Por Tania Contreras
Informe: Alicia Pereda, Irma Oviedo, Doris Rosales, Emiliana Cortona, Ángela Valdivia, Alexandra León, Leticia Castro y Alex Arévalo.
Fotografía: Julieta De Marziani, Maite Mérida y Kaloian.
Una caja de cereal para el desayuno, tres galletas y unas papitas saladas. Un pan de molde, tres paquetes de fideos y también un caldo concentrado. Son algunos de los productos que han estado presentes en más de una lista de compras del supermercado, todos alimentos ultraprocesados hechos a partir de fórmulas químicas que se han comido las despensas de las familias latinoamericanas y han dejado con millonarias ganancias para sus empresas. Nestlé, Pepsico, Bimbo, Arcor son solo algunos de estos imperios, que en las últimas décadas se han expandido a todos los rincones de nuestro continente, y no se han detenido ni durante los momentos más duros de la pandemia.
Este reportaje fue elaborado a partir de la información de nueve países de Latinoamérica (México, El Salvador, Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Argentina, Paraguay, Uruguay) sobre sus mayores empresas de alimentos ultraprocesados (no incluye bebibles). Hechos con formulaciones industriales gracias a la tecnología moderna, se caracterizan por ser creados a partir de sustancias derivadas de alimentos o sintetizadas de otras fuentes orgánicas. El resultado es comida fácil de preparar, accesible, poco nutritiva, adictiva para parte de sus consumidores y sumamente lucrativa para los magnates detrás de sus corporaciones.
Desde las farmacias hasta los servicios de Internet, la concentración de mercado en manos de unos pocos es una tendencia que se ha acelerado durante las últimas décadas en toda Latinoamérica. La industria de la alimentación, un insumo básico para la supervivencia, no es la excepción en nuestra región, que es la más desigual del mundo y que en 2020 sumó 13,8 millones de nuevas personas con hambre para llegar a un total de 59,7 millones, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Una realidad que para la misma entidad dejó lecciones importantes para superar la inseguridad que aumenta en periodos de crisis mundiales. Fortalecer el mercado territorial y reducir la dependencia de las corporaciones transnacionales son sólo algunas de las recomendaciones.
No obstante, snacks, cereales para el desayuno y caramelos eran, según un estudio realizado en 2014 por la FAO, una de las industrias más concentradas en nuestra región. La tendencia se mantuvo. Un informe publicado en 2018 por Euromonitor analizó el segmento compuesto por las galletas, barritas, helados, postres y snacks salados y reveló que hasta 2017 el 48,4% de este mercado estaba en manos de seis grandes compañías: Pepsico (13,4%), Mondelez International (12,4%), Arcor (8,3%), Nestlé (7,3%), Bimbo (3,7%) y Unilever (3,3%). Cinco grandes firmas de estas se repiten entre los principales dueños de la comida de los nueve países analizados.
Nestlé: En todas partes y en toda la comida
A la compañía suiza Nestlé, con presencia en 186 países, solo le faltan ocho naciones para llegar con sus marcas a más Estados que los que integran la ONU. De acuerdo a sus informes financieros, su ingreso global de 95.249 millones de dólares en 2020 (CHF 84.343 millones) supera en más de tres veces el PIB de El Salvador que alcanzó los 24,6 billones de dólares ese año. Su oferta no discrimina por tamaño ni signo ideológico: en Latinoamérica, con compañías en 20 países, puedes encontrar sus productos desde Cuba hasta la Patagonia chilena y argentina.
Nestlé es la transnacional de alimentos que más dinero gana en nuestra región, con artículos que abarcan los lácteos, galletas, yogures, aderezos, comida para bebé, entre otros. Según un ranking de la compañía de análisis de datos inglesa Kantar de 2021, Maggi, una entre sus más de dos mil marcas, es la cuarta con más presencia en los hogares latinoamericanos. Con ingresos regionales de 10.832 millones de dólares en 2020, la empresa suiza se posiciona en el primer puesto de ventas a nivel alimentario, por delante de Pepsico y Unilever.
En siete de los nueve países relevados para esta investigación, aparece entre las cuatro empresas más importantes. No es raro, dada la amplitud de los rubros en los que comercia y la concentración que tiene en el mercado de algunos de sus segmentos.
En el caso de Chile, por ejemplo, un informe realizado por Feller-Rate en 2019 detalló cómo el 75% del mercado de la leche en polvo es de propiedad de Nestlé. En el mismo país, también es dueño del 35% del mercado de galletas, según indicó una investigación de la Fiscalía Nacional Económica (FNE). En Ecuador, un estudio realizado por la Universidad de San Francisco de Quito con datos de Euromonitor, revela que la marca Maggi ocupaba el 86% del mercado de sopas de ese país en 2014. La primera infancia no queda fuera de las ganancias de Nestlé. En México, concentraba el 57% del mercado de la comida para niños y niñas desde los seis meses de vida a través de su marca Gerber, de acuerdo a lo señalado por el medio The Food Navigator Latam en 2017.
El imperio salado y grasoso de Pepsi
Pepsico no tiene tantos ingresos como Nestlé. Sus ventas globales en 2020 solo duplicaron al PIB de El Salvador, con 70.372 millones de dólares. La empresa estadounidense propietaria de la famosa marca de bebida Pepsi, también se encuentra en los primeros puestos latinoamericanos con un mercado que no se limita al área de las gaseosas. Según sus memorias de 2020, el 90% de sus ingresos en la región provienen del área de alimentos.
Doritos, Lay’s, Cheetos son algunas marcas insignes del segmento de snacks salados donde esta compañía centra su estrategia de marketing. Según Barómetro Edenred Food, en Colombia la empresa en 2020 ocupó el segundo lugar del mercado de snacks -en sentido amplio, incluidas las galletas, chocolates- con un 17%, país donde, además, se posiciona como la tercera empresa con mayores ingresos durante la pandemia. En México, los datos recabados por el diario Milenio indican que Pepsico en 2020 ocupaba un 30% de participación del mismo segmento.
En el informe de la FAO de 2014 ya mencionado, el último que arroja datos sobre concentración de mercado, la organización advertía que a nivel latinoamericano en el segmento de snacks salados hay un oligopolio “sumamente concentrado” en Argentina, Brasil, Chile, Ecuador y México, donde cuatro empresas poseían más del 80% del mercado. Y no solo eso. En los 13 países que estudió la organización, una sola empresa tenía más del 50% de participación en este rubro.
Unilever: Un mercado de salsas y caldos concentrados
Antes que Pepsico, pero después que Nestlé, la compañía británica Unilever fue en 2020 la segunda empresa con más ingresos en Latinoamérica. Con productos que van desde el jabón de manos hasta los caldos concentrados, sus ventas globales fueron de 61.969 millones de dólares (EUR 50.724 millones) según reportaron en sus estados financieros del mismo año, de los cuales 7.284 provinieron de los bolsillos de los latinoamericanos y latinoamericanas.
De acuerdo al ranking Kantar de 2021, a través de Knorr, Unilever se posiciona como una de las primeras diez marcas más presentes en los hogares de la región. En Paraguay, en 2020 fue la empresa de alimentos que más impuestos tuvo que pagar. En el mismo país, posee el 50% de participación en el mercado de las salsas de untar, según señaló Cronista en 2021. En Chile, una investigación de la FNE de este año indica que, a través de Hellmann’s, el mercado de la mayonesa lo tiene de su parte con una participación entre un 40 y 60% en los supermercados y entre un 60 y 80% en las tiendas tradicionales.
Bimbo: La multinacional mexicana dueña del pan
Pan de molde, tortillas, bizcochos y snacks son algunos de los segmentos en los que se especializa la multinacional mexicana Bimbo, propiedad de la familia Servitje. Ubicada en el puesto número 17 del ranking de mayores empresas latinoamericanas de 2021 de América Economía, Bimbo supera a compañías como la minera chilena Codelco y la petrolera argentina YPF, con ingresos de 16.658 millones de dólares en 2020 (MXN 331.051 millones) según sus estados consolidados, que implican un 13,4% de aumento respecto de 2019, cuando obtuvo 15.425 millones de dólares en ventas (MXN 291.926 millones).
Según la lista de Kantar, es la tercera marca que más presencia tiene en la vida de las personas luego de Coca-Cola y Colgate, incluso cuando el mercado latinoamericano no es su fuerte, con 6.726 millones de dólares de ingresos (incluido México) versus 8.876 millones en Norteamérica en 2020.
En Uruguay, ocupa el tercer puesto entre las empresas de ultraprocesados en el ranking MERCO, país en el que su línea Natural 100% tiene el 58% de participación, según un reporte de la misma empresa de 2020, y su presencia en el mercado de los productos de harina a nivel latinoamericano es innegable. En Chile, un informe realizado en 2017 por la FNE reveló que el 50% del mercado de los bizcochos y alfajores eran de su dominio. México, su casa matriz, no podía quedar rezagada. Allí ocupa el 89% de la cuota de mercado del pan procesado, de acuerdo a un informe de Monex del mismo año.
Las golosinas de Arcor avanzan por toda Latinoamérica
Para el argentino Luis Pagani, 2020 fue sin dudas un gran año para sus negocios. Mientras la economía nacional sufría, su empresa Arcor aumentó las ganancias. Según sus estados financieros, en 2019 obtuvo ingresos por 3.064 millones de dólares (ARS 183.395 millones), aunque los gastos fueron más y el balance resultó negativo, con una pérdida de algo más de tres millones de dólares. En cambio, en 2020 las ventas repuntaron: alcanzaron un total de 3.176 millones de dólares (ARS 267.184 millones), logrando superar el déficit y embolsando 97 millones de dólares en utilidades (ARS 8.213 millones). Dedicada principalmente al rubro de las golosinas y enlatados, sus galletas, confites, chocolates, entre otros, se pueden encontrar en 15 países del continente.
De acuerdo a los datos de Euromonitor recabados en un estudio de la Universidad ORT de Uruguay, en el año 2013 Arcor lideraba las ventas de cereales de desayuno en ese país a través de su línea Cereal Mix, con un 35% de participación. En Chile, en 2021 tenía entre un 10 y 20% del mercado de los chocolates, según la FNE. La misma institución en 2017 había indicado que la empresa argentina poseía un 10% de cuota en el segmento de los alfajores.
En Argentina, su dominio es muy superior. Un estudio del Centro de Economía Política (CEPA) de 2022, muestra que, en el rubro de las galletas, Arcor concentra el 48,8% del mercado nacional. En el segmento de los lácteos, su poderío asciende a 57,4% y en los enlatados suma un 70,7%.
Los ganadores de la pandemia
La llegada del COVID-19 no se puso adelante del camino de Arcor. Tampoco la crisis económica ni el desempleo. Al contrario, su empresa creció en utilidades como nunca, en 2020 logró sobreponerse a la pérdida que había sufrido durante 2019 -último año del gobierno de Mauricio Macri-, con ganancias millonarias de 97 millones de dólares, que en 2021 continuaron en un pronunciado aumento, hasta alcanzar los 194 millones de dólares de rendimiento. No estuvo sola en su fortuna, aun cuando en siete de los ocho países relevados en esta investigación el costo de la canasta básica aumentó entre un 2 y un 90%. Perú y Argentina fueron los más afectados, con una variación de un 92 y un 45% respectivamente.
De las compañías de origen latinoamericano analizadas, fueron las mexicanas Bimbo (USD 458 millones), Sigma (USD 270 millones) y Gruma (USD 251 millones) quienes tuvieron un mayor volumen de utilidades en 2020. Seguidas por la colombiana Nutresa (USD 170 millones), la lechera uruguaya Conaprole (USD 162 millones) y las peruanas Alicorp (USD 91 millones) y Gloria (USD 67 millones), además de Arcor.
Respecto al aumento en ganancias sobre al año anterior, fue esta última empresa argentina la que trajo más réditos a sus accionistas, con un incremento que la sacó del déficit. El cierre del año en Ecuador para Fabril también tuvo resultados positivos, con una variación de 74,8%. La acompañó la lechera Gloria con un 66,3% y Bimbo con 44,2%.
La inflación ha sido un tema recurrente en América Latina, en particular en Argentina donde, según los datos entregados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) de ese país, llegó a un 36,1% en 2020. De acuerdo al Banco Mundial, lo siguieron Uruguay con un 9,8% y México con un 3,4%. En otros países como Colombia y Perú, la inflación se posicionó en un 2,5% y un 2% respectivamente.
Las memorias de las transnacionales Nestlé, Pepsico y Unilever no detallan de forma discriminada sus utilidades regionales. Pero de los datos obtenidos, Nestlé, en el total de América, fue quien tuvo mayores ganancias operativas en la pandemia con 7.608 millones de dólares (CHF 6.724 millones), seguido por Unilever que en el mismo territorio sumó 3.326 millones de dólares (EUR 2.723 millones) en alimentos y otros productos. Por último, Pepsico en Latinoamérica ganó en 2020 1.033 millones de dólares en el total de sus segmentos de bebidas y comida.
Mientras tanto, fue la multinacional británica Unilever la que más aumentó sus ganancias respecto a 2019 con un alza de un 1,5%, seguido por Nestlé con 1,3%. En cambio, Pepsico tuvo una cifra negativa, con -9,47% en comparación con el año anterior.
La pandemia también trajo complejidades a las empresas que vieron alteradas sus cadenas de suministro y fueron afectadas por perturbaciones económicas mundiales que se reflejaron en el alza de los precios. Sin embargo, no fue solo una empresa la que vio en este panorama una oportunidad de marketing.
A través de campañas para enfatizar su cercanía con las personas, slogans en apoyo a los esfuerzos del personal de la salud, acciones filantrópicas, entre otras, las grandes compañías de alimentos ultraprocesados como Pepsico y Nestlé aprovecharon de mejorar la reputación de sus marcas y asociarse con programas de nutrición en todo el mundo tal como lo señaló un estudio de NCD Alliance publicado en 2020. Una estrategia que sigue la línea trazada por Coca-Cola, que, a través de su presidente James Quincey, ese año señaló a sus accionistas: “Si bien todavía quedan muchas incógnitas por delante, sabemos que a lo largo de 134 años de negocios hemos visto muchos tipos de crisis, ya sean militares, económicas o pandémicas, y Coca-Cola Company siempre ha salido fortalecida al final”.
Este artículo es parte de Los insaciables, un especial transnacional del Laboratorio de Periodismo Situado de Cronos Lab.