El niño de once años se lo contó a sus padres. Ellos fueron al colegio y se lo dijeron a la hermana Marta, la directora. Ella se presentó en sede judicial y denunció al sacerdote Juan Diego Escobar Gaviria. La Cámara Gesell resultó positiva: el menor sufrió abusos reiterados, al menos en tres ocasiones.
La cadena de denuncias ocurrió en Lucas González, un pueblo de 4000 habitantes, ubicado en el distrito Sauce del departamento Nogoyá, provincia de Entre Ríos, el viernes 28. Al enterarse de la denuncia hecha por las monjas de la congregación Terciarias Misioneras Franciscanas ante el defensor oficial de la justicia de Nogoyá, Oscar Eduardo Rossi, el cura Escobar Gaviria habló con el obispo de Paraná. En ese momento, monseñor Juan Puíggari lo sacó de la parroquia. Le dijo que dejara la Iglesia San Lucas Evangelista y que se fuera a una casa de retiro en Oro Verde, a unos 125 kilómetros por la Ruta 12.
Durante el fin de semana, la denuncia del niño de once años se fue esparciendo por Lucas González. Los padres de otros dos chicos se presentaron a la Justicia. Todos eran monaguillos de Escobar Gaviria. Todos fueron sometidos a la Cámara Gesell. Hasta el momento una pericia resultó positiva y dos negativas y aun falta un chico por declarar, según publicó Análisis Digital.
Juan Diego Escobar Gaviria nació en Medellín, Colombia y está, desde hace más de once años, en la provincia de Entre Ríos. “Es un cura muy popular, muy querido. En las misas de bendiciones de los miércoles congregaba a cientos de personas. Es un tipo que siempre se enfrentó al narcotráfico y hace un año discutió muy feo con el intendente Luis Aleman, del Partido Vecinal. El lunes por la noche hubo una marcha para apoyar al padre Juan Diego. Estuvimos unas 200 personas: en Lucas González no son pocas si se toma en cuenta que acá no hubo marcha por el #NiUnaMenos”, contó a Cosecha Roja Ricardo Delgado, periodista en FM Sensación y amigo del sacerdote.
La declaración del niño de once años dio lugar a un allanamiento en la Parroquia San Lucas Evangelista, el martes por la tarde, en la que intervinieron la policía de Nogoyá y personal de Criminalística de Paraná. Se secuestraron computadoras y una tablet ambos elementos mencionados en el relato del chico durante la Cámara Gesell.
El martes a la noche, nueve horas después de que el juez Gustavo Acosta dictara la orden de detención nacional e internacional, el cura se entregó en los Tribunales y quedó detenido en la celda de la Jefatura Departamental de Policía de Nogoyá. “Es curioso que el abogado del cura sea Milton Urrutia, el mismo que es querellante en la causa en la que se acusa de presuntos abusos al cura Justo Ilarraz”, contó Delgado y recordó el caso del sacerdote acusado de abuso sexual por siete pupilos del Seminario, entre 1985 y 1993, en el que el cura era prefecto de disciplina.
Escobar Gaviria defendió públicamente al sacerdote Marcelino Moya, denunciado por un médico y un estudiante de Derecho por abusos cometidos supuestamente en 1992 y 1997, en la parroquia de Villaguay. También alojó a Luisa Toledo, madre superiora del Monasterio de la Preciosísima Sangre y Nuestra Señora del Carmen en Nogoyá, denunciada por torturas realizadas por las Carmelitas Descalzas.
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