gatillo fácil novela gráfica

Cosecha Roja.-

La sentencia de la Masacre de Pompeya deberá ser revisada nuevamente por la Corte Suprema de Justicia. Así lo dictaminó la procuradora fiscal Irma García Netto: el máximo tribunal debe definir la apelación presentada por Fernando Carrera, condenado primero a 30 y luego a 15 años de prisión. El caso es un paradigma de gatillo fácil y causas armadas.

El 25 de enero de 2005, los oficiales de la comisaría 34 persiguieron a Carrera por la Avenida Sáenz. Creyeron que era un ladrón que escapaba en un Peugeot 205 blanco. Le dispararon más de 25 veces hasta dejarlo inconsciente: los tiros le pegaron en la mandíbula. Carrera no se acuerda qué pasó después, perdió el control del auto y mató a dos mujeres y a un niño de seis años. Para tapar el error, la policía le armó una causa, inventó un robo y plantó un arma en el auto.

Carrera recibió una pena de 30 años en 2007. El Tribunal Oral en lo Criminal 14 lo condenó por “robo agravado por su comisión con armas de fuego” y “homicidio culposo agravado por haber sido ocasionado por la conducción imprudente de un vehículo automotor y por la cantidad de víctimas (tres)” en concurso real con “portación de arma de guerra” sin licencia.

La Justicia no consideró que en la rueda de reconocimiento ningún testigo señaló a Carrera como la persona que había cometido el robo y era perseguida por la policía. Durante el juicio, nadie declaró haber visto a Carrera disparar un arma.

En 2010 se estrenó El Rati Horror Show, el documental que aclaró su inocencia y contradijo el relato policial.

La repercusión fue efectiva. En 2013 la Corte Suprema de Justicia le ordenó a la sala III de la Cámara de Casación Penal que revisara la sentencia: Carrera quedó en libertad aunque no fue declarado inocente. A los pocos días, la Sala III de Casación confirmó que era culpable pero le redujeron la pena a 15 años.

“Nadie pedía mi ‘inmediata detención’. Mis abogados leían el fallo y ni ellos lograban entender si tenía que volver a prisión o no. Vivíamos pendientes de que me vinieran a buscar. Hasta que finalmente, a través de medios no oficiales, supimos que no me iban a detener. Por el momento”, escribió Carrera en el epílogo de Gatillo fácil, una novela gráfica basada en la historia de la ‘masacre de Pompeya’.