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Cosecha Roja-. El Observatorio de Femicidios en Argentina “Adriana Marisel Zambrano”, de la Asociación Civil “La Casa del Encuentro”, registró 1236 femicidios entre 2008 y 2012. A fin de mes presentarán el Informe de Femicidios de 2013.


Según estos datos, cada 35 horas una mujer es asesinada por violencia sexista en el país. El término femicidio, como lo explican en su página web, es la “denuncia a la naturalización de la sociedad hacia la violencia sexista”. “Es el asesinato cometido por un hombre hacia una mujer a quien considera de su propiedad”, agregan.


A nivel mundial, cada año entre 1,5 y 3 millones de mujeres de todas las edades son víctimas de la violencia de género.


La primera en desarrollar el concepto fue la escritora estadounidense Carol Orlock, en 1974. Dos años después, la feminista Diana Russel lo utilizó públicamente ante el Tribunal Internacional de Los Crímenes contra las Mujeres, en Bruselas.


Los primeros escritos sobre el tema fueron de Diana Russel y Jill Radford, que  escribieron el libro Femicidio. Políticas de asesinatos a mujeres; y en 1985 Mary Anne Warren publicó Genericidio: Las implicancias de la Selección Sexual. Los dos conceptos –femicidio y genericidio- fueron traducidos por la política feminista mexicana Marcela Lagarde como feminicidio.


Otro término más nuevo es el de femicidio “vinculado”, que acuñó el Área de Investigación de la Asociación Civil “La Casa del Encuentro”. Cuenta con dos categorías. La primera incluye a las personas que fueron asesinadas por tratar de impedir un femicidio, o que quedaron atrapadas “en la línea de fuego”. La segunda habla de quienes tienen un vínculo familiar o afectivo con la mujer y que fueron asesinadas para castigarla psíquicamente.


En este sentido hablan de víctimas colaterales. En sólo dos años -2011 y 2012- 703 hijos e hijas fueron víctimas colaterales. En sus investigaciones empezaron a ver que había muchos niños y niñas que se quedaban sin madre a causa de los femicidios ocurridos en todo el país.


Algunos de los casos más resonantes son: Oriel Brant, una profesora de inglés que vivía en City Bell, en el Gran La Plata, que fue asesinada en 1984. La causa de su muerte prescribió sin resolverse y sin acusados. María Emilia González, su hermana Paula y Verónica Villas, las tres asesinadas en Cipolletti, Río Negro, en 1997. Sus muertes también están impunes. Y los más recientes: Paulina Lebbos en Tucumán, Sandra Ayala Gamboa en La Plata y Rosana Edith Galliano en un country de Pilar.