CPCLaMatanzaCosecha Roja.-

La primera versión decía que Maximiliano y Sergio robaron a mano armada al playero de la estación de servicio de Camino de Cintura, a la altura de La Tablada, y que cuando vieron al móvil de la Comando de Prevención Comunitaria (CPC) quisieron escapar y se tirotearon. El sargento Miguel Ángel Medina murió de un balazo en la cabeza. Hoy la mujer policía que lo acompañaba reconoció que a ella se le escapó el disparo que lo mató y la separaron de la fuerza.

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La oficial y Miguel llegaron a Jujuy al 5400 (Godoy Cruz, La Tablada) en el mismo móvil cerca de las 2 de la mañana. Venían de responder un llamado al 911 por una pelea familiar en La Tablada. Ella se bajó y se paró detrás del auto para disparar protegida. Apuntó por arriba del techo con una Taurus 9 milímetros -el arma reglamentaria-. Se encandiló con las luces del patrullero, las chocó con la mano y disparó “por error”. Cuando logró ver, su compañero estaba tirado en el piso.

La mujer tiene 24 años y había ingresado a la Policía Bonaerense en 2011. Hoy la desafectaron de la fuerza y quedó a disposición de la Justicia. Ayer declaró ante el fiscal Jorge Yametti, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Homicidios de La Matanza. Según Télam, podría llegar a ser imputada por el homicidio de su compañero. “Es una efectivo que está en estado de shock y con un estrés que hace peligroso que siga teniendo un arma. No puede estar de servicio”, dijo la auditora general de Asuntos Internos de la Policía Bonaerense, Viviana Mónica Arcidiácono.

Algunas escenas del robo que terminó en la persecución policial quedaron registradas en una de las cámaras de seguridad de la Shell: dos jóvenes se acercan al playero, que descansaba sentado en el cordón, y le roban plata y un celular. Cuando declaró, el hombre dijo que que solamente lo amenazaron con un cuchillo y que no vio que estuvieran armados. Un vecino que pasaba denunció al CPC que había dos pibes armados y empezó la persecución que terminó con la muerte de Medina.

Junto con la primera versión, fuentes policiales aseguraron que, a unas 15 cuadras -en Crovara y Brandsen-, dos jóvenes armados habían asaltado la estación de servicio Crovara Gas. Cuando la policía detuvo a Maximiliano y Sergio les encontraron un Nokia 1100 y ningún arma.

El papá de Maximiliano habló frente a las cámaras de televisión, dijo que en su casa no encontró ningún arma ni casquillo y que esa madrugada, su hijo entró a la casa desesperado: “Me están persiguiendo”, le dijo. Cuando salieron estaba el oficial Medina tirado en el suelo.