Un vecino del barrio San Pedro, en Isidro Casanova, vio un bulto extraño sobre la calle, casi pegado al cordón de la vereda. Una sábana naranja anudada envolvía una frazada. Por un pequeño hueco asomaba la punta de un pie. Los investigadores tardaron casi 24 horas en identificar a la víctima: Magdalena Beatriz Peralta, de 36 años. Su ex pareja la reconoció por un tatuaje de un árbol con el nombre de sus cuatro hijos en la pierna.
La autopsia confirmó que recibió 21 puñaladas en la cabeza, el cuello, el hombro y el antebrazo que le produjeron un shock hipovolémico, explicaron fuentes de la investigación a Cosecha Roja. La data de muerte es de entre 12 y 24 horas previas a la autopsia.
Los investigadores confirmaron que la mujer fue asesinada en un lugar diferente al que la encontraron. Una cámara de seguridad de una casa registró el momento en que descartaban el cuerpo desde un auto. “En el cuerpo se encontraron rastros de arena, tierra y pelos de animales, por lo que se presume que fue arrastrada en otro lugar y que la escena del crimen es secundaria, solo fue el sitio de descarte”, explicaron fuentes de la investigación a El1Digital.
Después de que el vecino avisó al 911 que había encontrado un bulto en la calle los policías del Comando de Patrullas confirmaron que era un cuerpo humano y no tocaron nada. Esperaron que llegara el fiscal de homicidios Claudio Fornaro y la Policía Científica. Al abrir el paquete descubrieron que era una mujer: una bolsa de nylon envolvía la cabeza, estaba atada con sogas y tenía heridas cortantes a la altura de la clavícula.
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El cuerpo fue trasladado a la morgue y el fiscal pidió a la policía que busquen cámaras de seguridad de la zona y posibles testigos. Aunque todo indica que sería un femicidio, la causa todavía está caratulada como “averiguación causales de muerte”.
Los investigadores no habían podido identificar a la víctima. A la noche Matías Miguel Giménez, de 40 años, que trabaja como changarín en el Mercado Central, fue a la Comisaría Oeste 4ta San Alberto. Contó que desde hacía varios días no tenía información de su ex pareja y madre de sus dos hijos y que se había enterado a través de Facebook que habían encontrado el cuerpo de una mujer en Laferrere.
Giménez explicó que están separados desde hace tres o cuatro años y que tenían una mala relación. Dijo que consumía drogas y “solía frecuentar a personas de mal vivir”, según explicaron fuentes de la investigación. La última vez que la vio fue el domingo. Ese día, dijo, tuvieron una discusión y no supo más de ella. En la morgue le mostraron fotos de la víctima y el hombre la identificó por el tatuaje de la pierna.
Hasta ahora no hay sospechosos. La clave de la investigación está en las cámaras de seguridad de las casas de los vecinos y en la declaración de la familia y la ex pareja de Magdalena.
