones.
A las 12 un grupo de organizaciones sociales y políticas participarán de una conferencia de prensa junto a la asociación de Artesanos Unidos frente a la fiscalía (Paseo Colón 1333).
“Todas las personas fueron detenidas en la protesta, no por estar vendiendo”, explicó a Cosecha Roja el defensor Adjunto de la Ciudad de Buenos Aires, Luis Duacastella. Desde hace dos meses y medio los artesanos de calle Defensa no pueden ocupar los puestos en los que trabajan desde hace años. Tras los intentos de desalojo la agrupación El Adoquín, que nuclea a parte de los artesanos logró un acuerdo con el gobierno porteño para instalarse en Defensa al 800 y por calle Chile. El acuerdo trajo inconvenientes: en parte de la zona asignada tenían sus puestos otros trabajadores que no integran El Adoquín y que también exigen ser regularizados. Todos ellos armaron la asociación Artesanos Unidos e hicieron una presentación judicial para exigir la regularización.
La jueza en lo Contencioso Administrativo Romina Tessone le exigió al gobierno que presente una nueva propuesta que contemple a todos los trabajadores. Hasta ahora el gobierno no hizo ninguna presentación en la Justicia. La única respuesta -desde hace dos meses y medio- fue militarizar la zona y prohibir que los artesanos instalen sus puestos.
“La policía y el gobierno de la Ciudad calentaron el ambiente para que se termine pudriendo”, dijo a Cosecha Roja Santiago Galeano, integrante de ATE Capital y de Nuevo Encuentro. “Todos queremos trabajar y eso es lo que el gobierno tiene que garantizar”, agregó.
Según contó un grupo de feriantes a Cosecha Roja ayer los inspectores de Espacio Urbano intentaron expulsar a un grupo de artesanos. “No estaban vendiendo, estaban haciendo artesanías”, explicó un feriante. “En medio de la discusión llegó un policía y empujó a un artesano contra el inspector y ahí empezaron a reprimir”, agregó.
En una primera etapa la policía golpeó y detuvo a tres trabajadores en Defensa al 800. Después la policía avanzó hacia Independencia y empujó y amenazó a vecinos y turistas que filmaban la represión. La Infantería avanzó hacia la esquina de Chile. “Ahí fue la peor parte”, contaron los feriantes. Los policías avanzaron a los palazos entre los puestos. “Estaban sacadísimos”, contaron.
Según explicaron fuentes judiciales el operativo fue ordenado por Celsa Ramírez, la fiscal preferida de gobierno porteño, que actúa en casi todas las causas de uso indebido del espacio público, que persigue a trabajadores senegaleses y defiende a la policía cuando reprime a los manteros. La excusa para que intervenga Ramírez es que ella tiene en su poder un viejo expediente en el que los anticuarios de calle Defensa pidieron la expulsión de la feria dominical.