Matías Farías y Juan Pablo Offidani llevan dos años presos. Estaban acusados por el abuso sexual y femicidio de Lucía Pérez. El tercer imputado, Alejandro Maciel, llegó a juicio sospechado de encubrimiento. Hoy, a dos años y un mes de la muerte de la adolescente de 16 años, el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Mar del Plata dio a conocer la sentencia: Maciel resultó absuelto y Farías y Offidani fueron condenados a ocho años de prisión. Los jueces consideraron que no se pudo probar que hubo abuso sexual ni que fue un femicidio.
En el juicio quedó demostrado que el 7 de octubre de 2016 Offidani y Farías le vendieron marihuana a Lucía en la puerta del colegio. Al día siguiente se volvieron a encontrar: la buscaron en un auto y la llevaron a la casa de Farías. Unas horas después -junto con Maciel- dejaron el cuerpo de la adolescente en la sala de salud de Playa Serena, en Mar del Plata.
Farías es el principal acusado. Según el fiscal Daniel Vicente “tenía un plan”: “Cobrarle la mercancía a Lucía, venderle más y acceder carnalmente a ella. A sabiendas de que, el rol esperable de este tipo de chicas, adolescentes, consumidoras de tóxicos de manera abusivas y sin ingresos propios, en su imaginario, propio de la sociedad patriarcal, es servir para saciar la necesidad sexual suya como hombre”, dijo en los alegatos, según publicó el diario La Capital de Mar del Plata.
El fiscal y el representante de la familia de la víctima, Gustavo Marceillac, pidieron que se lo condene a perpetua por abuso sexual violento con acceso carnal en concurso ideal con femicidio y venta de estupefacientes.
Sobre las acusaciones contra Offidani y Maciel hubo diferencias entre la fiscalía y la querella. El fiscal pidió que se lo condene como “partícipe secundario” a 18 años. Para Marceillac debería ser condenado a perpetua como coautor. “Hace falta una condena ejemplar en este caso, para darle tranquilidad a la familia y condenar a hombres que ejercen violencia contra las mujeres por asimetría de poder”, dijo el abogado.
Maciel llegó a juicio imputado por encubrimiento agravado. El fiscal dijo que no había elementos suficientes para acusarlo y pidió su absolución. Según la querella, quedó demostrado en el juicio que “auxilió a borrar rastros del delito, ayudó a higienizarla, acondicionarla y deshacerse de los estupefacientes” y pidieron una pena de 4 años y 6 meses.
La defensora oficial sostiene que “no es un caso de femicidio” y pidió la absolución de los tres acusados. Admitió que Farías tuvo relaciones sexuales con Lucía pero dijo que fueron consentidas y descartó la responsabilidad de los imputados en la muerte de la adolescente. “La intención de Farías era simplemente tener un buen momento con Lucía”, dijo durante los alegatos, según publicó el diario La Capital de Mar del Plata.
El grupo de peritos médicos y bioquímicos que evaluaron los informes médicos coincidieron en que no se pudo comprobar que hubiera lesiones compatibles con abuso sexual y plantearon que la principal hipótesis sobre la causa de muerte es la asfixia tóxica. Para la querella y la fiscalía ese informe no invalida la hipótesis del abuso. “El asesinato de Lucía se enmarca en un caso de tres varones adultos que usan la droga para relacionarse con ella, menor de edad. Hay una situación de dominación de estos varones con jóvenes, esto no se comprueba con huellas físicas. Esa dominación se entiende desde una perspectiva de género que te permite ver estos controles territoriales que ejercen algunos varones con las mujeres”, dijo a Cosecha Roja Laurana Malacalza, coordinadora del Observatorio de Violencia de Género de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires, que declaró en el juicio como especialista.
“Eran personas adultas que sabían lo que hacían con una menor de edad a la que le vendieron droga”, dijo a Cosecha Roja Marta Montero, la mamá de Lucía. “La buscaron, la llevaron a la casa de uno de ellos y después la dejaron muerta en una salita. ¿Eso no es poder? ¿Eso no es abuso?”, se preguntó.