Una bagualera trans en la Serenata a Cafayate

Lorena Carpanchay cantará en la fiesta más importante de la provincia de Salta. Sus letras convocan a la Pachamama, pero también a las almas de las activistas trans Diana Sacayán y Lohana Berkins.

Una bagualera trans en la Serenata a Cafayate

21/02/2020

Por Matías Máximo

Su sangre ancestral le tiñe la voz de diaguita, que se quiebra en tonos impredecibles como los cerros del norte argentino. Lorena Carpanchay tiene la piel morena y una gracia suave al hablar. Camina los kilómetros que la separan del Paraje San Luis a la capital de Salta. Frena, tiene una idea:

—No tomo colectivo de mi casa a la ciudad. Camino por las montañas, tarareo y se me vienen los mensajes, las letras —dice a Cosecha Roja.

Hace poco cumplió 50 años y mañana será la primera bagualera trans en cantar en la Serenata a Cafayate, la fiesta más importante de la provincia de Salta. Sus letras convocan a Pachamama, pero también a las almas de las activistas trans Diana Sacayán y Lohana Berkins.

Somos las trans originarias de esta tierra

las hijas del rigor

Lunita de los valles

cantora de la tierra

para el cielo rojo de las travestis

Lo dijo Lohana y Sacayán

al calabozo no volvemos nunca más

lorena carpanchay 3

Si tiene que pensar en el inicio de su relación con la baguala dice “desde siempre”. Sus padres, sus abuelos, sus tíos, tías y primos. Todos son bagualeros y cantan en eventos y reuniones.

—La baguala es un canto ancestral que viene con los aborígenes, nuestros antepasados los diaguitas calchaquí, “los chucha”, con quienes siempre me identifiqué. Es una copla o verso que va acompañada con una tonada personal, donde uno pone sus sentimientos.

Según Lorena, esa entonación no puede explicarse, viene de muy adentro, de las tripas.

Previo a la Serenata a Cafayate, que será su mayor presentación, estuvo en la Vendimia Calchaqui de Animaná, donde fue muy apluadida. También cantó en el Encuentro Nacional de las Mujeres de Salta en 2014, uno de las actuaciones que recuerda como su “gran día” y que le dio confianza para seguir.

A los 13 tuvo una crisis y se fue de Salta unos años a Buenos Aires, a vivir con otros familiares para pensar otra vida. Cuando decidió volver, más allá de las discriminaciones, defendió su identidad:

—Me costó mucho al principio, lloré y lloré, hubo mucho sacrificio, mucho dolor. De grande empecé a estudiar la carrera de Turismo y se me abrieron otras puertas, me empezaron a respetar. Fui una de las pioneras en Cafayate en hacerse el documento.

Ahora se piensa haciendo más canciones, dejando un camino para que las comunidades originarias también respeten a las personas trans y entiendan que la identidad es una construcción individual que tiene que ver con el deseo: “Lo hago por las chicas que vienen detrás de nosotros. Y también por las chicas que que ya no están en este mundo. Voy a seguir luchando por el LGBT y por todo lo que se viene. Para que se sigan abriendo muchas puertas”.