Por Flavia Campeis en El Ciudadano
Culminó en San Lorenzo el juicio en el que fue juzgado Carlos Bernabé Vera, un albañil de 52 años, oriundo de Capitán Bermúdez, acusado de violar a su hija de los 9 a los 18 años, hasta dejarla embarazada. La sentencia se conocerá el próximo 4 de junio. Este caso es el segundo por el que, en el plazo de un mes, se juzgó a dos hombres de la misma ciudad por abusar de sus hijas desde pequeñas hasta embarazarlas.
El caso de Bianca fue muy resonante porque la joven que sufrió los abusos durante 13 años decidió contar en primera persona su situación para que otras chicas pudieran denunciar. A partir de su testimonio donde contó detalladamente las violaciones sufridas por más de 10 años, el 13 de abril pasado fue condenado su padre, Enrique Pochón, a 20 años de cárcel efectiva. Su declaración, la de su madre y sus hermanos fueron el pilar fundamental para lograr la condena.
En la misma ciudad, a diez cuadras de distancia, durante casi el mismo periodo de tiempo, otra joven que hoy tiene 25 años (dos años más que Bianca) también fue violada por su padre entre los 9 y los 18 años. Ella hoy tiene un hijo de cinco años producto de esos abusos.
La diferencia del acompañamiento familiar
Maximiliano Nicosia es el fiscal que tomó esta causa en septiembre de 2018 y en diciembre de ese año se logró la detención de Vera. El fiscal analizó ambos casos y realizó un balance sobre el juicio que culminó este miércoles 26 mayo, con los alegatos de clausura. “Los dos hechos son atroces, el caso de Bianca es similar en cuanto a algunas características, sobre todo porque es el abuso por parte de su papá biológico y que tiene un hijo de él, pero tiene algunas diferencias que son notorias”.
Nicosia fue muy claro en diferenciar cómo el acompañamiento familiar fue fundamental para el proceso judicial del anterior caso, el de Bianca: “ella contó con el apoyo de la familia desde un primer momento, la madre fue la primera que la apoyó y a partir de que se lo pudo contar a ella empezó el apoyo de inmediato y toda la familia fue a declarar a su favor en el juicio”. Por el contrario, sobre la situación de la hija de Carlos Vera el fiscal dijo: “su situación es muy distinta, por su estado de vulnerabilidad muy marcado, con una enorme secuela psíquica y además contaba con la espalda de su familia”. En este sentido el fiscal explicó que entre los testigos aportados por la defensa del padre estuvieron algunos de sus hermanos, quienes presentaron grandes contradicciones en el relato mediante el cual defendían al acusado. “Cuando ella le contó a sus hermanos que estaba embarazada de su papá lo que hicieron ellos fue empezar a amenazarla, a decirle que era mentira. Cuando realizó la denuncia -acompañada de una de sus hermanas que también era abusada por él- los hermanos comenzaron a amenazarla, le decían que la iban a matar, que se fuera de la casa, hasta le arrojaron piedras. No contó con el apoyo de nadie”, recordó Nicosia.
En cuanto a la madre, el fiscal aseguró que no fue ofrecida como testigo en el juicio y que “se está analizando qué tipo de participación pudo haber tenido” y aclaró que “la madre puede ser tranquilamente juzgada, porque se ventiló en el juicio el estado de desprotección que ejercía. Cuando comenzaron los abusos, la chica le contaba a la mamá y la madre le decía que se lavara la cara, que no lo haga enojar al padre, que si no le hacía nada con el pito que no pasaba nada”. En el juicio también contó que le había pedido ayuda a su madre y también lo testificaron las psicólogas y médicos.
Proceso judicial distinto
Además, el proceso judicial fue muy distinto para ambas víctimas. Por un lado Bianca realizó la denuncia y ese mismo día su padre fue detenido hasta el juicio donde quedó efectivamente condenado. Pero para la otra joven bermudence no fue tan lineal el camino a la justicia, aunque incluso el caso había sido denunciado con anterioridad al de Bianca. Según el fiscal en un primer momento hubo un “traspié” en la investigación, previo a que él tomara la causa. La chica tenía solo el apoyo de una hermana por parte de madre, fue ella quien realizó la denuncia, luego comenzó el acompañamiento desde el personal de Centro de Integración Comunitario (CIC) de Villa Margarita, barrio en el que las chicas vivían, pero la causa no avanzó. Las amenazas que sufría la víctima influyeron en que la situación se paralizara, también la falta de acompañamiento tanto de la familia como del Estado y la causa se cerró. Según el fiscal: “se reflotó a partir de que volvió a denunciar en el Centro de Asistencia Judicial (CAJ) y de ahí se envió al Ministerio Público de la Acusación e iniciamos ya con otro fiscal, que soy yo, una nueva investigación para llevarlo adelante” y enfatizó: “tuvo dos veces que romper esa cortina, una primera vez y luego, a pesar de todas las amenazas, volver a insistir para que podamos llevar la causa adelante”.
Al finalizar los alegatos de clausura del juicio el fiscal aseguró que quedó probado lo que fueron a demostrar, que los testigos y las pruebas científicas que se ofrecieron (como el ADN) y testimonio de médicos que dan cuenta de las enfermedades que padece el niño que nació de esa relación “dejaron en claro los abusos sexuales desde los 9 a los 18 años, el embarazo y que el hijo es de Carlos Vera”. Pero por sobre todo, la declaración de dos horas de corrido de la víctima, poder poner en palabra todo lo sufrido, también fue contundente. Nicosia aclaró que también se demostró “toda la situación de sometimientos, de dominación patriarcal que tenía el abusador respecto de su hija y de toda la familia, y por eso el silencio, la impunidad de hacerlo dentro de su propia casa, y los problemas psicológicos y también los problemas de salud que tiene su hijo”.
Disculpas por amar más de lo debido
Cuando el acusado declaró sólo aportó mayor dolor a sus víctimas mostrando la manipulación que ejercía. Carlos Bernabé Vera dijo frente al Tribunal estar “muy arrepentido” y pidió “disculpas por haberla amado más de lo debido”. También se refirió al hijo que nació producto de sus violaciones diciendo que se aferró a la palabra de Dios por la enfermedad del chico. Enfermedad que según los médicos fue causada por la consanguinidad.
La calificación legal por la que fue juzgado Vera es “abuso sexual con acceso carnal doblemente agravado por haber sido cometido contra un menor de 18 años de edad aprovechando la situación de convivencia preexistente y por haber sido cometida por un ascendiente, su padre biológico”. El Tribunal integrado por los jueces Eugenio Romanini, Griselda Strólogo e Ignacio Vacca dará su veredicto el próximo 4 de junio. Fiscalía solicitó que la sentencia no sea de manera virtual como fueron los alegatos (por el aislamiento en el marco de la pandemia), ya que consideró importante que la víctima pueda presenciar, frente a su agresor, la decisión del Tribunal y de esa manera cerrar la dolorosa etapa.
