Por Cin Musso
Foto: Andrés Bar Sarda
Una flor llora junto al río la irrupción de lo irreversible. Una mujer abraza la desidia en la fría sala de un hospital. Una voz conoce el exilio a fuerza de botas y fusiles.
“Una flor, una mujer, una voz” es la historia de una mujer contada por otra mujer. El relato de una vida refleja fragmentos de otras y las ilumina.
La obra teatral cuenta las memorias de Elena San Martín, una mujer chilena empujada al exilio por la dictadura de Pinochet. Y forma parte de un proceso migratorio que a partir de los 70 imprimió el paisaje del Valle de Río Negro y Neuquén. Una historia sencilla y a la vez universal, como las canciones de Violeta Parra que se entraman con el relato de Elena. Una obra que juega con recursos audiovisuales, musicales y teatrales para contar un recuerdo y abrazar una historia.
Una puesta en escena que amalgama metáforas audiovisuales que se proyectan durante la obra e imágenes de escenarios naturales a cargo de Andrés Bar Sarda con la actuación y música en vivo de Lara Muñoz y Judith Del Pino junto a la poesía de la cantautora chilena.
Escrita, dirigida y protagonizada por Judith Del Pino, la obra se presenta como un puente entre generaciones que luchan por despertar y sobrevivir. Una memoria viva que testimonia la desigualdad social, el desarraigo migratorio y los condicionamientos que atraviesan la vida de una mujer.
Seleccionada para representar a la provincia de Neuquén en la Fiesta Nacional del Teatro 2019 y después de dos años de funciones en el Alto Valle y en el 1er Encuentro Internacional de Mujeres que luchan, Chiapas 2018, México. “Una flor, una mujer, una Voz” se puede ver este sábado 20 de julio, a las 20, en el Tadrón Teatro (Niceto Vega 4802) y el jueves 25, a las 21, en Pan y Arte (Av. Boedo 880).