Foto: Gentileza La Gaceta
El sábado 27 de octubre a las 11 de la mañana Rocío Anahí Molina caminó desde la casa de su abuela hacia el almacén del barrio. “Salió a comprar, dijo que volvería pronto y no ha vuelto” dijo su madre a Cosecha Roja. A las 11.40 decenas de policías rodearon el descampado donde fue arrojado su cuerpo sin vida en la Ciudad de San Andrés, Tucumán.
Todo duró 40 minutos. En ese lapso, a Rocío se la llevaron en moto hasta el kilómetro 7 de la Ruta Provincial 306 de Tucumán, la asesinaron de 5 puñaladas y la dejaron en un monte con yuyos cubriéndole el rostro.
Alejandra Molina señaló que su hija “viajó 20 minutos en moto hasta el lugar donde la mataron”, y que “lo hizo con alguien que conocía”.
La joven de 21 años era madre de un niño de 5, estudiaba y vivía con su madre y sus hermanas. Hace 8 meses se había separado de Sergio Ezequiel Juárez, de 29 años.
“Tres meses atrás Rocío lo había denunciado porque la golpeó. A él nunca le han hecho nada. Tenemos tantas denuncias, pero nunca hicieron nada. Y así ha terminado la cosa” se lamentó la madre de la víctima.
La mujer contó a los medios locales que en total habían hecho unas “30 denuncias entre la Policía y los Tribunales”. Y que las agresiones fueron desde golpes hasta puñaladas y cortes en el rostro.
Juárez estuvo preso hasta dos días antes del crimen por violentar a su madre y hermana. A pesar de tener antecedentes y ser el principal sospechoso todavía no está detenido.
“La clave está en las filmaciones de las cámaras de seguridad que registraron los últimos momentos previos al femicidio de mi hija” dijo Alejandra. Los videos están en poder de la policía y se le niega el acceso a las mismas a la familia.
El cuerpo estaba en un monte de difícil acceso. Lo encontró un niño que cazaba palomas en el lugar, y que vio un bulto en el único árbol que hay en lugar. Cuando se acercó vio que era el cuerpo de una mujer y corrió hasta su casa para avisarle a su padre.
El caso es investigado por la Fiscalía de Instrucción Especializada en Homicidios a cargo de Adriana Giannoni, quién se negó a dar declaraciones sobre el hecho.
